
“TENEMOS LA nevera llena y el 35% de la población no tiene las tres comidas diarias y eso es grave”. Con esta frase, Nelson Castañeda, presidente de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol), describe a EL NUEVO SIGLO la situación en que se encuentra el país con el sector de hidrocarburos, que tiene petróleo y gas, pero el gobierno prefiere no explorarlo, pero sí someter a la población a incrementos en las tarifas de los combustibles.
Sin duda, Colombia es un país con petróleo y gas, que hasta hace unos años podría mostrar una autosuficiencia energética, con enormes reservas, pero que hoy está sacrificando ese gran potencial, por dejar que la política y la ideología se antepongan al desarrollo que puede ofrecer la ciencia y la tecnología.
La transición
Por seguir una política de construir una transición energética y renunciar a ‘rajatabla’ la explotación de combustibles tradicionales, hoy los hogares deben soportar el incremento en las tarifas de gas y los propietarios de vehículos a pagar más por la gasolina y el diésel.
Lo anterior, es el cruel panorama de una situación paradójica y de contradicciones. El gobierno renuncia al uso del fracking para explotar más esos recursos de combustibles convencionales, pero exhibe con orgullo que Ecopetrol aumentó su producción gracias al proyecto Permian, en Estados Unidos, y en el que se utiliza esta técnica para la producción de crudo, como lo describe Castañeda.
Y ante esta coyuntura, cuando en el país se deberían utilizar más taladros para la exploración de combustibles, hoy esa alternativa se desplomó, así como el desarrollo de los proyectos. Lo que ha conllevado que el país haya retrocedido en las reservas tanto de gas y petróleo, y que hoy esté prácticamente perdiendo esa autosuficiencia.
Importaciones
EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué hemos perdido la autosuficiencia energética?
NELSON CASTAÑEDA: Hemos perdido la autosuficiencia en gas. En petróleo aún la tenemos. La refinería la estamos cargando con petróleo equivalente, pues los barriles que producimos son superiores a las cargas de refinerías, pero nos toca exportar unos volúmenes y traer otros. Pero en gas la preocupación es grande porque ya estamos importando gas del orden de los 200 millones de pies cúbicos día. El año pasado importamos 214 millones de pies cúbicos día, además del consumo de gas colombiano, que fue del orden de los 958 millones de pies cúbicos.
Entonces, en gas ya perdimos la autosuficiencia energética y el gran reto es poder desarrollar los proyectos que se tienen hoy en día en el portafolio como el offshore y los no convencionales en el Magdalena Medio, ojalá muy pronto.
ENS: ¿Cómo nos podría describir el panorama de la pérdida de reservas de hidrocarburos en el último año?
NC: En petróleo las reservas de gas las tenemos para 7.1 años y para gas 6.1 años, esto significó una caída de 0.4 años para petróleo y de 1.1 años, que es el 15% para gas. Este es el segundo año consecutivo de caída del nivel de reservas de ambos hidrocarburos y más de 10 años en el de gas. Entonces, eso quiere decir que cada año se nos está cortando la autosuficiencia energética y eso prende las alarmas para que hagamos mucha más exploración. El reto está en que las reservas que hoy tenemos tienen muy baja participación de nuevos descubrimientos porque la exploración que estamos haciendo ha bajado considerablemente. En el año 2022 hicimos 93 pozos exploratorios, en el 2023 unos 51 y en el 2024 creo que no llegamos a 28 pozos exploratorios, A2 y A3 que son realmente pozos de alto riesgo en busca de nuevas reservas.
Entonces, el balance de reservas de petróleo y gas ha sido muy bajo en nuevos descubrimientos. Todo ha sido reclasificación, aumento del factor de recobro, deficiencias en la exploración, en la producción de los yacimientos actuales, pero el gran reto que tenemos es poder adicionar reservas nuevas para meterle mercado nuevo a la nevera porque si no la estamos desocupando.
Menos taladros
ENS: ¿Esa caída de las reservas explica el que haya disminuido tanto la actividad de los taladros?
