Iglesia aboga por una paz verdadera: monseñor Ramírez | El Nuevo Siglo
Jueves, 24 de Marzo de 2016

Por Carlos J Murcia

Periodista de EL NUEVO SIGLO

El llamado de la Iglesia en esta Semana Santa es a que el país logre una paz verdadera, donde los guerrilleros se arrepientan de los crímenes realizados durante décadas. Así lo reclamó monseñor Libardo Ramírez desde San José del Guaviare, donde está presidiendo los actos litúrgicos. El prelado confió en que Colombia busque una verdadera reconciliación entre los colombianos y que venga desde el interior de los corazones.  

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué se espera de esta Semana Santa?

LIBARDO RAMÍREZ:Esperamos cristianos de verdad, siguiendo los pasos del Señor, que haya paz y armonía, pero paz no puede haber si no hay arrepentimiento, perdón por los pecados, crímenes que se hayan cometido, irrespeto por las leyes del Señor, como el aborto, matrimonios que no son. Hay que seguir el camino de la purificación.

ENS: ¿Cómo ha visto si el fervor católico ha aumentado o bajado en Colombia?

LR:Estoy celebrando la Semana Santa en el Guaviare, una región que yo no conocía, se escuchaba por la violencia, ahora es una paz profunda, gracias a Dios, y con una Iglesia colmada de gente en esta ciudad en San José del Guaviare, hay varias parroquias y en todas partes buena participación. Hay que acudir a la misericordia divina, nada de soberbia, nada de imponer, se debe acudir al sacramento y esas son las personas que han entendido que la Semana Santa no son vacaciones.

ENS: Usted se encuentra en San José del Guaviare, ¿cómo se ve el proceso de paz dese allá?

LR:Esto fue una zona de conflicto pero gracias a que se impuso un poco la autoridad, ahora es un remanso de paz, aquí en San José del Guaviare se habla de paz, y así quisiéramos que fuera Bogotá, que fuera como este remanso de paz, gracias a que se aplica la ley. Esperamos que se camine por los senderos de justicia, de verdad, de honradez, de honestidad, y eso se ve en San José del Guaviare. El que hace la paz a espaldas del Señor eso no se consigue, lejos de Dios triste infierno.

ENS: Ahora que usted toca el tema de la paz, ¿es optimista frente al proceso?

LR:Yo soy optimista en que el Señor da la paz, pero no me pongan a hablar de un tal proceso que no vemos los que estamos afuera, no vemos sino concesiones que no le van a servir a Colombia. De proceso de paz no esperamos nada, nada, esperamos que no se entregue este país a los que quieren tener puestos sin haberlos conquistado, eso no es ningún proceso, solo son concesiones y por eso oramos, no somos pesimistas, pero no esperamos nada del proceso.

ENS: ¿Cree que estamos preparados en sanar nuestro corazón para la paz?

LR:Creo que sí estamos preparados, pero lo que no estamos preparados es para aceptar una serie de concesiones que están haciendo, que se quieren hacer y se quieren imponer. Colombia quiere la paz, una paz verdadera, la paz del Señor. Yo hablo de las verdaderas bases de la paz, con honestidad, acabar con convertir unas banderas parcializadas, por ejemplo decir que los que no son amigos de la paz de un proceso que se está haciendo son enemigos de la paz, eso no es cierto. Hay que andar con verdad. Todos queremos un verdadero posconflicto pero no como fruto de las negociaciones, sino como fruto de una Colombia en pie.

ENS: ¿Usted cree en la paz entonces?

LR:Colombia quiere la paz, pero no esa paz que se nos dé con esos caramelos, y no con esas exigencias. Queremos una paz donde se arrepientan quienes han cometido crímenes.