
EL SECTOR de la data centers y call centers, agrupados en el sector de BPO, tendrá un duro impacto de ser aprobado el proyecto de reforma laboral que cursa en el Congreso.
La Asociación Colombiana de BPO, BPrO, manifiesta su profunda preocupación por los efectos adversos que la reforma laboral podría generar en la competitividad del sector y en la creación de empleo formal en Colombia. Si bien es fundamental modernizar las condiciones laborales en el país, la propuesta en discusión introduce rigideces y sobrecostos que comprometerían la sostenibilidad de la industria, incrementando las barreras de contratación y limitando la capacidad del sector para seguir impulsando el empleo formal.
Entre los aspectos más preocupantes, la reforma introduce cambios que afectan la flexibilidad laboral y la viabilidad del contrato de aprendizaje, impactando tanto la productividad de las empresas como la formación del talento joven.
Por un lado, la propuesta restringe los contratos a término fijo y por obra o labor, eliminando herramientas clave para que sectores dinámicos como el BPO puedan ajustarse a la demanda del mercado.
Igualmente, la reducción de la jornada laboral a 42 horas semanales para 2026, que ya se está implementando en el país, y el incremento del recargo nocturno al 35% desde las 7:00 p. m., incluido en la propuesta, posicionan a Colombia entre los países con los horarios diurnos más cortos y los recargos nocturnos más altos de la región, restándole competitividad frente a otros mercados. Según estimaciones del Banco de la República, el costo adicional de estas medidas oscilaría entre $2,3 y $6,1 billones, impactando especialmente a sectores generadores de empleo como BPO, comercio, servicios de alimentación y turismo.
Adicionalmente, la reforma modifica el contrato de aprendizaje, equiparando al aprendiz con un trabajador formal y formado, lo que incrementa las obligaciones económicas para las empresas no solo por la carga de enseñanza, sino también por los costos asociados a la curva de aprendizaje natural. Esta disposición desincentiva la contratación de aprendices y afecta la formación de talento joven, reduciendo su acceso a oportunidades laborales.
“La reforma, lejos de fortalecer la empleabilidad, introduce sobrecostos que dificultan la contratación de aprendices y afectan la competitividad del sector. Es fundamental que cualquier ajuste normativo tenga en cuenta la realidad del mercado, las nuevas formas de trabajo y las necesidades del talento joven en formación”, afirmó Ana Karina Quessep, presidente ejecutiva de BPrO.