El consultor electoral y exregistrador delegado Alfonso Portela explicó que este año es un reto para la organización electoral debido a que las elecciones locales son bastante exigentes. No cree que las reformas que se aprueben en el Congreso alcancen a ser efectivas para las votaciones de octubre.

ENS: ¿Cómo ve la reforma electoral que está en este momento circulando por el Congreso?

ALFONSO PORTELA: Creo que las elecciones de 2023 difícilmente van a tener que ver con la reforma, porque si bien es cierto que son normas constitucionales, necesariamente deben tener un desarrollo legal, y eso se hace a través de una ley estatutaria que toma tiempo, tiene unos protocolos específicos, unas reglas mucho más exigentes que una ley ordinaria, y si miramos un precedente recordemos el acto legislativo 01 de 2009, que se vino a consolidar con la ley 1475 de 2011, dos años después. O sea, que yo creería que la reforma, que en este momento ya lleva cuatro vueltas en el Congreso y le faltan otras cuatro, tendría unos efectos más hacia el 2026 que en el 2023.

ENS: ¿Cuál es su balance de las elecciones del 2022?

AP: Digamos que fue satisfactorio. Desafortunadamente hubo todo ese tipo de incidentes que prendieron muchas alertas, muchas alarmas. Hubo mucha intranquilidad, tanto de la ciudadanía como de los partidos políticos, pero al final se pudieron superar, precisamente por el modelo que tenemos los colombianos para poder auditar los procesos electorales, que es mucho más amplio, muy distinto a lo que ocurre en muchos países, que el proceso se cierra y la gente tiene que conformarse con lo que vio el mismo día, mientras que en Colombia hay una serie de instancias y de autoridades que intervienen en la revisión del proceso, y eso permitió dar mayor claridad a los resultados.

ENS: ¿Los incidentes a los que usted se refiere son los que ocurrieron con la Registraduría en las primeras elecciones?

AP: Sí, claro. Lo que tuvo que ver con la elección de Congreso, que generó mucha intranquilidad en la ciudadanía y puso el proceso presidencial con una alerta bastante significativa, pero que al final se pudo superar y el país quedó tranquilo.

ENS: ¿En general usted considera que la Registraduría salió bien librada de los demás procesos electorales?

AP: En lo que tiene que ver con el proceso presidencial yo creo que le dio ese ingrediente de tranquilidad. Es que yo siempre he sostenido que la entidad lleva 60 años haciendo elecciones, o más, y no creo que se haya olvidado de la noche a la mañana de hacer elecciones. Efectivamente, los procesos tienen sus propias complicaciones, y el proceso convencional desafortunadamente pasó por ahí.

Revocatorias

ENS: Usted también estuvo al frente del tema de la posible revocatoria del alcalde de Medellín, Daniel Quintero. ¿En qué quedó ese proceso?

Ese capítulo lo cerró directamente la Registraduría al tomar una decisión frente a lo que el tribunal de Antioquia le había ordenado, y teniendo en cuenta también una decisión del Consejo de Estado tomó la determinación de que las cuentas no fueron lo suficientemente claras, que no fueron confirmadas por el Consejo Nacional Electoral, que hubo una posibilidad de violación del tope, y que por ende no se reunían los requisitos constitucionales y legales para convocar la ciudadanía a votar la revocatoria y por eso el proceso quedó ahí. Hay una norma que también dice que faltando menos de un año para finalizar el periodo no se puede llevar a cabo el proceso de revocatoria y creo que eso ya definitivamente murió.

ENS: ¿Cómo ve las elecciones regionales de este año en Colombia?

Yo creo que este año es un reto para la organización electoral. Las elecciones locales son bastante exigentes, se van a jugar con las reglas que tenemos actualmente; no creo que haya una modificación de última hora al proceso electoral, y eso da mucha tranquilidad. Y ojalá las elecciones, como todo mundo espera, sean reflejo de la voluntad de los ciudadanos.