No habrá posconflicto aunque Farc entreguen armas: Manrique | El Nuevo Siglo
Domingo, 11 de Agosto de 2013

A pesar que el comandante de las Fuerzas Militares, general Alejandro Navas, se muestre moderadamente optimista frente al proceso, ha dejado ver su inquietud por el papel que los hombres y mujeres bajo su mando desarrollarán luego de un eventual acuerdo del proceso entre las partes.

La situación de las tropas nacionales frente a una eventual firma de la paz en Cuba fue analizada por la directora del Observatorio de Drogas Ilícitas y Armas de la Universidad del Rosario, Viviana Manrique.

EL NUEVO SIGLO: Las Farc ya han dicho que abandonan las armas pero no las entregarán ¿Cuál cree que es la razón para que la guerrilla no ceda en este punto?

VIVIANA MANRIQUE:Eso hace parte de su ideología, pues son muy coherentes en ese aspecto.

En un documento de finales de los 90, donde el comandante Marulanda decía que no iba a entregar las armas, nos podemos dar cuenta que es una estrategia de elementos y presión política.

Realmente esto hace parte de la ideología por medio de la cual le apuntan a un proceso de paz condicionado, es decir con armas, arrojando un proceso atípico, pues un proceso exitoso, como muchos a nivel mundial, parte de la dejación de armas.

Por lo tanto no se puede garantizar un proceso de posconflicto donde las armas sigan en manos de quienes hacen la guerra.

Avanzar en un proceso de paz sin la entrega de armas no tiene ningún sentido.

ENS: Si las Farc entregan las armas ¿podríamos hablar de un mejor posconflicto?

VM:Posconflicto no va a existir nunca así las Farc entreguen las armas, pues en Colombia existen otros actores armados como el ELN o las Bacrim que afectan el éxito de un  posconflicto. Si las armas se llegan a entregar al final del proceso, volveríamos al principio de los diálogos porque si no se negocia con las armas en los bolsillos no tiene ninguna validez.

ENS: Colombia tiene 431.000 efectivos militares y policiales activos ¿Esa cifra debería disminuir ante una eventual firma de la paz?

VM:No habrá reducción de las Fuerzas Militares si existe algún actor armado que afecte la seguridad nacional. Por eso es importante tener Fuerza Aérea o la Marina donde serán importantes para  defendernos.

Tampoco podemos descuidar el tema de la defensa fronteriza donde existe la  necesidad de protección de los nuestros en límites con Ecuador y Venezuela donde existen grupos ilegales que nos ponen en riesgo a la población civil.

ENS: ¿Si no se disminuye el pie de fuerza, se deben redefinir las funciones con las que fueron creadas?

VM:No. Las Fuerzas Militares no fueron creadas solamente para responder a las Farc.

Las Fuerzas Militares se han fortalecido en la medida en que se ha diversificado el fenómeno y en la medida que las Farc se han fortalecido. A las Fuerzas Militares, desde su creación en la Constitución de 1886, les fue asignado el tema de proteger el Estado y la seguridad nacional.

Y ahora, si no hay entrega de armas, se mantendrá la presión política y física a los ciudadanos por parte de las Farc, por lo tanto no se puede hablar de una redefinición de los roles ni nuevas funciones de las Fuerzas Militares.

ENS: Cuando se estime conveniente un cambio de funciones ¿es necesaria una reestructuración desde la parte legal?

VM:Por ahora no. Inclusive el proceso de paz requiere un desmonte gradual luego de la firma del proceso. No se puede firmar y al otro día desarticular el Estado. Se espera que lo que se vaya a firmar se aplique  en un plazo de tiempo determinado, en la medida que el Gobierno pueda garantizar la seguridad de los ciudadanos.

Solo en ese momento se podrá pensar en nuevas funciones de las Fuerzas Militares, pero antes no.

ENS: El presidente Santos cerró un acuerdo de cooperación con la OTAN ¿Cree que los militares, dada su experiencia, pueden intervenir en conflictos internacionales?

