La norma de cuotas es una vergüenza para las mujeres: Thomas | El Nuevo Siglo
Miércoles, 15 de Agosto de 2012

Gabriel Sonny Cubillos

Periodista de EL NUEVO SIGLO

 

Las normas que establecen una participación mínima de la mujer en 30% en las listas políticas y los cargos públicos de decisión, es una vergüenza para las colombianas.

Así lo señaló la investigadora Florence Thomas, quien tiene una larga trayectoria en la defensa de los derechos de la mujer.

Además destacó dos proyectos de ley que fueron radicados en el Congreso contra la violencia de género.

EL NUEVO SIGLO:En el Legislativo hay cada vez más propuestas para defender los derechos de la mujer…

FLORENCE THOMAS: Me parece absolutamente importante, como el proyecto de ley en relación a la justicia para las víctimas de violencia sexual en el conflicto armado, que me parece que este es un tipo de violencia muy oculta en un país afectado por la guerra, por el conflicto armado. Hay una impunidad impresionante en relación a lo que le pasa a las mujeres, su cuerpo sobre todo ha sido un botín desde siempre. Acuérdense de Ruanda, cuántas mujeres fueron asesinadas y violadas, y esto no había sido castigado como crimen de guerra, está en la impunidad total, las mujeres no sabían dónde recurrir.

Es una iniciativa absolutamente importante, ojalá pueda seguir su curso en el Congreso, ojalá se pueda aprobar, probablemente habrá que hacer algunas pequeñas modificaciones. De verdad me parece un proyecto muy importante, muy en relación con lo que pasa en este país con una impunidad magistral. Se han presentado cifras y son dramáticas, el cuerpo de las mujeres sigue siendo un botín de guerra a diario.

Eso en la guerra, pero ni hablar de lo que pasa con Rosa Elvira Cely y con todas las que aparecen ahora en nuestra prensa cortadas en pedacitos, apuñaladas en un centro comercial.

Hay otro proyecto en relación al feminicidio. El feminicidio es una palabra horrible que tuvieron que construir las mujeres. Es una palabra sobre todo que hubo en México porque tuvieron este problema, lo tienen todavía, una cantidad de asesinatos de mujeres, nadie sabía muy bien por qué. Entonces define el feminicidio un poco como el asesinato de mujeres por el simple hecho de ser mujer, eso se llama ahora feminicidio simplemente para diferenciarlo del homicidio.

ENS: ¿Qué opina de las leyes de cuotas para garantizar la participación del género?

FT: A mí me parece que no deberíamos ni siquiera hablar de eso, deberíamos hablar de la democracia decente, aquí estamos las mujeres, y que nos sea el 30%. Deberíamos, digamos, hablar de paridad, o sea 50-50, como se hace en algunos países actualmente. Hay países en donde ya no se habla de cuotas, es que la cuota es una vergüenza para nosotras. ¿Cómo así que cuotas del 30%, si sólo en Colombia las mujeres son el 52%?

Hoy día hay múltiples investigaciones que muestran que las mujeres, inclusive, son más educadas que los hombres, hay más mujeres en postgrados actualmente que hombres. Y no es que queramos las mujeres tomarnos el poder; en absoluto, queremos simplemente estar con los hombres para construir este país. ¿Por qué es tan importante eso? Porque yo creo que las mujeres y los hombres no habitamos el mundo de la misma manera, yo creo que las mujeres y los hombres no interpretamos el mundo de la misma manera y no actuamos de la misma manera. Por eso tenemos que estar metidas en política, porque hay un montón de cosas que los hombres, lo hagan bien o mal, no pueden vivir lo que viven las mujeres, es imposible.

En relación a la participación política de las mujeres, estamos en la cola de América Latina. Varios países han sobrepasado la cuota del 30%, nosotros estamos en el 16%; es absolutamente lamentable, pero hay una explicación: estamos en una cultura muy patriarcal.

 

Cambio de actitud

Thomas señaló que Colombia es un país de leyes “que muy a menudo se quedan en el papel”. De todas formas considera que “hay algo que ha cambiado y es que las mujeres están entendiendo que son también sujeto de derecho, que tienen herramientas para protegerlas, están aprendiendo a hablar, antes había un silencio”.