Miles de aves podrán ser avistadas en los cielos, zonas verdes y cuerpos de agua de los municipios, a donde llegan huyendo del invierno del Norte del continente americano en busca de refugio y alimento del trópico. Estarán hasta marzo de 2021.
Algunas pueden desorientarse y cansarse en su camino, por lo que se pueden encontrar indefensas y en peligro cerca al suelo.
Los ciudadanos pueden ayudar al animal y reportar estos casos a través de la línea telefónica de emergencias de fauna silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la Universidad CES o a otras Corporaciones Autónomas Regionales del país.
Hasta noviembre de 2020 llegarán al Valle de Aburrá y otras regiones de Colombia las aves migratorias, que vienen en recorrido principalmente desde Norteamérica y continúan al Sur del continente, buscando climas tropicales, refugio y alimento lejos del invierno. En marzo de 2021, retomarán su camino, esta vez hacia su lugar de origen.
Algunas especies solo van de paso y otras se establecen en las ciudades. Por esta época es común ver “nubes" de aves negras transitando por el cielo, por lo general compuestas de gavilanes, halcones y gallinazos de cabeza roja que, uno a uno, van bajando a descansar o a establecerse.
Estas multitudes incluyen principalmente individuos de gavilán aliancho (Buteo platypterus), gavilán langostero (Buteo swainsoni) y halcón peregrino (Falco peregrinus).
También, algunas aves pequeñas y medianas comienzan a llegar a jardines, cebaderos y bordes de las quebradas, como el caso de las reinitas (del género Setophaga), las pirangas (de las especies Piranga rubra, Piranga flava y Piranga olivacea), los cucos americanos (Coccyzus americanus), algunos atrapamoscas de los géneros Empidonax y Contopus y zorzales buchipecosos (Catharus ustulatus).
En el río Medellín y los lagos y humedales de los municipios del Norte ya se están avistando también algunos chorlitos y andarríos (de las especies Tringa solitaria, Tringa melanoleuca y Actitis macularius), patos barraquetes (Spatula discors) y águilas pescadoras (Pandion haliaetus).
Y es común también ver y escuchar a las gallinas ciegas o guardacaminos (de las especies Antrostomus carolinensis), y Chodeiles minor que son aves nocturnas insectívoras que habitan cerca de caminos o en zonas verdes.
Aunque, por lo general, estos visitantes se adaptan bien a nuestras ciudades y ecosistemas urbanos, puede presentarse que se choquen contra ventanas o edificios o se encuentren fatigados en el suelo, vulnerables a ser atropellados, atacados por animales domésticos o capturados. Los animales que más frecuentemente son reportados son los cucos americanos (por agotamiento), las gallinas ciegas (por agotamiento y ataque de animales domésticos) y los zorzales (por colisiones).
Si encuentras un ave que no puede volar, sigue estas recomendaciones:
- Acercarse con calma y precaución y recogerla con suavidad ayudándote de una toalla o una manta.
- Ubicarla en una caja de cartón con orificios para que pueda respirar y ponerla en un lugar fresco, oscuro y silencioso, lejos de niños, perros y curiosos.
- Los animales silvestres, en especial si están vulnerables, se estresan muchísimo e incluso empeoran solo por el contacto y la presencia de las personas y animales domésticos. No los acaricies, no los cargues, no les hables: procúrales tranquilidad.
- No les des ningún alimento: cada ave tiene hábitos distintos.
- Comunícate con la línea de atención a emergencias del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la Universidad CES, llamando al número celular 3046300090, que atiende desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche de lunes a domingo.
- Reporta lo más rápido posible después de encontrar el animal: de lo contrario, podría no sobrevivir. Nuestro equipo técnico está altamente capacitado para reaccionar a estas situaciones. No conserves el animal: recuerda que la tenencia de animales silvestres es ilegal.
- En la línea de emergencias, te darán indicaciones si es necesario alimentar, manipular o trasladar al animal si es necesario.