UNA DISMINUCIÓN de 15,2% registró la llegada de inversión extranjera directa en el país, al registrar US $14.234 millones en 2024, es decir US $2.559 millones menos, la peor en el país desde la pandemia del covid-19.

De acuerdo con el informe del Banco de la República, los ingresos de capital extranjero se estimaron en US $19.460 millones, inferiores en US $2.647 millones respecto a lo ocurrido un año atrás. Asimismo, se presentaron inversiones extranjeras de cartera por US $2.888 millones, desembolsos de préstamos y otros créditos externos por US $2.338 millones.

La distribución por actividad económica de la IED recibida en el trimestre fue la siguiente: servicios financieros y empresariales (31%); minería y petróleo (25%); industria manufacturera (14%); comercio y hoteles (13%); electricidad (6%); y el resto de sectores (11%).

De acuerdo con los datos revelados de la balanza de pagos, de 10 sectores en los que se agrupa la actividad económica, en 6 cayó la inversión extranjera, en tanto que hubo 4 en donde hubo aumento durante el año.

La inversión cayó en el sector petrolero; agricultura, caza, silvicultura y pesca; explotación de minas y canteras; industrias manufactureras; transportes, almacenamiento y comunicaciones, y en servicios comunales sociales y personales. Entre tanto, hubo aumentos, en comparación con el 2023, en electricidad, gas y agua, construcción, comercio al por mayor y al por menor, restaurantes y hoteles, y en servicios financieros y empresariales.

Individualmente, la mayor reducción de un sector en la IED que se recibe en el país fue en transportes, almacenamiento y comunicaciones, con una caída de 70,1%, al pasar de US $1.025 millones invertidos en el 2023 a solo US $306 millones en el 2024.

En petróleo

Por ejemplo, según Campetrol, en el acumulado de los tres primeros trimestres del 2024, la IED petrolera sumó $1.822 millones, valor inferior en $779 millones (30% menos) comparado con el mismo periodo en el 2023.

“Hemos enfrentado grandes retos para la industria, como los desafíos de orden público que han impactado la producción, la caída en la actividad de perforación de pozos (en especial de los exploratorios), la no firma de nuevos contratos de exploración y producción, y el incremento en la carga tributaria para las empresas operadoras”, según Nelson Castañeda, presidente ejecutivo de Campetrol.

Ricardo Triana, director del Consejo de Empresas Americanas (CEA Colombia), resaltó que este sector aún tiene gran potencial, pero advirtió que la claridad regulatoria y la estabilidad normativa son esenciales para atraer nuevamente a los inversionistas.

“Si bien el 2024 fue un año desafiante, con una disminución en los flujos de IED, Colombia sigue teniendo un gran potencial para atraer inversión, pero es fundamental garantizar la seguridad jurídica, mejorar la infraestructura y eliminar barreras burocráticas para ser un país más competitivo, especialmente en el contexto del nearshoring. Cabe resaltar que, competimos no solo con países de América Latina como México en este ámbito, sino también a nivel global”, dijo Triana.

Sectores

Además, según el director, sectores como energía, tecnología y minerales estratégicos para la transición energética presentan grandes oportunidades que deben ser respaldadas con normativas claras y estables. Un diálogo claro y alineado entre el Gobierno y el sector privado será clave para consolidar a Colombia como un destino atractivo para los inversionistas en 2025, insistió Triana.

Por otro lado, Diego Montañez-Herrera, analista económico y magíster en Economía de Eafit, señala que la caída en la IED no solo refleja problemas estructurales en sectores clave, sino también una creciente preocupación de los inversionistas por las finanzas públicas de Colombia.

“Están exigiendo primas más altas para mantener la deuda soberana, lo que complica aún más el panorama económico”, señaló.

Un dato preocupante adicional es la reducción del 98,9% en las inversiones de colombianos en el exterior. En diciembre, las salidas de capital sumaron solo US $4 millones, lejos de los US $358 millones registrados en el mismo mes de 2023. Este cambio refleja un ajuste significativo en las estrategias de inversión ante la incertidumbre económica.

De cartera

De acuerdo con el informe del Banco de la República, por inversión extranjera de cartera, en el 2024 se recibieron inversiones extranjeras de cartera por US $2.888 millones, resultado de colocaciones de títulos de deuda de largo plazo en los mercados internacionales (US $3.329 millones) y ventas netas de instrumentos financieros en el mercado local por parte de no residentes (US$ 441 millones).

Por concepto de créditos externos y otros pasivos, en el 2024 el país recibió desembolsos netos de créditos externos por US $2.338 millones. Un año antes, se recibieron US $4.197 millones. El sector privado recibió desembolsos por US $4.519 millones y el sector público realizó amortizaciones por US $2.181 millones.

En otro orden, durante el cuarto trimestre de 2024, la cuenta corriente de la balanza de pagos del país registró un déficit de US $2.240 millones, mayor en US $586 millones al valor reportado en el trimestre inmediatamente anterior. Este comportamiento se explica principalmente por el mayor déficit del comercio exterior de bienes y servicios.

Por su parte, la cuenta financiera, incluyendo un aumento de las reservas internacionales por US $682 millones, registró entradas netas de capital por US $1.784 millones, superiores en US $708 millones a las reportadas en el tercer trimestre de 2024. Las entradas de capital alcanzaron el 1,7% del PIB trimestral, mayores en 0,7% a las observadas en el trimestre inmediatamente anterior. Se estimaron errores y omisiones por US $457 millones.

Balanza de pagos

Según el informe, por componentes de la balanza de pagos, el déficit corriente (US $2.240 millones) se origina en los balances deficitarios del rubro de renta de los factores (US $3.184 millones), de la balanza comercial de bienes (US $2.772 millones) y la de servicios (US $491 millones). Los resultados anteriores fueron compensados parcialmente por los ingresos netos de transferencias corrientes (US $4.206 millones).

Reporta el Emisor, que entre octubre y diciembre de 2024 para la cuenta financiera del país, incluyendo activos de reserva, se estimaron entradas netas de capital por US $1.784 millones, cifra superior en US $708 millones a la observada un trimestre atrás. Estas entradas se explican por ingresos de capital extranjero (US $7.048 millones), salidas de capital colombiano (US $4.426 millones), pagos de residentes a no residentes por pérdidas en operaciones de derivados financieros (US $157 millones), y por el aumento de las reservas internacionales por concepto de transacciones de balanza de pagos (US $682 millones).

Déficit de cuenta corriente

Según el informe del Banco de la República, por componentes de la balanza de pagos, el déficit corriente del país en 2024 (US $7.412 millones) se originó en los balances deficitarios de los rubros de renta de los factores (US $13.153 millones), de comercio exterior de bienes (US $9.160 millones) y del comercio exterior de servicios (US $606 millones).

Los resultados fueron compensados parcialmente por los ingresos netos de transferencias corrientes (US $15.507 millones).

En comparación con lo ocurrido un año antes, el balance deficitario de la cuenta corriente disminuyó US $873 millones, explicado por el incremento en los ingresos netos por transferencias corrientes (US $2.585 millones), la reducción del déficit en la balanza comercial de servicios (US $361 millones), así como en los menores egresos netos del rubro renta de los factores (US $279 millones). Estos resultados fueron compensados parcialmente por la ampliación en el déficit comercial de bienes (US $2.353 millones).