No arranca la locomotora de la infraestructura: Amylkar Acosta | El Nuevo Siglo
Miércoles, 25 de Julio de 2012

Gabriel Sonny Cubillos

Periodista de EL NUEVO SIGLO

 

Los efectos de la crisis económica que se vive en la Unión Europea, así como la lenta recuperación de Estados Unidos, ya se palpan en Colombia, pero los factores que han llevado a la desaceleración en el país son más internos.

Así lo considera Amylkar Acosta, ex congresista liberal y economista, al tiempo que añadió que no arrancan varias de las locomotoras del presidente Santos.

EL NUEVO SIGLO: ¿Las cifras de la economía favorecen al presidente Santos?

AMYLKAR ACOSTA: Bueno, este es un momento en que la economía en los tres últimos trimestres ha venido creciendo cada vez con un menor ritmo, lo cual pone de manifiesto que estamos en presencia de una desaceleración de la economía, y en muy buena medida, pues los factores que están incidiendo en esa desaceleración son internos. Ha bajado el ritmo de crecimiento de la demanda interna y el comportamiento que han tenido sectores diferentes a los que han venido jalonando la economía, como es la construcción, particularmente obras civiles y el sector agrícola, que tuvieron una caída en el primero y en el segundo trimestre de este año, está incidiendo sobre esta ralentización del crecimiento de la economía.

Y la preocupación es mayor porque ya empieza a sentirse también los efectos de la recesión de la economía de la Unión Europea, la lenta recuperación de la economía estadounidense, y siendo que estos son los dos principales mercados de las economías emergentes, encabezadas por China e India, estas dos economías que han venido sirviendo en los últimos años a la economía global, también están creciendo menos de lo que venían creciendo, al punto que los dos últimos trimestres la economía china ha venido creciendo por debajo del 8 por ciento, después de que venía creciendo por encima de 9,5. Esto, naturalmente, está afectando la demanda y los precios de los principales renglones de exportación del país, como son el petróleo, el carbón, el ferroníquel, y esto va a causar una afectación mayor a una economía ya desacelerada, y para rematar los últimos datos de Fedesarrollo y también de ANIF muestran que está cayendo también la confianza de los consumidores y la confianza misma en la economía.

Entonces esto es una confluencia de estos tres factores: los internos, los externos más la pérdida de confianza, que muestran un panorama sumamente preocupante para el buen desempeño de la economía.

ENS: ¿Cuál locomotora considera que no va a dar la talla?

AA: Lo que uno observa es que la locomotora que ha venido imponiendo el ritmo de crecimiento a la economía definitivamente es la minero-energética, pero hasta esta locomotora empieza a tropezar con inconvenientes en la medida en que, como dije antes, la demanda por la producción minero-energética está empezando a perder fuerza y a perder impulso, y esto está repercutiendo también en los precios, que en estos momentos podríamos decir, que estos renglones que eran los que venían jalonando la economía están empezando a perder fuerzas, y en esas circunstancias preocupa que la locomotora de la infraestructura, que estaba llamada a jugar un papel muy importante en un país que vive sus mayores falencias precisamente en materia de infraestructura, no arranca.

La otra locomotora, que tiene que ver con la agricultura, tampoco arranca, y la locomotora de la ciencia, tecnología e innovación tampoco arranca, y lo puso de manifiesto la renuncia del piloto de esa locomotora, el doctor Jaime Restrepo.

 

Parlamento bajó puntos

Hay quienes hasta dicen que existe una maldición sobre el cargo de presidente del Senado, pues varios de quienes lo han ocupado han terminado investigados y otros en la cárcel.

Acosta, que también lo ejerció, dijo que “la verdad es que ha pesado como una maldición sobre el Congreso de la República, sobre todo afectado en los últimos años por el fenómeno de la parapolítica, y ha golpeado mucho la imagen y la credibilidad del Congreso”. Sin embargo, añadió, “el Congreso venía ganando puntos frente a la opinión pública, cuando recibió este guarapazo, para llamarlo de alguna manera, del escándalo y del hundimiento posterior de la reforma de la Justicia. Ahí sí el Congreso y también el Ejecutivo entraron en una crisis”.