La Unesco celebró la decisión de Australia de poner en marcha las nuevas medidas urgentes de protección de la Gran Barrera de coral preconizadas por la organización, entre ellas la prohibición de la pesca con redes de malla. El gobierno australiano formalizó este compromiso en una carta enviada esta semana a la directora general del órgano perteneciente a la ONU, Audrey Azoulay.
“La Gran Barrera de coral es una joya frágil del patrimonio mundial. Desde hace años, la Unesco no ha cesado de alertar sobre el riesgo de que este sitio pierda definitivamente su valor universal. Con base en datos científicos, propusimos medidas concretas que trazaban un camino para corregir la situación. Me alegro de que este diálogo continuo entre nuestros expertos y las autoridades australianas se traduzca hoy en compromisos formales”, declaró Azoulay.
La Unesco ha alertado sobre la situación de la Gran Barrera de coral desde hace años. En 2021, a la vista de los datos muy preocupantes sobre el estado de conservación del sitio, los expertos de la Organización habían llegado a recomendar su inscripción en la Lista del patrimonio mundial en peligro, una advertencia que resonó en el mundo entero.
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Compromisos
En marzo de 2022, una misión conjunta de la Unesco y de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) viajó a la Gran Barrera para profundizar todavía más el examen científico y dialogar con todas las partes implicadas: poderes públicos, investigadores, ONG. En su informe, los expertos habían confirmado la situación alarmante de la Gran barrera de coral, amenazada a la vez por la contaminación, la sobrepesca y el calentamiento del agua.
La Unesco y la UICN indicaron en esa ocasión que la rápida puesta en marcha de medidas correctivas podría lograr que la conservación del sitio progresara muy definitivamente. Además, recomendaban diez medidas necesarias y urgentes a las autoridades australianas.
En julio de 2022, Azoulay se reunió con el nuevo primer ministro australiano, Anthony Albanese, y recordó la urgencia de actuar. Se instauró entonces un diálogo constante entre los expertos de la Unesco y las autoridades australianas para obtener la puesta en marcha de las diez medidas prioritarias, bajo la forma de un plan de acción con cifras y un calendario preciso.
Este proceso acaba de dar sus frutos. En una carta enviada esta semana a la Directora General de la Unesco, la ministra australiana del Medio Ambiente, Tanya Plibersek, anuncia que se van a poner en marcha las nuevas medidas urgentes de protección de la Gran Barrera de coral pedidas por el organismo de la Organización de Naciones Unidas.
Medidas
En la carta, el gobierno australiano se compromete en particular a:
Crear zonas de pesca en un tercio del sitio del patrimonio mundial de aquí a finales de 2024 y prohibir totalmente la pesca con redes de malla de aquí a 2027.
Alcanzar objetivos ambiciosos de calidad del agua de aquí a 2025, reduciendo considerablemente los vertidos de contaminantes agrícolas e industriales, restaurando la fauna y la flora en las cuencas hidrográficas.
Fijar objetivos progresivamente más ambiciosos de reducción de las emisiones de CO2, conforme a los esfuerzos de limitación del alza de la temperatura mundial a 1,5º C respecto a la época preindustrial.
Ello se añade a las medidas ya anunciadas estos últimos meses por las autoridades australianas.
“La Unesco vigilará atentamente la puesta en marcha efectiva de estas medidas. El estado de conservación de la Gran Barrera de coral volverá a ser examinado por el Comité del patrimonio mundial en la próxima 45ª reunión extendida del mismo, que tendrá lugar del 10 al 25 de septiembre en Arabia Saudita”, señaló el organismo en un comunicado.
La Gran Barrera de Coral (también denominada Gran Barrera o Gran Barrera de Arrecifes, es el mayor arrecife de coral del mundo. Está situado en el mar del Coral, frente a la costa de Queensland al nordeste de Australia. Se extiende a lo largo de unos 2600 kilómetros y puede apreciarse desde el espacio.
Aunque no fue el primer explorador europeo en divisar la Gran Barrera de Coral, el inglés James Cook fue el primero en realizar una exploración científica de la zona tras encallar el HMB Endeavour en el arrecife, el 11 de junio de 1770, y permanecer seis semanas en la zona mientras se reparaba.
Debido a su vasta diversidad biológica, sus aguas claras templadas y su fácil accesibilidad, el arrecife es un destino muy popular entre los aficionados al submarinismo. Muchas ciudades de la costa de Queensland (como Cairns y Townsville) ofrecen viajes diarios en barco al arrecife.
Una gran zona del arrecife está protegida por el Parque Marino de la Gran Barrera de Coral. La Gran Barrera de Coral fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1981. Cuenta con una extensión de 34 870 000 hectáreas.