Perspectiva. A paso seguro los animales cruzan vías del Llano | El Nuevo Siglo
LOS PASAFAUNAS más sencillos de instalar son los que usan los monos, porque constan únicamente de una cuerda.
/Cormacarena
Sábado, 4 de Marzo de 2023
Redacción Medio Ambiente

Las sirenas de las ambulancias que anunciaban el atropellamiento de algún miembro de las múltiples especies que enriquecen la fauna en el departamento del Meta, ya no retumban con la misma intensidad en los oídos de los pobladores.

El trabajo y la angustia de los médicos veterinarios de Cormacarena también se ha reducido significativamente, aunque Juan Sebastián Bohórquez Rodríguez dice que todavía hay mucho trabajo por realizar con la comunidad, y especialmente con los conductores, en materia de sensibilización para que respeten las señales de tránsito, sobre todo esas que contienen “dibujos de animales”.

El atropellamiento de fauna silvestre en las vías del Meta se había constituido en una de las principales causas de pérdida de biodiversidad. Por ello, en los últimos dos años las concesiones viales, en articulación con Cormacarena, pusieron manos a la obra y aumentaron la instalación de pasafaunas, que facilitan el paso seguro de los animales.

De acuerdo con el más reciente reporte de la Corporación, hay instalados 110 pasafaunas entre aéreos y subterráneos que están distribuidos en las carreteras que más alto riesgo representaban para los animales, entre ellas la que de Bogotá conduce a Villavicencio, o de la capital del Meta a los municipios de Acacías, Puerto López, Puerto Gaitán o Restrepo, y en algunos otros corredores viales con alto volumen de tráfico.

La vía Villavicencio-Yopal (Casanare), operada por Covioriente, dispone del mayor número de estas estructuras, con un total de 60 pasos para fauna entre puentes aéreos, lazos y túneles tipo box culvert, que se han establecido a lo largo de la carretera y que han contribuido a que los animales silvestres puedan desplazarse de un bosque a otro sin correr ningún peligro.

De igual forma, están en funcionamiento otros 50 pasafaunas en los sectores de Amarilo, Torres de San Juan, Balmoral, el Corredor Ecológico y la vereda Las Mercedes, en la capital del Meta; también en Chichimene, Restrepo y en los corredores viales entre Villavicencio-Bogotá y Villavicencio-Acacías.

Estas estructuras, construidas con losas, escaleras y algunas con mallas de protección, permiten que transiten micos fraile, iguanas, osos perezosos, puercoespines, tamandúas, entre otros ejemplares que son endémicos de esta zona del país y que los utilizan para buscar alimento, agua o refugio en los ecosistemas.

Drástica reducción

Juan Sebastián Bohórquez Rodríguez es médico veterinario zootecnista, especialista en gestión ambiental sostenible. Ha desarrollado cursos sobre el manejo y conservación de la fauna silvestre. Realiza actividades de conservación en Cormacarena en el departamento del Meta, “en las cuales como integrante del Grupo Bióticos adelantamos rescates, liberaciones, sensibilizaciones, socializaciones y operativos de control al tráfico ilegal de especies, entre otras”.

Esta labor la viene desarrollando desde hace ocho años en Cormacarena y recuerda que la idea de instalar los pasafaunas surgió “al ver que se presenta un desarrollo vial en el departamento y a nivel nacional importante para las regiones, pero que iba en contra de la seguridad de las múltiples especies que habitan los Llanos”, dice.

Agrega que “gracias a los trabajos de sensibilización, de responsabilidad ambiental y a la información de la comunidad, se logra con entidades privadas o concesiones que instalen estos pasos, los cuales contribuyen a conservar y a que los animales pasen las vías de manera más segura”.

“La construcción de estos pasafaunas varía en tiempo. Puede durar de un día, ya sea de uno que permite el paso de los monos (porque es solo tender una cuerda), a tres semanas, dependiendo de las herramientas. Cuando se requiere, por ejemplo, de mallas, maderas, guayas o cuerdas, esto tarda más tiempo. También hay que tener en cuenta la distancia, si es corta o larga”, explica.

