En el marco del Foro Económico Mundial fue presentado un informe sobre las principales amenazas para el mundo entre las que se destacan múltiples crisis ambientales.
El cambio climático y la pérdida de naturaleza son dos de los principales riesgos que afrontamos como humanidad de acuerdo con el Informe Planeta Vivo 2022, elaborado por WWF.
Este informe detalla un descenso medio del 69 % en la abundancia poblacional relativa de especies animales monitoreadas de todo el planeta entre 1970 y 2018, con Latinoamérica registrando el mayor declive regional de la abundancia poblacional media (94 %). En cuanto a especies, las poblaciones de agua dulce muestran un mayor descenso general a nivel mundial (83 %).
Por su parte, la Organización Meteorológica Mundial ha catalogado al 2023 como el año más caliente desde que se llevan registros, una situación que debe llevar a que los líderes mundiales hagan drásticas correcciones de rumbo en cuanto a las ambiciones y acciones para luchar contra la crisis climática ocasionada por los humanos.
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WWF ha insistido en la urgencia de actuar frente a este escenario de múltiples crisis, en la necesidad de lograr consensos y enfocar nuestros esfuerzos para combatir estas amenazas, con el objetivo de reconstruir nuestra relación con la naturaleza.
El 2024 debe ser el año para restablecer la confianza y cumplir los compromisos, y el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), que se reúne esta semana en Davos (Suiza), emerge como un espacio clave en este sentido.
En su Informe de Riesgos Globales 2024, basado en las opiniones de más de 1.400 expertos en riesgos globales, formuladores de políticas y líderes de la industria, el WEF encontró que los cuatro riesgos más graves durante los próximos diez años serán:
1. Los fenómenos climáticos extremos.
2. Los cambios críticos en los sistemas de la Tierra.
3. La pérdida de biodiversidad.
4. El colapso de los ecosistemas así como la escasez de recursos naturales.
5. La contaminación.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, “los resultados resaltan una perspectiva predominantemente negativa para el mundo en el corto plazo, que se espera que empeore en el largo plazo”.
“Mientras que el 30 % de los expertos mundiales esperan una elevada probabilidad de catástrofes globales en los próximos dos años, casi dos tercios esperan que esto ocurra en los próximos 10 años”, se lee en el documento.
Para WWF resulta preocupante que el informe argumente que la cooperación en cuestiones globales urgentes podría ser cada vez más escasa, lo que subraya la importancia de la acción concertada y la colaboración para abordar las emergencias climáticas y naturales.
“Los riesgos ambientales siguen dominando el panorama en todos los marcos temporales. Este hallazgo del informe, reitera la urgencia en transformar nuestro sistema económico. Necesitamos una perspectiva integrada que reconozca la interconexión entre naturaleza y la economía para enfrentar estos desafíos”, menciona Ximena Barrera, directora de Relaciones de Gobierno y Asuntos Internacionales en WWF Colombia.
“Tratados como el Acuerdo de París y el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal deben ser asumidos como una prioridad y este año hay una ventana de oportunidad en el proceso de la actualización del Plan de Acción de Biodiversidad y la actualización de los compromisos climáticos. Hacer frente a las actuales crisis del clima y la biodiversidad exige esfuerzos concertados y coordinados para descarbonizar las economías, invertir la pérdida de naturaleza, adaptarse al cambio climático, garantizar la seguridad alimentaria y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, agregó Barrera.
“Tenemos una oportunidad única de generar los cambios que nos pide el planeta, fortalecer los compromisos y construir un futuro positivo para la naturaleza y las generaciones futuras”, puntualizó.