Nuevas imágenes muestran el X-59 de la NASA mientras se encuentra en la línea de vuelo, el espacio entre el hangar y la pista, en una planta de Lockheed Martin en California, el 19 de junio.
El movimiento desde su sitio de construcción a la línea de vuelo es uno de los muchos hitos que preparan al X-59 para sus primeros y posteriores vuelos. A continuación, el equipo realizará importantes pruebas en tierra para garantizar que la aeronave sea segura para volar.
El avión X-59, la pieza central de la misión Quesst de la NASA, está diseñado para demostrar la capacidad de volar supersónico, o más rápido que Mach 1, mientras reduce el fuerte estampido sónico a un golpe sónico silencioso, informa la NASA.
Luego, la NASA volará el X-59 sobre varias zonas pobladas para recopilar datos sobre las respuestas humanas al sonido generado durante el vuelo supersónico. La NASA entregará ese conjunto de datos a los reguladores estadounidenses e internacionales para posiblemente permitir vuelos supersónicos comerciales sobre tierra.
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El X-59 está diseñado para que cuando vuele supersónico, la gente en tierra no escuche más que un ruido sordo y silencioso, si es que escuchan algo.
Volará a más de 18.000 metros a una velocidad de alrededor de 1.500 kilómetros por hora, pero que producirá a su paso un sonido tan fuerte como el cierre de una puerta de un automóvil --75 decibelios--, en lugar de la estampida sónica propia de aviones que vuelan por encima de la velocidad del sonido.