El Eln tiene muchos fuegos en su contra: Jorge Restrepo | El Nuevo Siglo
Jorge Restrepo, director del Cerac.
Cortesía
Viernes, 11 de Noviembre de 2022
Redacción Política

El director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac) y analista económico, Jorge Restrepo, conversó con EL NUEVO SIGLO sobre el ambiente que hay para retomar los protocolos de una negociación con el Eln.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué factores ve usted cómo favorables para una posible negociación con el Eln? 

JORGE RESTREPO: Hay factores que no existían con tal contundencia hace cuatro años. El primero de ellos es un mando unificado. Yo creo que esa idea que era tan extendida en el pasado de que era una guerrilla con un mando federalizado y hasta dividido, en particular con la comandancia en Arauca, puede que siga existiendo, pero ya no es tan fuerte como antes, en el sentido de que hoy en día el comando central, bajo la dirección del nuevo líder de ese comando, tiene una capacidad de control de todas las unidades de ese grupo.

En segundo lugar, el Eln lleva varios años ya sin adelantar acciones terroristas urbanas a gran escala; eso es una demostración de que el Eln ha reconocido el enorme costo político que eso tiene. Y vale la pena mencionar que este grupo ha dejado de secuestrar, por lo menos con el reconocimiento directo de esos secuestros de carácter extorsivo. Soy consciente de que el pasado miércoles el Eln reconoció que secuestró dos soldados que estaban de civil, pero el Eln en los últimos meses ha venido entregando a todas aquellas personas que han estado bajo su poder en situación de secuestro.

Otro elemento es que el Eln ha sufrido varios golpes militares y policiales en su contra en los últimos tres o cuatro años y está bajo la fuerte acción violenta de grupos de crimen organizado en todos los lugares donde actúa. Hay una guerra abierta con los grupos disidentes de las Farc en el Arauca, y al otro lado de la frontera con Venezuela no está en un estado de fortaleza militar como en el pasado.

ENS: ¿Por qué fue importante mantener los protocolos de los diálogos con el Eln que se establecieron desde el gobierno Santos? 

JR: Ese es un gran avance que se había hecho durante el segundo gobierno de Juan Manuel Santos, con unos protocolos que regulaban el lugar, los puntos en la agenda, el diálogo nacional, quiénes eran los plenipotenciarios y negociadores tanto del Estado colombiano como del Eln. Haber desechado esos protocolos hubiera significado prolongar esa negociación; retomarlos, así sea con modificaciones, significa no perder ese camino que ya se había recorrido. 

ENS: ¿Cómo se ha portado este grupo guerrillero en lo que va del año? 

JR: En términos generales el Eln tuvo una escalada muy fuerte en febrero y en algunos días de marzo, pero durante todo el año ha tenido una actividad violenta relativamente contenida. Durante octubre evidenciamos un aumento de las acciones violentas contra la población civil, después de siete u ocho meses de continua reducción en el número de víctimas de la población civil a manos de esa guerrilla. Si bien eso se revirtió en el último mes, digamos esa es una segunda tendencia que es relativamente positiva. En general el Eln ha tenido una capacidad de control de sus propias fuerzas, que aunque es un indicativo de una condición propicia para la negociación con ese grupo guerrillero, lo que resta es, desde la sociedad, exigirle al Eln que abandone el secuestro, que renuncie a las acciones terroristas, en particular contra la Fuerza Pública, como los atentados en Barranquilla y en Bogotá que dejaron tantas víctimas.

ENS: ¿Usted lo ve como una oportunidad para el Eln de iniciar una negociación?

JR: Me atrevo a decir que el Eln tiene muchos fuegos en su contra y yo creo que tiene una nueva oportunidad. Muchas veces hemos dicho que el Eln no tiene más oportunidades, pero en esta ocasión, que tenga condiciones militares que no son propicias para el desarrollo de la actividad guerrillera, significa que sí pueden ser propicias para una negociación política.