NC: Claro porque los taladros desde noviembre de 2022 han caído más, los de perforación han caído más del 60%, teníamos 60 taladros en noviembre de 2022, hoy tenemos 23. Esos 37 taladros que están inactivos, además de no estar perforando y buscando petróleo, han impactado en el territorio a más de 30.000 personas entre directas e indirectas, pero esa baja actividad va amarrada a que si no buscamos no vamos a encontrar. Esta industria tiene un chance de éxito entre el 10% y el 20% de éxito comercial, y el éxito técnico puede estar entre el 30% y el 40%, pero el encontrar recursos o que tengamos muestras de hidrocarburos necesitamos que sean comercialmente explotables para que sea un descubrimiento comercial. Entre cada 10 pozos que se perforan, uno o dos son éxitos comerciales.
Incertidumbre
ENS: ¿Con esa situación y en la forma que usted conoce al sector, ve ya desconfianza de nuevos inversionistas que quieran entrar al sector?
NC: Creo que los inversionistas a nivel mundial revisan el panorama de cada uno de los países. Lo que se lleva el Estado en los contratos actuales con la sobretasa al impuesto de renta para petróleo, los volvió poco comerciales, poco atractivos. Encontrar un yacimiento de petróleo en donde el Estado se queda con el 80% entre impuestos, dividendos, utilidades, la sobretasa al impuesto de renta alcanza el 80%, y por eso las empresas miran otros países. Se están yendo para Ecuador, Argentina, Guyana, los mayores inversionistas están en Guyana buscando nuevas alternativas, ya Guyana nos superó en producción, Argentina igualmente, entonces más que desconfianza, hay incertidumbre, porque cada año cambian las reglas de juego.
ENS: ¿Y ahora con lo del Catatumbo hay más impuestos para el sector?
NC: Ya ahora el impuesto por la situación del Catatumbo en todas las exportaciones es 1% más de impuestos, el impuesto de timbre es otro 1%, todo eso genera incertidumbre y los inversionistas, pues miran todos los países y si nosotros le ponemos más impuestos, perdemos atractivo. Eso le quita flujo de caja a las compañías, cancelan proyectos que tenían presupuestados a arriesgar, porque todos estos son presupuestos de riesgo. Usted no tiene la certeza que va a encontrar petróleo cuando perfora un pozo exploratorio, puede perderlo todo en ese pozo, y la idea es que las empresas de exploración y producción o las operadoras tengan capital de riesgo disponible para poder apostar a un negocio de incertidumbre como es el de petróleo y el gas.
Menos proyectos
ENS: ¿Cuántos proyectos de exploración se han suspendido en los últimos dos años?
NC: Pues según el último informe de la ANH entre los contratos que están suspendidos el más importante es Comodo. Es un contrato que prácticamente la ministra del Medio Ambiente lo frenó, está también el proyecto de Sirius que tuvo también una tutela, todo eso retrasa los proyectos y los proyectos en los yacimientos no convencionales que están igualmente con dificultades.
Lo más importante es que el proyecto que nos iba a dar la posibilidad de un gas más tempranero, que es el proyecto Comodo, tiene una licencia ambiental que lo hace imposible de operar, y eso genera también incertidumbre para el proyecto de Sirius, que es el de Petrobras, porque dicen, si Comodo tiene esas restricciones, nos va a pegar a nosotros también ese tipo de restricciones, entonces genera una incertidumbre para todo lo que es el offshore, que aunque son contratos de entrada en producción de mediano plazo antes del 2029, empieza a generar la posibilidad de que se demore mucho más por efectos de esa incertidumbre.
Los contratos suspendidos hoy en día son alrededor de 35, por conflictividad social 12, orden público 7, ordenamiento territorial 3, consulta previa 3, trámites ambientales 3, y yacimientos no convencionales 7.
Contrasentido
ENS: ¿Es un contrasentido que mientras el presidente de Ecopetrol desatacaba el aumento de la producción, la mayor parte de ese crudo proviene de desarrollar el fracking con el proyecto Permian, de Estados Unidos?
NC: La verdad, uno creería que Ecopetrol desde el momento que entró a ese negocio tenía o tiene la estrategia de aprender de los no convencionales y hace más de 5 años tiene profesionales aprendiendo en Estados Unidos del tema y con afortunado éxito, porque hoy la producción de Ecopetrol se soporta en un 12% de los no convencionales del Permian. Ese tema es importante verlo a mediano plazo y es que Ecopetrol está adquiriendo conocimiento y es muy probable que en el futuro ese conocimiento sea aplicado al desarrollo de los no convencionales en Colombia, que tienen un potencial.
ENS: ¿Se está desperdiciando ese potencial?
