Carlos Ruiz Méndez es un docente y músico con gran vocación por la enseñanza, que decidió fundar y dirigir el coro “Un Canto a la Naturaleza” de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), agrupación conformada por niños y niñas de Neiva comprometidos con la sensibilización y el respeto por los recursos naturales.
Ahora, varios infantes del departamento se han unido al coro y se presentan en diferentes escenarios, tocando instrumentos como xilófonos, ‘marranas’, bajos, esterillas y tambores, elaborados con residuos de latas, tubería, botellas y tapas de gaseosa.
“A través del coro queremos mostrar que nosotros como seres humanos necesitamos cuidar nuestra naturaleza. El coro lo conforma un grupo de niños y niñas que mediante la reutilización o reciclaje de diferentes materiales, han construido instrumentos musicales autóctonos de nuestra región”, indicó Ruiz Méndez, profesor de música y profesional de apoyo en educación ambiental de la CAM.
Este es el caso de Breiner Alexis Rivera, residente en la vereda Charguayaco de Pitalito, quien un poco incrédulo, asistió a un inusual taller de música, sin imaginarse que integraría la que se convertiría en la banda sensación por sus instrumentos musicales elaborados con materiales reciclados.
“Yo tocó el xilófono, el instrumento hecho con botellas de vidrio recicladas llenas de agua y pese a que al principio me dio pena, me di cuenta que las personas que integran y asisten a estos eventos también quieren lo que nosotros, cuidar el medioambiente y evitar que muera, entonces la inseguridad se fue”, relató el niño quien invitó a la comunidad a no botar las botellas, pues con estas se pueden crear diferentes elementos útiles.
De residuos a sonidos
Breiner y sus 24 compañeros residentes en Pitalito asisten a las clases de música en la Ecofinca El Recreo, donde queda ubicada la Fundación Vida al Río que lidera Dora Ruiz, quien además de sensibilizar a la comunidad en la protección de los ecosistemas de su región, viene enseñando a los pequeños a recolectar material reciclable y transformarlo en sonidos
“Inicialmente no fue muy agradable para ellos trabajar con los residuos, pero luego pintados con las aves de las diferentes especies que habitan la región y con la sensibilización que recibieron de la CAM, entendieron que juntos podemos transformar y convertir un residuo en arte, en música”, relató Dora Ruiz.
La mujer contó que el xilófono se creó a partir de las botellas de vino y gaseosa recolectadas; el bajo fue creado con tubos de PVC que sobraban en las fincas, lográndose recuperar y ensamblar para finalmente reproducir las notas musicales.
El llamado Cien Pies, un instrumento autóctono para entonar los rajaleñas, fue creado con tarros y tapas de botellas de gaseosa que le dieron el sonido característico, pasando así de usar la guadua a recipientes reciclados.
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“Hicimos la marrana que también es típica, con un tarro de límpido y dentro un globo que se infla y da el sonido a este instrumento, así como los tambores, que fueron creados a partir de las canecas de pintura, las cuales lavamos, giramos y buscando el sonido en una posición ideal”, explicó Ruiz.
Actitud frente al cambio climático
El coro un Canto a la Naturaleza nació con el fin de sensibilizar a niños y niñas, entre los 9 a 13 años de edad, acerca de lo que pueden hacer frente al cambio climático.
Es así como los días lunes y miércoles de 3:00 a 5:00 pm en la instalaciones de la CAM por medio de la música, se vienen tratando temas como el efecto invernadero, las energías alternativas, la protección de las especies silvestres, la conservación de los recursos naturales y las acciones que destruyen el patrimonio natural.
Por medio de las canciones, ligadas a la pedagogía musical, técnica vocal e instrumental, danza y actuación, los menores van aprendiendo en medio de la naturaleza que ofrecen las instalaciones de la máxima autoridad ambiental del Huila.
Coral y grupo musical
El coro cuenta también con un grupo de niños y niñas que mediante la reutilización o reciclaje de diferentes materiales, han construido instrumentos musicales autóctonos de la región, siendo este mismo trabajo, el que se viene llevando a cabo en la Fundación Vida al Río.
Actualmente se vine realizando un trabajo en conjunto con 50 estudiantes del Programa de Artes de la Universidad Surcolombiana con un teatro Musical que busca sensibilizar al público en el cuidado del planeta, con presentaciones que se realizarán en las instalaciones de la CAM y en la Universidad Surcolombiana.