Hace unos años un eslogan de la Alcaldía decía que Bogotá está más cerca de las estrellas, aludiendo a sus 2.650 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, la frase le aplicaría más a Vetas, un municipio de Santander encaramado en la cordillera Oriental, a 3.350 metros de altitud. ¿Cómo es vivir en la población que está más alta en el país?

El alcalde Hernán Bautista Moreno le dijo a EL NUEVO SIGLO que “vivir en Vetas es toda una aventura, es el municipio más alto del país, un municipio muy pequeño, de 9.342 hectáreas. El casco urbano está a 3.350 metros sobre el nivel del mar”.

Agregó que en la parte más alta de Vetas, en donde “están nuestros complejos lagunares, llegamos casi a los cuatro mil metros de altura”.

Ser el municipio más alto da para todo.  “Tenemos la cancha sintética más alta del país, donde se puede efectivamente practicar deporte de alto rendimiento”, dijo. 

Añadió el mandatario con el orgullo de los vetanos por este pedacito de Colombia, que “esta aventura de estar en lo más alto del país nos enamora, nos motiva a promocionar nuestro pueblo, porque tenemos los paisajes más hermosos que se puedan conocer”.

Ser el municipio más alto no viene solo, pues también es de los más fríos. Por estos días, que ha disminuido un poco la temporada de lluvias, en horas de la madrugada la temperatura es de 1 o 2 grados centígrados.

En las horas del mediodía es cuando sube un poco la temperatura, a unos 8 grados centígrados. La neblina es parte del paisaje en un permanente juego, ocultando y mostrando las montañas que rodean al municipio, y correteando por las calles de Vetas, a veces tan densa que a 5 metros no se distingue bien la otra persona.

El alcalde Bautista dice que la neblina “dificulta mucho para conducir porque al llegar al territorio cuando se va por la parte más alta, no se alcanza casi ni a ver la carretera. Para quien no conozca la vía se dificulta muchísimo”.

Congelador natural

La baja temperatura aún hoy es aprovechada por los campesinos para conservar algunos alimentos.

El burgomaestre relató que “en el campo, sobre todo, hay gente que tiene la carne prácticamente ahí al aire libre, al lado de su cocina, carne oreada típica santandereana. Digamos que no requiere mucha refrigeración porque la temperatura obviamente ayuda a conservar muchísimo los alimentos. Las verduras muy poco se guardan en la nevera; la gelatina, por ejemplo, no es necesario procesarla en la nevera”.

Agregó Bautista que “la nevera se utiliza más para conservar carnes que requieran una refrigeración completa, pero la tradición es que la gente casi no usa la nevera”.   

El soroche

Muchos de los que visitan por primera vez Vetas sufren el soroche, el malestar que se siente a grandes alturas por la falta de oxígeno.

Al respecto el alcalde Bautista comparte que "siempre se le recomienda al turista cuando vaya a ingresar que no fuerce su cuerpo, que no corra porque es bastante complicado, nos ha pasado muchísimo”.

Agrega que “llega un turista al parque, se baja del vehículo, conoce, se toma dos fotos y quiere de pronto subir a otra cuadra, y nuestras calles son bastante empinadas. Al momento de subir se le dificulta por la falta de oxígeno, le da el famoso soroche, toca enviarlo automáticamente al centro de salud para que le suministren oxígeno, para tranquilizar a la persona. Por eso digo que quien llegue a Vetas la experiencia la vive de cerca y realmente es toda una aventura”. 

En los últimos años ha venido aumentando el número de visitantes para conocer el municipio que está en el “balcón” de Colombia y sus hermosas lagunas, que es su principal atractivo.

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Sin embargo, el alcalde dijo que están organizando el sector porque “Vetas es un municipio minero por tradición que no contemplaba en sus proyecciones la actividad turística, porque existe una cultura de conservación muy marcada en la población. Para nosotros el turismo siempre lo hemos visto como una actividad que puede afectar el ecosistema”.

Añadió que, por ello, “nos ha tocado controlar muchísimo porque para nosotros 100-200 turistas en un complejo lagunar es algo que va en contravía de nuestros principios conservacionistas. Entonces hemos tenido que organizar el sector”.

De otra parte, un problema que se presenta para la Administración Municipal es el de las cuentas que no cuadran sobre el número de su población. Según las cifras oficiales, en Vetas hay entre 2.000 y 2.200 habitantes. Sin embargo, el alcalde Bautista explica que “para nosotros el censo más aterrizado es el del Sisbén: estamos en alrededor de 1.840 habitantes”.

Ello ha sido complejo en los temas de salud y educación porque las autoridades nacionales, entre otros conceptos, miden a los municipios por población. “Las metas de cumplimiento y cobertura nos las apuntan a esa población, pero al final cuando se van a ejecutar, las metas no encuentran a la población”, explicó el alcalde de Vetas.

Trajo a colación que “en temas covid, por ejemplo, Vetas llegó prácticamente al 94% de cobertura, de ahí no pasamos porque no hay más vacunación, y por ende, como no hemos llegado a metas completas, sobre todo en refuerzo, Vetas no ha cumplido lo estipulado por el Ministerio. Nos dicen: ‘busquen la población y vacúnenla’, pero nosotros decimos: es que no tenemos más población, ¿a dónde la vamos a buscar?”.

En cuanto a educación, dijo el Alcalde, “la nueva directriz del Gobierno es que para que un salón de clases garantice un docente, debe tener mínimo 42 estudiantes en las sedes primarias urbanas, y el municipio no alcanza a llegar a ese número de estudiantes. Entonces eso nos trajo un recorte de cuatro docentes”.

Páramo de Santurbán 

La delimitación  del páramo de Santurbán ha estado llena de tropiezos en más de ocho años que se lleva adelantando. En 2017 la Corte Constitucional tumbó la que se hizo porque determinó que no se dio suficiente participación a la comunidad que vive en la zona.

Vetas es uno de los municipios que están en el área de influencia de Santurbán, que podría verse afectado por la delimitación que se está adelantando, pues la minería aurífera durante siglos ha sido la principal actividad económica, que en su mayoría se realiza a baja escala.

Si la delimitación deja la mayor parte del municipio dentro de Santurbán, no se podría seguir con la extracción de oro de sus montañas porque por ley está prohibida la minería en los páramos. Entonces hay incertidumbre en los pobladores que sobreviven de esta actividad.

“La demora en la delimitación del páramo por parte del Ministerio (Ambiente) ha acarreado una cadena de problemáticas sociales que están afectando la calidad del territorio”, expresó con preocupación el Alcalde.

Añadió que algo se ha caminado porque “desde que asumí el gobierno avanzamos con las gestiones ante el Ministerio, logramos concertar la delimitación del páramo; Vetas fue el primer municipio del páramo de Santurbán en cumplir la sentencia que ordenó la delimitación del ecosistema”.

Producto de esa concertación el municipio entrega el 72 % del territorio a conservación, y “ahora estamos avanzando en los procesos de formalización minera”, dijo el funcionario  

Sin embargo, advirtió el alcalde Bautista que “estamos dependiendo de que ese acuerdo de delimitación que se firmó con el Ministerio, el nuevo gobierno del presidente Petro lo deje en firme”.

Destacó que ese acuerdo “aporta a conservar el páramo, es lo principal para nosotros, y le da la tranquilidad a los pobladores de seguir ejerciendo la actividad económica responsable, como se ha hecho durante más de 500 años”.