El informe titulado Estado Global del Aire 2020, publicado este miércoles, indicó que la contaminación del aire causó 6.67 millones de muertes a nivel mundial el año pasado.
Según el reporte, "la contaminación del aire es el principal factor de riesgo ambiental y su impacto total es superado solamente por la presión arterial alta (que causó 10,8 millones de muertes en 2019), el consumo de tabaco (8,71 millones) y riesgos alimentarios (7,94 millones)".
Respecto al número de muertes en recién nacidos, el informe indicó que la mala calidad del aire también provocó la muerte de cerca de 500.000 bebés en su primer mes de vida en todo el mundo durante el 2019.
El reporte agregó además que "debido a las restricciones causadas por la pandemia de coronavirus (COVID-19), el nivel de monitoreo de la calidad del aire desde satélites y en tierra ha mostrado reducciones sustanciales en las concentraciones de contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO2) y, en algunos casos, reducciones modestas en otros contaminantes”.
A pesar de esto, según el reporte, estos cambios positivos en la calidad del aire fueron solo temporales ya que, tras el levantamiento de las restricciones, las emisiones han aumentado rápidamente, borrando cualquier ganancia.
La pandemia de COVID-19 ha cobrado la vida de más de 1,13 millones de vidas en 189 países y regiones desde diciembre del año pasado.
Según información recopilada por Worldometer, considerado uno de los mejores sitios web de referencia para seguir las estadísticas de la pandemia, el número total de casos de coronavirus en el planeta ascendió este miércoles a 41.189.010, mientras 30.708.716 pacientes se han logrado recuperar.
El informe señaló además que los tres países con la exposición más alta a malas condiciones del aire en todo el mundo son India, Nepal y Níger, mientras que los tres países con la exposición más baja fueron Australia, Brunéi y Canadá en 2019.
“El mayor número de personas afectadas por la mala calidad del aire se encuentra en países del sur y este de Asia, la India y China", agregó el informe y concluyó que desde 2010, el uso de combustibles sólidos ha disminuido lentamente y de forma constante en la mayoría de las regiones, en particular en el sur de Asia y el sudeste y este de Asia y Oceanía.