Investigadores de la Universidad Pontificia Bolivariana desarrollaron, a partir de la mezcla entre plástico y guadua, un material más amigable con el ambiente para la fabricación de elementos inmobiliarios, recreativos y deportivos.
Para esta investigación se empleó la fibra de Guadua, la cual fue usada por el Grupo de Investigación sobre Nuevos Materiales (Ginuma) de la UPB, para la fabricación de materiales compuestos, los cuales incluyen el uso de polímeros tanto vírgenes como reciclados reforzados con guadua (planta).
La guadua es un árbol nativo de la zona tropical del planeta y que se encuentra en países como Colombia, Venezuela y Ecuador. Sus tallos forman matorrales en suelos húmedos de las orillas de ríos, quebradas y demás áreas bajas y húmedas. Se caracteriza por sus excelentes propiedades físico-mecánicas, favorables para el uso estructural. Además, es un recurso sostenible y renovable porque se automultiplica vegetativamente.
Anteriormente, en la UPB se han realizado investigaciones con fibras naturales de banano, coco y caña, sin embargo, la guadua, por sus características, tiene propiedades mecánicas aptas para asumir ciertas condiciones en aplicaciones estructurales y reemplazar otros materiales.
Teniendo en cuenta procesos de reciclaje con estos materiales compuestos, podrían fabricarse nuevos elementos con aplicaciones en mueblería, estructuras básicas como toboganes, estructuras simples para gimnasios y en la industria arquitectónica. “Inclusive se ha planteado la idea para hacer autopartes de carros”, explicó Alexis García Guzmán, docente e investigador de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la UPB.
En la elaboración de nuevos materiales se emplean generalmente fibras artificiales como las de vidrio o carbono, sin embargo, se presentan múltiples desventajas como la disposición final de los residuos sólidos y el reciclaje de los mismos que evidencian la necesidad de buscar otras alternativas: “Tienen una implicación muy grande en el ambiente, afectan el ecosistema, afectan el desarrollo de la industria porque son mucho más caras, consumen más energía o provienen de fuentes no renovables. La idea es usar materiales más amigables con el medio ambiente”, indicó Alexis García.
Componente social y competitivo
La creación de materiales compuestos reforzados con guadua beneficia socialmente a los agricultores del Eje Cafetero, donde el cultivo de esta planta representa un desarrollo importante para la región. A su vez, las personas encargadas del reciclaje de los polímeros se convierten en recolectores de la materia prima que se reutilizará durante el proceso de elaboración, obteniendo como resultado final un material más amigable con el medio ambiente y con propiedades mecánicas específicas apropiadas para diferentes tipos de industrias.
Aunque ya se han elaborado materiales compuestos con fibras naturales, las metodologías de obtención son distintas, por lo tanto, los investigadores bolivarianos están en procesos para patentar sus procedimientos en compañía de otras universidades internacionales.
Los materiales compuestos fabricados con guadua generan beneficios sociales, ambientales y económicos para las comunidades, quienes participarían activamente en la producción o uso de los elementos reforzados con este tipo de materiales, considerando las ventajas de incluir fibras naturales en la creación de materiales alternativos que puedan emplearse en diversos contextos.
¿Qué es la guadua?
La Guadua es una de las 500 especies conocidas de las Bambuseas, que crecen en todos los continentes, excepto en Europa. El 90 % de ellas se encuentran en Asia y América. El género americano “guadua” comprende cerca de 20 especies.
En Colombia existen las especies: Guadua angustifolia y guadua latifolia. De la guadua angustifolia, que es la de más usos, se conocen en el Antiguo Caldas las variedades: guadua macana, guadua cebolla y guadua rayada. La guadua macana es la más empleada en la construcción, pues tiene las paredes más gruesas.
La guadua se ha empleado en Caldas y en la zona cafetera vecina, en la construcción de edificaciones en el medio rural y urbano. Un porcentaje importante de las edificaciones antiguas de ciudades como Manizales, aún existentes, han sido construidas en bahareque, que en general es una estructura de paneles de guadua y madera, con rellenos de barro (las más antiguas) y con recubrimientos laterales de esterilla de guadua, recubiertas con boñiga y en algunos caso revocados con morteros de cemento (las más modernas) o cubiertas con láminas de latón. También es usada en construcción de galpones, instalaciones para beneficio del café. /Fotos Universidad Pontificia Bolivariana