DISPUESTO a firmar ya “el acuerdo sobre minerales y seguridad” se declaró el mandatario de Ucrania, Volodimir Zelenski en carta que envió ayer al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tan solo cuatro días después de que protagonizara un altercado verbal en el Casa Blanca, poniendo en duda su voluntad para poner fin a la guerra que libra con Rusia desde febrero de 2022.

El anuncio lo hizo el presidente Trump en su discurso ante el Congreso de Estados Unidos donde presentó un pormenorizado balance de sus 43 días de gestión. “Recibí esta mañana una carta "importante" del presidente de Ucrania en la que dice que está preparado para sentarse a la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar una paz duradera", lo que incluye firmar el acuerdo sobre las llamadas tierras raras.

"Valoramos mucho lo que Estados Unidos ha hecho para ayudar a Ucrania a mantener su soberanía e independencia. En cuanto al acuerdo sobre minerales y seguridad, Ucrania está dispuesta a firmarlo en cualquier momento que le resulte conveniente", reza la carta, según informó el presidente republicano.

Tras agradecer la misiva, agregó que “al mismo tiempo hemos tenido conversaciones serias con Rusia y hemos recibido fuertes señales de que están listos para la paz… Estamos trabajando incansablemente para poner fin a este salvaje conflicto".

"Millones de ucranianos y rusos han muerto o resultado heridos innecesariamente en este conflicto horrible y brutal, sin un final a la vista", lamentó Trump en su discurso, al tiempo que recordó que "Estados Unidos ha enviado cientos de miles de millones de dólares para apoyar la defensa de Ucrania, sin seguridad, sin nada".

El presidente estadounidense no dio más detalles sobre posibles nuevos pasos o medidas, como tampoco hizo referencia alguna a la propuesta de una tregua aérea y marítima con Rusia, así como “arreglar las cosas” con Estados Unidos que Zelenski hizo en la tarde de ayer.

En ese sentido planteó que "las primeras etapas podrían ser la liberación de prisioneros y una tregua en el cielo, (con) prohibición de misiles, drones de largo alcance, bombas contra infraestructuras" civiles, sobre todo energéticas, y "una tregua en el mar inmediatamente, si Rusia hace lo mismo".

Trump también hizo referencia al histórico acuerdo que, con su mediación, se logró entre Israel y Hamás, con lo que “estamos trayendo a los rehenes de Gaza” y vaticinó un futuro más próspero y pacífico para Oriente Medio.

En cuanto a otro tema prioritario en la agenda exterior, el presidente republicano dijo que Estados Unidos ha comenzado a recuperar el canal de Panamá después de que una compañía de Hong Kong acordara ceder su participación en la vía intraoceánica y otras instalaciones portuarias a un consorcio estadounidense.

"Para mejorar aún más nuestra seguridad nacional, mi administración va a recuperar el canal de Panamá, y ya hemos empezado a hacerlo”, aseguró Trump, agradeciendo al Secretario de Estado, Marco Rubio, el trabajo que ha hecho en ese sentido.

De otra parte, reiteró que desea que Groenlandia sea "de una forma u otra" propiedad de Estados Unidos, al tiempo que prometió a la población de ese territorio autónomo danés que los mantendrá "a salvo".

"Lo necesitamos realmente para la seguridad mundial internacional... y creo que lo vamos a conseguir. De una forma u otra vamos a conseguirlo", dijo. "Juntos, llevaremos a Groenlandia a niveles que nunca antes habían creído posibles", añadió.

En su discurso, el más largo de un presidente estadounidense ante una sesión conjunta del Congreso, con una duración de una hora y 40 minutos, Trump hizo un balance detallado de sus primeras seis semanas de mandato, reiterando que la “era dorada” de Estados Unidos acaba de comenzar.

