Crisis fiscal pone a Colombia en lista negra de calificadoras | El Nuevo Siglo
Fitch Ratings fue la última calificadora en dar nota negativa a las perspectivas de la deuda del país. / AFP
Viernes, 7 de Marzo de 2025
Redacción Economía

Las calificadoras de riesgo comenzaron a mostrar preocupación ante el alto déficit fiscal del país, y sobre todo porque el Gobierno no encuentra el rumbo en el manejo de la economía.

Prueba de ello es que esta semana la firma Fitch Ratings decidió bajar la perspectiva crediticia de Colombia de Estable a Negativa, pero ya las otras dos calificadoras, Moody’s y S&P, tienen la misma nota.

Ante esta situación, el director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, Mauricio Salazar Sáenz, dijo en un concepto enviado a EL NUEVO SIGLO que “el presupuesto de 2025 fue calculado sobre un supuesto presupuestal de 2024 que no se realizó. Del presupuesto inicial de $502,6 billones sólo se comprometieron $456,5 billones. En ese orden de ideas, el PGN para 2025 de $523 billones fue planeado sobre supuestos que no se cumplieron”.

Señala el experto que “este presupuesto actual ya cuenta con un recorte de $12 billones y, coherente con lo que ya habíamos advertido, se necesitarán más recortes presupuestales durante 2025. El contexto es bastante preocupante, pues el recaudo está en niveles muy por debajo de los supuestos desde los cuales se realizó la planeación presupuestal, el endeudamiento del país subió desmedidamente durante 2024 y se reportó el cumplimiento de la regla fiscal, utilizando la estrategia de clasificar la caída del recaudo como Transacción de Única Vez”.

Advertencia

Asegura Salazar Sáenz que “bajo este contexto se da la advertencia de Fitch, que rebajó la perspectiva crediticia de Colombia a negativa, reflejando el alto nivel de incertidumbre sobre la sostenibilidad fiscal del país. A esto se suman las recientes declaraciones del ministro de Hacienda, quien confirmó que el Gobierno discute con el presidente la posibilidad de un nuevo aplazamiento presupuestal en 2025, adicional a los $12 billones ya aplazados a principios de este año. Aunque aún no se conocen los detalles concretos sobre el monto y los rubros afectados, se espera que el mecanismo sea similar al aplicado anteriormente”.

Ya en enero pasado, Standard And Poor’s (S&P), aunque mantuvo la calificación crediticia de Colombia de BB+ para sus títulos de deuda a largo plazo en moneda extranjera, y de BBB- para los denominados en moneda local, mantuvo su perspectiva en negativo por lo que, según la entidad, sorpresas desfavorables en las cifras de déficit fiscal o crecimiento económico podrían llevar a una rebaja en la nota de Colombia a BB en los próximos 12 meses.

Asimismo, en junio del año pasado la agencia de calificación crediticia Moody’s reafirmó la calificación de Colombia en Baa2, manteniendo el grado de inversión y dejó la perspectiva en negativa.

El cambio en ese momento de perspectiva se debe a las condiciones macroeconómicas retadoras que enfrenta el país, asociadas a un débil crecimiento económico, un incremento sostenido en el costo de endeudamiento del país que podría deteriorar el manejo fiscal y el perfil crediticio del país hacia adelante.

El plan financiero

Por otra parte, y un mes después de la publicación del Plan Financiero (PF) de 2025, en el que el Gobierno confirmó que el déficit fiscal de 2024 fue de -6,8 % y no -5,6 % del PIB, como se había estipulado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), Fitch Ratings bajó su perspectiva de la calificación crediticia de Colombia de estable a negativa, si bien mantuvo la nota en BB+. Con esto, las tres grandes calificadoras de riesgo, Moody’s, S&P y ahora Fitch, tienen al país con perspectiva negativa, dejando clara la alta probabilidad de una baja en la calificación a BB.

Luego que S&P ratificara la nota y perspectiva del país a inicio de año, dando un respiro a los temores fiscales, la publicación del PF los volvió a reactivar y Fitch tomó cartas en el asunto. En su comunicado, la entidad informó que el cambio en la perspectiva obedeció no solo al deterioro fiscal de 2024, sino también a la incertidumbre sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas ante la poca claridad sobre medidas para hacer frente a la situación.