El primer paso seguro que se construyó en el departamento del Meta está ubicado por la vía Balmoral, para que cruzaran principalmente los monos, y después de instalaron otros en diferentes puntos de la ciudad, como también en el área de Amarilo, en la vía Bogotá-Villavicencio, y en el área de Las Américas vía Villavicencio-Restrepo.

“La idea es continuar creciendo en este aspecto, que las vías del departamento sean cada vez más seguras para la fauna silvestre, por lo cual no tenemos un tope de pasafaunas a construir. La idea es tener el máximo”, dice Bohórquez Rodríguez.

Señala que han sido tan efectivos estos pasos “peatonales” para los animales, pues “se ha evidenciado una drástica disminución de accidentes de la fauna silvestre. Por ejemplo, en la vía Bogotá-Villavicencio hoy los casos son pocos, muy pocos, por no decir que ya no se presentan, al igual que en la vía Restrepo-Villavicencio”.



Más trabajo

“Los conductores ya por fortuna acatan las señales, si ven un paso entienden que puede haber fauna silvestre en la vía”, indica el médico veterinario de Cormacarena y explica que hay pasos aéreos para especies como los micos, otros terrestres para animales como osos hormigueros o las ranas”.

Pero, al igual que los humanos, los animales a veces no usan este tipo de estructuras y es ahí en donde los conductores colaboran.

Además, “hemos venido realizando trabajos de sensibilización, en los cuales invitamos a la comunidad para que conduzca de manera responsable, respete el paso de la fauna, le ceda el paso y acate las señales de tránsito”.

Asimismo, “muchas veces la comunidad ha intervenido, por ejemplo frenando el tráfico para que pasen los animales silvestres. Tenemos un caso de un oso perezoso en la vía a Puerto López, allí vimos la responsabilidad y sentido de pertenencia de la comunidad, porque lo ayudaron a pasar la vía”.

Explica que “entre las zonas más peligrosas, hablando a nivel general, la vía Villavicencio-Puerto López, es donde más se evidencian atropellamientos debido a la geografía, es una vía recta donde se conduce a altas velocidades y también por el flujo vehicular, más aún en la época del auge del petróleo, sumado a que hay una amplia biodiversidad, por ejemplo especies como el oso hormiguero gigante, zorros, ocelotes, babillas, entonces en ese sector es donde más accidentes se registran y principalmente en áreas fragmentadas con curvas y fuentes hídricas”.

“Muchos animales que han sido atropellados, afortunadamente se han recuperado, aunque algunos lastimosamente fallecen. Tenemos casos en que hormigueros se han recuperado, los hemos liberado y posteriormente se ha identificado que tienen crías. Ha pasado también con zorros o iguanas. Es un trabajo que hemos realizado con las concesiones como la de Oriente, Ovillanos y Coviandina”, resalta Bohórquez Rodríguez.

Indica que “el caso que más nos ha conmovido fue uno de un ejemplar neonato de hormiguero gigante, el cual fue atropellado junto a su madre, la cual lastimosamente terminó falleciendo. Él presentó algunos traumas, pero se viene recuperando y creciendo de manera satisfactoria”.

Las especies más afectadas en los accidentes de tránsito “son las de los reptiles, como el caso de las serpientes, babillas, iguanas, lagartijas, las ranitas, porque muchas veces no son percibidas en las vías, ya que son bastante pequeñas o no llaman la atención, como sí ocurre con mamíferos, ya sea por su tamaño, porque son más llamativos, el caso de los zorros, los hormigueros, ocelotes y, por último, también son afectadas las aves, ya sea porque son atropelladas directamente o porque caen en corrientes de aire por las altas velocidades y pierden capacidad de vuelo, por lo que chocan directamente contra los vehículos o el suelo. Por fortuna los pasafaunas han disminuido drásticamente los accidentes”, afirma Bohórquez.

EN EL Meta han sido construidos 110 pasos seguros para la fauna silvestre.