“Hemos logrado en este periodo más acciones de las que la mayoría de las anteriores administraciones han logrado en años y apenas estamos comenzando. Vuelvo aquí para reportar que el sueño americano está surgiendo más grande y mejor que antes”, dijo el mandatario estadounidense al comenzar su prolongado discurso, en el que hizo un recuento de las principales acciones emprendidas desde su primer día de gobierno para enfrentar  los retos de sus temas prioritarios: reducir la inflación, recortar el gasto federal, frenar la inmigración ilegal, recuperar la seguridad fronteriza, defender la producción nacional y propiciar el fin de la guerra en Europa y en Oriente Medio.

Tras recordar que el 5 de noviembre recibió un mandato claro, “como nunca se había visto en décadas”, porque no solo ganó 312 votos electorales, sino que se impuso en los siete estados pendulares y el voto popular, Trump informó que en estas seis semanas ha firmado 100 órdenes ejecutivas y adoptado más de 400 medidas que tienen como fin “devolver el sentido común, la seguridad y la riqueza al país…Estoy haciendo el trabajo para lo que el pueblo me eligió”.

En ese momento fue interrumpido por los gritos de un legislador demócrata, cuya bancada protestó manteniendo silencio y esgrimiendo pequeños carteles que decían “falso”. La respuesta fue un coro al unísono de “USA”, el lema de campaña republicana.

El presidente del Congreso llamó al orden y ante la negativa del congresista demócrata por Texas, Al Green, de cesar sus abucheos contra Trump, fue invitado a abandonar el recinto.

Así se superó la tensión inicial y si bien la bancada demócrata se mantuvo callada y en sus respectivos lugares, los republicanos aplaudieron reiteradamente uno tras uno de los apartes del discurso, especialmente cuando el presidente destacó el gran trabajo hecho en la frontera sur, ya que “en este primer mes, los cruces de ilegales fueron, de lejos, los más bajos más registrados” y que su política para enfrentar esta crisis “persuadió a muchos de no venir”.

Trump reiteró que su administración luchará “por traer el cambio que el país necesita” y en esa línea hizo un recuento de los primeros pasos que dio, como congelar las contrataciones federales y la ayuda exterior, retirar a EE.UU. del Acuerdo de París, de la OMS y del Consejo de Derechos Humanos, terminar con las restricciones ambientales de su antecesor Biden y “con el mandato loco que impedía la producción estadounidense de automóviles”.

“No más woke”

A renglón seguido aseguró que “una revolución del sentido común” y que “nuestro país ya no será más woke”.

Así enumeró varios pasos que ha dado como remover la política de raza y género de las escuelas, el reconocimiento en el país de dos géneros (masculino y femenino), y la prohibición al gobierno federal de “financiar, patrocinar, promover, asistir o apoyar” los procedimientos de transición para los menores de 19 años.

Insistió en que “vamos a sacar lo woke de nuestras escuelas, de nuestro ejército y de nuestra sociedad. Lo woke se ha ido”, aseguró el líder republicano.

Tras delinear las acciones que ha tomado y las que implementará para otra de sus prioridades, como lo es rescatar la economía”, hizo referencia a los aranceles que a varios productos de México y Canadá comenzaron a operar ayer, así como a China.

"Los aranceles no solo sirven para proteger los empleos estadounidenses. Sirven para proteger el alma de nuestro país", dijo Trump, aunque reconoció que "habrá algunas perturbaciones".

"Otros países han utilizado aranceles contra nosotros durante décadas, y ahora es nuestro turno de comenzar a usarlos" contra ellos, sostuvo citando a Brasil, la Unión Europea, China, India, México y Canadá, entre otros.

Trump impuso restricciones a sus vecinos porque, según él, "han permitido que el fentanilo entre" en Estados Unidos "en niveles nunca antes vistos antes".

Asegura que los carteles de la droga mexicana representan "una grave amenaza" a la seguridad nacional, trafican con este opiáceo sintético, que causa decenas de millas de muertos al año en territorio estadounidense, y cometen violaciones y asesinatos.

"Los carteles están librando una guerra contra Estados Unidos, y es hora de que Estados Unidos libre una guerra contra los carteles, que es lo que estamos haciendo. Incluimos a varios de ellos en la lista de organizaciones terroristas", señaló.