Las propuestas de los presidenciables sobre vivienda | El Nuevo Siglo
La buena dinámica en vivienda sigue marcando cifras históricas para el país; sin embargo, los candidatos destapan sus propuestas.
Jueves, 9 de Junio de 2022
Redacción Política

La buena dinámica en materia de vivienda sigue marcando cifras históricas para el país, gracias a la estrategia de reactivación lanzada por el gobierno del presidente Iván Duque y al trabajo articulado con el sector privado.

Así lo demuestran las cifras reveladas por el Ministerio de Vivienda, que destacan las ventas de 18.504 unidades nuevas VIS y No VIS en mayo, con un incremento del 17% frente al mismo mes de 2021. Con este resultado, mayo de 2022 se convierte en el mejor quinto mes de un año en la historia de Colombia.

“Nuevamente estamos entregando excelentes noticias que confirman el compromiso del Gobierno nacional con la reactivación económica desde el sector vivienda”, dijo Susana Correa, ministra de Vivienda, quien agregó que fue el mejor mayo de la historia para el segmento VIS, con 13.397 unidades vendidas, creciendo en 18% los registros respecto al mismo mes de 2021. Por su parte, de la oferta No VIS se vendieron 5.107 unidades, para un crecimiento del 16%.

En el acumulado de los primeros cinco meses del año se comercializaron 103.036 unidades VIS y No VIS, siendo el mejor resultado a nivel histórico en ventas para lo corrido de un año con corte a mayo, además, con un crecimiento de 8% frente al mismo periodo de 2021.

A pesar de estas cifras que resalta el Ejecutivo, los dos candidatos presidenciales, Rodolfo Hernández y Gustavo Petro, contienen en sus programas de Gobierno distintas políticas de vivienda.

Otros datos para destacar: durante el periodo de gobierno del presidente Iván Duque se han otorgado 239.878 subsidios para que las familias compren vivienda VIS y No VIS. De los subsidios VIS se destaca que el 73% han sido asignados a familias que ganan mensualmente hasta dos salarios mínimos.

Además, este buen comportamiento también se ha traducido en generación de empleo. Durante el trimestre febrero-abril de 2022, según cifras reveladas por el DANE, 1,01 millones de personas se emplearon en el sector edificador, cifra que refleja el buen momento por el que está atravesando el sector vivienda.



Hernández y un programa de vivienda rural

Vale recordar que el candidato santandereano es reconocido por su experiencia en los negocios de finca raíz, en donde es un gran empresario. Lo primero que advierte es que no basta con que el Estado concentre una buena parte de su presupuesto en atender problemas como el déficit de vivienda, pues si no se hace una planeación adecuada, que responda a las verdaderas necesidades de la población, un programa de vivienda, por ambicioso que parezca, puede terminar fallido.

Por eso propone que para ejecutar un programa nacional de vivienda rural que incluya la creación de aldeas rurales integrales, con servicios habitacionales completos, se debe comenzar por las costas del Pacífico y continuar por el Atlántico, antes de abordar el interior del país. “En esta iniciativa se deben implementar paneles solares y pozos sépticos y debe incluir Centros de Acopio de Bienestar, que provean salud y educación, entre otros servicios”.

Con este proyecto, Hernández tiene como propósito cerrar la brecha de la pobreza rural desde un enfoque integral, y recuerda que esta iniciativa se hará de acuerdo con el nuevo concepto de Vivienda de Interés Cultural.

En cuanto a las viviendas familiares, recomienda que tengan un área mínima de 60 metros cuadrados, con una estructura prefabricada para generar empleo desde la “autoconstrucción”. “Con esto se evita desplazamiento a las ciudades y, en cambio, se estimula el retorno al campo”, advierte.

“Se debe diseñar un plan de incentivos para el ahorro e inversión en vivienda nueva. Esto debe fortalecer el acceso a la vivienda formal en todos los segmentos de la población, con especial énfasis en el campo”, expone el candidato.

Del mismo modo anuncia que se planea “fijar incentivos asociados a la habilitación de suelo (bajo los criterios de planificación de los POT) para los municipios y distritos que cumplan las metas, según requisitos, parámetros y criterios que defina el Gobierno nacional”.

Por último, asegura que trabajará de la mano de los municipios para gestionar las tierras necesarias. “Generar un instrumento de habilitación ‘fast track’ de tierras para los proyectos de vivienda”. Y para las ciudades se harán diseños de vivienda digna. “Dentro de esta iniciativa resulta fundamental construir soluciones ubicadas en zonas céntricas, así resulten más costosos los terrenos, de manera que las familias tengan fácil acceso a sus trabajos y centros educativos”.

Petro y la democratización del crédito

El candidato del Pacto Histórico resalta el concepto de vivienda digna: "Promoveremos los procesos asociativos, autogestionarios y de autoconstrucción con enfoque territorial y asistencia técnica para el acceso a la vivienda a través de organizaciones populares, eliminando la obligatoriedad de tener previamente suelo. Se fortalecerá la institucionalidad local para avanzar en programas de reasentamientos, titulación de predios y mejoramiento de vivienda y de barrios, desarrollo de intervenciones integrales y sostenibles que reconozcan las particularidades del hábitat popular".

Expresa que la Vivienda de Interés Social y la de Interés Prioritario tendrá que ser revisada y ajustada a través del reglamento técnico mínimo obligatorio sobre la VIS y VIP. “Los instrumentos de uso de bienes fiscales, mayor tributación a los lotes de engorde y declaratoria de desarrollo, construcción y uso prioritario y reajustes de terrenos serán fortalecidos y la asignación de recursos nacionales para vivienda estará condicionada al uso de esos instrumentos. Los porcentajes de suelo destinados a vivienda de interés prioritario y social se establecerán de acuerdo con el crecimiento de los hogares y sus condiciones socioeconómicas en cada centro urbano”.

Así mismo, habla de la democratización del crédito con el fin de permitir el acceso a la vivienda que incluya líneas especiales complementadas con subsidios para la compra y el mejoramiento de vivienda popular. “Estableceremos facilidades para el acceso a locales en arrendamiento para emprendimientos de la economía popular. Para la vivienda no popular se promoverán sistemas de crédito hipotecario que permitan a las familias adquirir vivienda en plazos y tasas acordes con el ingreso familiar”.

“Desarrollaremos una política pública de arrendamiento con una gama de alternativas que incluya la construcción de equipamiento estatal, construcción y/o ampliación de vivienda usada para alquiler, combinación de incentivos de crédito y subsidio bajo modelos que conduzcan a que las personas se puedan convertir a mediano plazo en propietarios”, resalta el programa.

Finalmente, sostiene que “por la vía de las alianzas público populares con organizaciones sociales y comunitarias en los territorios, se impulsará un programa masivo de construcción y mejoramiento de viviendas rurales y urbanas en asentamientos de origen informal, adecuadas culturalmente a las realidades regionales, que considere la construcción vernácula, resolviendo problemas estructurales de orden regulatorio, financiero, técnico y operativo”.