De acuerdo con un análisis de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, “el debate pasa del cumplimiento o no de la regla fiscal, que por ley el Gobierno cumplió pese a que el CARF no dio visto bueno, al de la sostenibilidad de las finanzas públicas. Según Fitch, no se ven señales favorables, dado un presupuesto poco flexible y unos ingresos tributarios que mejorarán, pero no como lo espera el Gobierno”.

Fitch resaltó que el déficit de 2024 superó su expectativa y llevó la deuda del Gobierno General (GG) a 58 % del PIB. La calificadora fue enfática en que si bien los ingresos sorprendieron a la baja, la incapacidad del Gobierno de hacer ajustes contundentes en el gasto impidió que el deterioro de las finanzas públicas fuese menor.

Previsiones al alza

Así, con un presupuesto poco flexible, los déficits fiscales del país continuarían siendo elevados. En particular, Fitch revisó al alza su previsión de déficit fiscal del Gobierno Nacional Central (GNC) para 2025 de -5,1 % a -6,2 % del PIB y de -4,7 % a -5,8 % del PIB para 2026. Acá, alertan que el resultado podría ser peor si la meta de ingresos no se materializa. Además, su escenario no incorpora reformas tributarias adicionales en la actual administración.

Con altos niveles de déficit, la deuda del GG pasaría de 58 % a 62 % del PIB entre 2024 y 2026, superando la de sus pares de calificación de 55,4 % del PIB. Es más, la relación de pago de intereses sobre ingresos también se ubicaría por encima, dejando claro que la senda de sostenibilidad de las finanzas se encuentra comprometida, pues los ingresos no compensan el mayor pago por intereses. A su vez, teniendo en cuenta que 35 % de la deuda del GG está en moneda extranjera, deterioros de la tasa de cambio podrían empeorar la situación.

Como si fuera poco, para la calificadora, el paso de algunas reformas en el Congreso aumenta la presión fiscal. En este punto, resaltó que la reforma pensional tiene un costo fiscal anual de 0,3 % del PIB. En tanto, si bien la presión del gasto de la reforma al SGP estará en función de la ley de competencias, para Fitch la reforma sí traerá una mayor rigidez del presupuesto, que hoy en día ya ronda el 80 % del total del PGN.

Standard and poor's

Perspectivas

Con el panorama descrito, Fitch resaltó que la materialización de déficits fiscales persistentemente altos que erosionen la relación de deuda sobre PIB acarrearía una baja en la nota de Colombia. Sobre este punto, IE detalla que para 2025 el déficit fiscal, con alta factibilidad, terminaría por encima del -6,2 % del PIB proyectado por Fitch.

Por su parte, un deterioro de las perspectivas de inversión o de crecimiento económico de mediano plazo, acompañado de un alto desempleo y pobreza, también podría incidir a la baja en la calificación. Por el contrario, si el país logra una consolidación fiscal mediante la estabilización de la razón de deuda sobre PIB, o si los hacedores de política logran estrategias que impulsen la credibilidad fiscal y monetaria que beneficien el crecimiento económico, Fitch podría mejorar la nota del país.

De hecho, gracias a la estabilidad macroeconómica del país, la nota se mantuvo en BB+. Para la calificadora, el crecimiento repuntaría a 2,7 % en 2025 y la tasa de inversión mostraría un ligero repunte, si bien se mantendría por debajo del 22 % del PIB observado entre 2010 y 2020. Además, la inflación se ubicaría en el límite superior del rango meta del Banco de la República (BR) a finales del presente año, permitiendo que el BR lleve su tasa a 6,5 % hacia 2026. Además, el déficit de cuenta corriente permanecería cercano a -2 % del PIB, denotando una menor vulnerabilidad externa. En este frente, esperan que el BR siga aumentando sus reservas internacionales.

 

RECUADRO

Tomar medidas

Según los analistas del Banco de Bogotá, “la presente noticia es un llamado a las autoridades a tomar medidas certeras en el frente fiscal pues, de lo contrario, la estabilidad macroeconómica del país podría verse comprometida. Con tres perspectivas negativas, es casi un hecho que Colombia verá una baja en su nota si no se toman correctivos. A diferencia de antes, ahora dos de las tres calificadoras están preparadas para llevar la nota del país a BB, algo que repercutiría de forma negativa en el costo de financiamiento, no solo del país, sino de todos los agentes locales”.

 

DESTACADO

Para 2025 el déficit fiscal, con alta factibilidad, terminaría por encima del -6,2 % del PIB proyectado por Fitch