VM:Sí. Indudablemente las Fuerzas Militares han sido reconocidas como una de las mejores de América Latina, reconocidas como un elemento de capacitación para el resto de la región y para el resto del mundo.

Las tropas han participado en Afganistán o Irak, jugando un papel destacable.

Sin duda este pacto no fue hecho para buscar un nuevo puesto al militar colombiano en el futuro, sino para garantizar una estrategia de seguridad internacional donde Colombia pueda participar y pueda aportar.

ENS: Por cierto ¿cree que el término “blanco civil”, de la reforma al fuero militar, determinará un papel represivo en el posconflicto, como han dicho sus críticos?

VM:Bajo ninguna circunstancia tendrá un papel represivo, pues el Estado busca garantizar el equilibrio entre las fuerzas negativas del país.

El Gobierno se equivoca al decir que las Fuerzas Militares se equiparan frente a la guerrilla. Considero que el sinsabor existe dentro de la tropa, pero a pesar de esto las Fuerzas Militares han mantenido su actitud profesional frente a la población y lo harán en un futuro. No se debe perder el respeto por las Fuerzas Militares, porque no habrá una mala función hacia la población civil.

ENS: ¿O integrar o mantener divididas las funciones de policías y militares?

VM:El tema de la seguridad civil se debe trabajar de manera más mancomunada.

Si bien la Policía está en las ciudades y los militares en la parte rural, las Fuerzas Militares deben convertirse en una fuerza más profesionalizante y dirigida al cuidado sin quitarle el rol a la policía, pues los militares deben dedicarse por muchos años luego de la eventual firma del proceso a la presencia estatal a lo largo y ancho del país. 

ENS: Si se empiezan a sofocar los grupos armados al margen de la ley ¿cuál debería ser la nueva estrategia de las Fuerzas Militares en ese eventual posconflicto?

VM:Primero, no se pueden formular estrategias mientras las reglas y los acuerdos no estén claros. Hasta el momento nadie sabe qué se está negociando en La Habana.

Segundo, hay que reformular el discurso de que los militares se igualen frente a los guerrilleros.

Tercero, en caso en que se tuvieran que redefinir los roles tendría que ser de manera gradual, de tal manera que no se descuide la defensa y la seguridad nacional. De esta forma no solo se satisface a un grupo guerrillero, golpeando la motivación y la funcionalidad de las Fuerzas Militares.

Es importante el marco legal de la jurisdicción militar, donde los procesos que juzgan a los militares en la etapa del proceso de posconflicto tengan una garantía jurídica real para evitar que haya impunidad para los guerrilleros y criminalización para los militares.

ENS: ¿Qué consecuencias traería para un posible acuerdo de paz,  un posconflicto donde las armas sigan circulando en manos de quienes no deben?

VM:Es un efecto negativo, a punto tal que el proceso de paz y sus acuerdos se pueden caer en cualquier momento.

Al tener los grupos delincuenciales las armas y estos se sientan inseguros por el incumplimiento del Gobierno en los compromisos pactados, por ejemplo, en el caso de la participación política, las utilizarían para presionar al Estado o la población civil para recuperar ese poder que tenían antes de la firma.

ENS: Para María Victoria Llorente, directora de la Fundación Ideas para la Paz, las Fuerzas Militares deben irse reduciendo con el paso del tiempo debido a que ya no van a tener un enemigo por combatir ¿Qué piensa de esta afirmación?

VM:En un futuro habrá que llegar a ese punto, pero cuando se tenga claro que no hay armas, no haya narcotráfico ni ninguna condición que afecte a la seguridad civil se podrá empezar la reducción de las tropas, de lo contrario no es  viable.

ENS: ¿Cómo sería un posconflicto ideal para Colombia?

VM:El ideal es cuando no haya actores que amenacen la seguridad y la defensa nacional, que tengamos cero criminalidades de drogas y que se desarticulen las bandas criminales que hoy afectan las ciudades, situación que no es viable tan solo con la firma de los acuerdos de La Habana.