Ojo si gana Trump…

El senador y ex vicepresidente, Humberto de la Calle, suele lanzar en sus trinos opiniones que ponen a pensar a más de uno. Esta semana, por ejemplo, hizo dos comentarios que generaron reacciones. De un lado, sobre el proceso de negociación de paz, el congresista afirmó: “al oído del Eln. No se sabe si Trump pueda ganar. Ese sería un escenario adverso para un acuerdo. A todos conviene acelerar. Además, para que al país no lo coja la tarde en la implementación”. También se pronunció sobre el escándalo del alcalde de Calima Darién, en el Valle del Cauca, que terminó desnudándose en un bar de su municipio: “Más allá de la cuestión disciplinaria contra el alcalde de Calima, también hay que castigar su ingenuo optimismo ¿Qué le hizo creer que su empelotada podía ser interesante para alguien?”. El mandatario, al que le abrió investigación la Procuraduría, fue avalado, precisamente, por la Alianza Verde.

Cancino y Sucre

El analista León Valencia dijo que era “muy valiente Antonio Sanguino: dejar la Jefatura de Gabinete de Bogotá para ir al Cesar a postular su nombre a la gobernación y enfrentar a un poderoso clan político que ha gobernado a sus anchas está cuna de acordeoneros”. Paradójicamente un exparlamentario de ese departamento le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que “en estas primeros de cambio” Sanguino ha hablado de hacer alianzas con sectores independientes, “… pero más temprano que tarde entenderá que aquí nadie gana si no hace alianzas con alguna de las casas más fuertes”. Agregó que “… Sucre es de los pocos departamentos de la costa Caribe en donde no se han dalo ‘palos’ electorales en la última década, a diferencia de Bolívar o Magdalena, en donde sí han ganado candidatos por fuera de las grandes casas”.

Sin tregua

Esta es la dura crítica que hizo, a mediados de la semana, el partido liberal a la titular de la cartera de Salud, Carolina Corcho: “La Ministra ha hecho una caracterización del sistema completamente ajena a la realidad. Se desconoce el origen y la calidad en ciertos análisis y datos que ha suministrado y sus comparaciones son bastante enrevesadas. Salvo por los significativos recursos para invertir en prevención, que no conocemos ninguna cifra del Ministerio de Hacienda, es poco lo que nos ofrecen en sus propuestas. Sí, se pueden y deben aceptar mayores recursos para las regiones más apartadas y remotas, pero es descabellado pensar que el sistema se puede estatizar en dos o tres años, máxime cuando el Gobierno apenas se asoma a entender la complejidad de lo construido en 30 años y se niega a entender su característica más compleja, que es la gestión del riesgo en salud. La Ministra considera que el Estado colombiano fácilmente puede asumir el colapso del sistema y la decisión de un sistema de salud completamente público en su esencia”.

Reforma e historia

Las críticas al proyecto de reforma a la salud están a la orden del día. Sin embargo, hay algunas que impactan por la dureza de los argumentos o las comparaciones que se hacen respecto a las implicaciones que tendría que la iniciativa fuera aprobada. Para la muestra un botón: un trino de esta semana del exministro y columnista Rudolf Hommes, que incluso hizo una referencia histórica al respecto. “En 1993 acceso a la salud en el 20% más bajo del ingreso era apenas 4%. Hoy es 91%. No hay otro caso de éxito en la historia reciente. Y lo van a echar a la basura con la complicidad de miserables en el Congreso. Después de Panamá va a ser el acto más irresponsable de un gobierno”.