Fitch Ratings anunció un cambio en su evaluación de la economía colombiana, pasando de una perspectiva estable a una negativa. La entidad confirmó la calificación de riesgo crediticio a largo plazo en moneda extranjera del país en 'BB+'.
La perspectiva negativa se debe al deterioro de la posición fiscal de Colombia y a las inciertas perspectivas de medidas correctivas. El balance fiscal del gobierno central para 2024 fue del 6,7% del PIB, muy por debajo de las previsiones de Fitch del 5,6% del PIB, principalmente debido a la escasez de ingresos y a la incapacidad de implementar recortes de gasto compensatorios.
Como resultado, la deuda del gobierno general (GG) respecto al PIB aumentó a un estimado del 58% desde el 53% en 2023. Fitch cree que los riesgos fiscales están sesgados hacia la baja, ya que el gobierno seguirá luchando por cumplir los objetivos fiscales y la deuda seguirá aumentando durante el período de pronóstico.
Las calificaciones de Colombia están respaldadas por un historial de estabilidad macroeconómica y financiera, respaldado por un banco central independiente con un régimen de objetivo de inflación y una moneda flotante libremente.
Sin embargo, las calificaciones están limitadas por los altos déficits fiscales y las inciertas perspectivas de consolidación necesarias para estabilizar la deuda/PIB, una alta carga de intereses y una alta dependencia de las materias primas.
Incertidumbres fiscales
La clasificadora prevé dificultades para que el gobierno cumpla con el objetivo de la regla fiscal revisada este año, dado que proyecta que los esfuerzos de la administración tributaria producirán un 1,4% de ingresos adicionales que Fitch espera que sea poco probable que se logren.
Considerando esta incertidumbre en los ingresos y un punto de partida peor de lo esperado para 2025, Fitch ha aumentado sus proyecciones de déficit del gobierno general para 2025 y 2026 a 6,2% del PIB y 5,8%, respectivamente (desde 5,1% y 4,7% anteriormente).
Fitch ve riesgos fiscales a la baja incluso en sus proyecciones revisadas debido a un posible bajo rendimiento de los ingresos y la renuencia de la administración Petro a sacrificar sus prioridades de gasto.