NC: Lo ha dicho inclusive la Contraloría para tener gas 30 veces más de lo que hay hoy y para petróleo alrededor de 6 a 9 veces de lo que producimos hoy. Pero tenemos la experiencia ya aplicada. Es que mire, en el mundo se han perforado más de 2 millones de pozos, se han fracturado pozos horizontales con éxito, muy alto éxito, Argentina hoy en día está produciendo más de 700.000 barriles, Estados Unidos se volvió exportador de gas y Colombia tendría el potencial y el Magdalena Medio, en especial Puerto Wilches, puede ser la cuna de la reactivación energética de Colombia. Esperamos que todo ese conocimiento que está adquiriendo Ecopetrol en el corto plazo, en el mediano plazo se pueda implementar en Colombia con éxito como el de Estados Unidos y Argentina. Tenemos la esperanza de que ese sea el recurso que necesita el país para cerrar las brechas sociales.
Oportunidades
ENS: ¿Cuando vino el declive de Venezuela, un país por la excelencia productor de crudo, se pensó que Colombia podría aprovechar esa oportunidad para impulsar la producción?
NC: Yo creo que no hemos aprendido de las experiencias de los países que han tomado unas decisiones estratégicas. Si se revisa la experiencia de Noruega, que produce hoy el doble de petróleo que Colombia y cuatro veces el gas de Colombia, toda esa producción que se genera y la riqueza que genera la inyecta a un fondo soberano para inversiones en energías renovables y su país, que es un país pequeño de 5 millones de habitantes, es el que tiene la transición energética más acelerada del mundo.
Hoy en día ellos, inteligentemente cogen los recursos de petróleo y gas que no lo consumen en su país y lo exportan al resto del mundo y esos recursos los invierten en energías más limpias. Igualmente, Guyana, nos sorprendió que estuvimos hace un mes en Guyana, ya tiene un fondo soberano, está produciendo más de 600.000 barriles de petróleo y está cogiendo ese dinero y ahorrándolo para las futuras generaciones. Y eso podría hacer Colombia, generar un fondo soberano con los recursos no convencionales. Ya el mundo aprendió con prácticas de esta tecnología en otros países y lo que tenemos es que aplicarlo en Colombia para que podamos generar la riqueza en materia de generar mayores dividendos para Ecopetrol, para las compañías operadoras, generar mayores impuestos y con esos impuestos poder cerrar la brecha social de tantos colombianos que hoy no tienen las tres alimentaciones diarias y de tanta informalidad laboral que tiene el país.
ENS: ¿Qué tarea debería de hacerse ya entre el Gobierno y el sector privado para evitar que se agrave la crisis energética?
NC: Tenemos que reactivar los 35 contratos que están suspendidos, tenemos que trabajar en equipo gobierno, industria y territorios para que los bloqueos y los paros no sean el pan diario de cada día. El país ya podría producir más de 800.000 barriles si no tuviéramos bloqueos y paros en Arauca y en Puerto Gaitán todas las semanas y lo más importante es tomar decisiones de país, no de coyuntura ni de Gobierno ni decisiones ideológicas, sino basadas en ciencia y tecnología.

Recursos adicionales
El presidente de Campetrol, dice que “creemos que ya el tema está inventado en los no convencionales, que el país tiene que darse la oportunidad de revisar si lo que dicen los técnicos es cierto, tendríamos recursos de hidrocarburos para más de 30 años y eso generaría los ingresos vía impuestos que tanto necesita el país para cerrar las brechas sociales”.
Indica que “estamos convencidos de que únicamente salimos adelante si ponemos el tema en el centro de la mesa y no a un lado para que como país tomemos la mejor decisión controlando todos los temas ambientales, todos los temas de comunidades que puedan generarse en la implementación de proyectos estratégicos como el offshore que nos podría dar gas en 4 o 5 años o los no convencionales que nos lo podría dar en 1 o 2 años. Tendríamos la posibilidad de cargar la refinería de Barrancabermeja que ya necesita recursos frescos, barriles frescos, volúmenes frescos para alimentarla y que no pierda competitividad y que nos toque importar para poder cargar las refinerías y producir los combustibles que necesitamos en Colombia. Yo creo que el reto es no anteponer la ideología a la ciencia y a la tecnología y poder tomar decisiones de país basadas en lo científico y en lo técnico”.