Entre los majestuosos y espesos bosques del Parque Natural Regional Corredor Biológico Guacharos Puracé, sur del Huila, fueron devueltos a su hábitat natural 14 monos maiceros (Sapajus apella), seis de ellos hembras, cuatro machos y cuatro juveniles.

Estos monos hicieron parte de un largo proceso de recuperación biológica que adelantó la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, CAM, en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre CAV, ubicado en el municipio de Teruel y del que hicieron parte biólogos y médicos veterinarios.

“Los animales llegaron a la Corporación como resultado de los decomisos que realiza la autoridad ambiental del Huila de la mano con la Fuerza Pública para contrarrestar el tráfico ilegal de fauna silvestre. Otros ejemplares fueron entregados de forma voluntaria por quienes los habían adquirido para adoptarlos como mascotas” explicó Osiris Peralta Ardila, profesional de la CAM.

Los monos maiceros, que padecían secuelas físicas y comportamentales de su cautiverio, fueron atendidos biológica y clínicamente por los profesionales de la CAM.

El proceso

Los especímenes fueron incorporados a un proceso de rehabilitación que consistió en enseñarles a trepar superficies verticales y horizontales, identificar otros animales que les pueden resultar peligrosos, a vivir en comunidad y jerarquía; y a retomar su dieta natural.

Cada individuo fue seleccionado y evaluado para participar de este proceso de liberación del que hizo parte el grupo de monitoreo Vigías del Macizo, campesinos que jugaron un papel fundamental para lograr que estos monos maiceros volvieran a su medio natural. Al igual que la Policía de Carabineros.

Este grupo de monitoreo comunitario está integrado por pobladores que cohabitan con la fauna silvestre y están comprometidos con la protección de la biodiversidad.

“Los campesinos fueron capacitados y serán guiados para realizar los cuidados generales de este grupo de Maiceros, a través de la instalación de plataformas alimentarias en medio del bosque, lo que permitirá aumentar la probabilidad de éxito de la supervivencia de estos ejemplares”, añadió Peralta Ardila.

Así mismo, los monos serán monitoreados continuamente para evidenciar su adaptación al nuevo ambiente y gradualmente ir reduciendo los suministros alimenticios hasta que la manada pueda hacerlo por sí misma.

“Estos monos maiceros cumplen una función biológica y ecosistémica muy importante dentro de su área de distribución como es la dispersión de semillas, la polinización y control biológico”, precisó Luisa Fernanda Jaramillo Moreno, bióloga de la CAM.

Liberaciones

Durante la vigencia 2019 se recibieron en el Centro de Atención y Valoración de Teruel y Hogares de Paso de Neiva y Pitalito, un total de 471 especímenes, como producto de decomisos, entregas voluntarias y rescates.

La CAM en el último año hizo la disposición final de un total de 551 ejemplares de fauna silvestre, muchos recibidos en vigencias anteriores, liberando 377 especímenes y reubicando 95.

Por último, la corporación hizo un llamado a la comunidad huilense de evitar la tenencia y tráfico de fauna silvestre.

Descripción

El mono maicero es un animal omnívoro, que se alimenta preferiblemente de frutas e invertebrados, aunque algunas veces atrapa pequeños vertebrados, tales como lagartijas y polluelos de aves. También se alimenta de otras partes de plantas.

Este cébido puede encontrarse en diferentes tipos de ambientes, incluyendo la mayoría de los bosques tropicales y subtropicales, y en bosques de crecimiento secundario.

Está ampliamente distribuido en Suramérica. Se caracteriza por presentar en el cuerpo un pelaje que varía de castaño claro a castaño oscuro o marrón a rojizo; en las extremidades y cola presenta una coloración que varía de marrón oscuro a negro, siendo estas últimas las partes más oscuras del cuerpo. En la frente presenta pelaje erecto semejando unos cachos de allí su nombre, el rostro puede presentar pelaje corto que se esparce sobre la piel negra.

Es una especie relativamente grande, la longitud entre cabeza cuerpo está entre 35 y 49 cm, y posee una cola prensil de entre 38 y 49 cm, los machos pesan alrededor de 3,7 kg y las hembras 2,3 kg. Al igual que otros cebides habita en la selva húmeda tropical, se desplaza en árboles de gran altura y se caracterizan por presentar hábitos diurnos, ser activos e inquietos.

Al igual que otras especies de capuchinos (género Sapajus), son animales sociales. Viven en grupos integrados por 6 a 18 individuos, en el cual hay un macho dominante el cual se puede reproducir con varias hembras.