Completan inventario sobre biodiversidad colombiana | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Martes, 8 de Enero de 2019
Agencia de Noticias UN

Registros para cerca de 8.500 especies de plantas con flores en la Cuenca Amazónica y más de 3.000 en el páramo convierten a Colombia en el segundo país con mayor riqueza vegetal del mundo.

En cuanto a las amenazas a la biota (fauna, flora, tipos de bosques, ecosistemas), en la Orinoquia se detectaron 992 especies de plantas, 38 tipos de vegetación y 22 ecosistemas que se encuentran bajo presión fuerte, y en el Caribe 622 especies de plantas, 155 individuos de fauna, 22 tipos de vegetación y 13 ecosistemas.

Estos datos forman parte de la información incluida en el “inventario básico de diversidad” de Colombia diversidad biótica, publicación integrada por 16 volúmenes, fruto del trabajo adelantado por el Grupo de Investigación en Biodiversidad y Conservación –del Instituto de Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional (U.N.)–, con el auspicio de diversas corporaciones autónomas regionales (CAR) como Corpocesar, la de los Valles del Sinú y del San Jorge (CVS), la de Risaralda (Carder) y algunas ONG, como la Fundación Natura.

Colombia se convierte así en uno de los pocos países del mundo que cuenta con un inventario detallado de sus plantas con flores, tipos de vegetación, suelos, clima y grupos zoológicos de aves, reptiles, anfibios, mamíferos y ecosistemas en sus regiones naturales. 

“Con estas publicaciones cumplimos con el objetivo institucional y personal que nos fijamos en 1991: realizar el inventario básico de la biodiversidad de Colombia para ponerlo al alcance de todos los ciudadanos”, destaca el profesor Jesús Orlando Rangel, director tanto del Grupo de Investigación como del proyecto y de la edición de la obra.

Cada vez que un turista llegue a una región del país que no conoce podrá contar con información actualizada respecto a lo que observa en la naturaleza, cuáles organismos la habitan, qué tipo de plantas puede encontrar, sus ambientes o paisajes característicos y qué relaciones existen entre las poblaciones afincadas en estas zonas.

La información generada se constituye en un instrumento de mucha ayuda para proteger y conservar los múltiples recursos biológicos del país, además de conocer su ubicación y estado de conservación, ya que el 99 % de la obra está conformada por información nueva, según la recomendación formulada en la I Cumbre Mundial de la Biodiversidad, celebrada en 1992 en Río de Janeiro.

Qué es, dónde se encuentra, y cuál es el estado de conservación de nuestros recursos naturales, son algunos de los interrogantes que busca despejar el inventario, junto con la posibilidad de que esta riqueza se incorpore a los planes de desarrollo de las distintas regiones de Colombia.

La obra estará disponible para la consulta de académicos, investigadores y público en general interesados en conocer los principales aspectos de nuestra extensa y variada diversidad biológica, en especial para quienes consideran que el mayor capital del país está en el uso racional y sostenible de sus recursos naturales.

“Este material está publicado en internet y se puede consultar en forma gratuita en la página www.colombiadiversidadbiotica.com, o en el repositorio de la Editorial UN”, subraya el profesor Rangel, quien llama la atención sobre la participación de profesores e investigadores de la U.N., junto con estudiantes de pregrado y doctorado a lo largo de las últimas tres décadas.

El inventario básico de biodiversidad es una herramienta que permitirá hacer inversiones más eficientes, evitará duplicar esfuerzos y podrá ser empleada por entidades como el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Como el país se encuentra en la fase de implementación de los acuerdos de paz, la información acopiada también servirá para que la población rural y los antiguos guerrilleros desarrollen sus nuevos proyectos de vida causando el menor impacto posible al medioambiente.

“Los colombianos que formaron parte de la insurgencia y que de alguna manera contribuyeron a proteger nuestra diversidad, tienen otras visiones, a partir de las cuales se podrían construir nuevas formas para su aprovechamiento y conservación”, precisa el docente, para quien la estrategia de divulgación de la obra contempla un componente pedagógico encaminado a que el país conozca su entorno.