
El proceso de nacimiento, crianza y adaptación de 40 ejemplares de caimán llanero llegó a una fase de éxito con la puesta en libertad de estos individuos, los cuales les aportarán a los ecosistemas en los que habiten el equilibrio acuático ideal para su conservación y preservación.
“Hemos liberado estos ejemplares de caimán llanero en la Reserva Natural de la Sociedad Civil, Hato La Aurora, porque presenta las condiciones en materia de abundancia en el recurso hídrico, disponibilidad de presas para alimentar a los caimanes y sitios aptos para su reproducción, alejados de comunidades con las que puedan entrar en conflicto”, destacó Diana Carolina Mariño Mondragón, directora de Corporinoquia.
Al respecto, Ricardo Combariza, líder del área de fauna, de la Subdirección de Control y Calidad Ambiental de Corporinoquia, aseguró que las RNSC son “sitios ideales para cualquier liberación de especies de fauna, porque garantizan la protección y conservación de las especies, dadas las características ecológicas, de refugio, alimento y protección por parte de los titulares de las Reservas”.
Datos clínicos
En cuanto a la información clínica que Corporinoquia tuvo en cuenta para aprobar la liberación de estas especies de caimán llanero, están el haber superado:
- Un proceso de morfometría, cumpliendo la medición mínima de 90 centímetros y un peso de 10 a 15 kilogramos.
- Prueba de hematología: el análisis de cada una de las pruebas realizadas a los 40 caimanes arrojó que eran aptos para el proceso de liberación.
Importancia
- Regulan la población de peces carnívoros.
- Contribuyen a que haya nutrientes que alimentan los ríos del Orinoco.
- Fortalecen y nutren la producción pesquera.
- Con su cola, remueven parte de los sedimentos en el fondo de los ríos y caños, ayudando a que estos cuerpos de agua no se colmaten.
El caimán del Orinoco, o caimán llanero (Crocodylus intermedius), es una de las especies de cocodrilos más grandes del mundo, recuerda WCS Colombia. Añade que sus individuos, que pueden llegar a medir hasta siete metros de longitud, habitan exclusivamente en los ríos y caños que nutren las aguas de la gran cuenca del río Orinoco.
Con su presencia, el caimán llanero también contribuye a que existan toda una infinidad de nutrientes que alimentan la vida en muchos ríos orinocenses. A su vez, estos mismos nutrientes son parte de la dieta de muchos peces que también habitan en las aguas de esa región. Al final de la cadena trófica, todo este proceso natural fortalece y nutre la producción pesquera, beneficiando en primer término a las comunidades locales que dependen de ella.
El caimán del Orinoco se alimenta de otros animales que comparten su mismo hábitat, lo cual ayuda a controlar el número de individuos de estas poblaciones. Adicionalmente, Crocodylus intermedius remueve con su extensa cola parte de los sedimentos en el fondo de ríos y caños, ayudando así a que estos cuerpos de agua no se colmaten, es decir, a mantener su capacidad como estratégicos almacenadores y transportadores del recurso hídrico.
A comienzos del siglo pasado, los científicos estimaban que el número de caimanes llaneros en estado silvestre podría acercarse a los tres millones de individuos, cifra que se distribuía en tierras colombo-venezolanas en una franja cercana a los 600 mil kilómetros cuadrados. Sin embargo, a mediados de esa misma centuria, la caza indiscriminada para comercializar su piel redujo aceleradamente su población, llevándolo al borde de la extinción.
Desde 1998, Colombia cuenta con un “Programa Nacional para la Conservación del Caimán Llanero”, avalado por el Ministerio de Ambiente, el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Parques Nacionales Naturales, la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia (Corporinoquia), la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial de La Macarena (Cormacarena) y la Universidad Nacional, entre otras instituciones.