Miguel Ángel Díaz, presidente de la Confederación Nacional del Gremio de la Vigilancia Privada (Confevip), habló sobre las expectativas que tiene este sector para el nuevo año.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles son las expectativas del sector de la vigilancia para el 2023?

MIGUEL ÁNGEL DÍAZ: Esperamos que este año siga creciendo, porque si a este sector le va bien crece el empleo, crece la formalidad, la ocupación juvenil, las oportunidades para los discapacitados, para las mujeres y los mayores de 45; entonces se crea una sinergia muy positiva y es un buen síntoma para el país que este sector crezca. Queremos incursionar en el negocio de la seguridad de las cárceles municipales y departamentales, tal como lo tiene dispuesto la ley de seguridad ciudadana, sobre todo con la capacidad administrativa, operativa, incluso de construcción para solucionar un problema que tiene el país. Ya la Corte se pronunció en el sentido de que tienen un año para resolver los problemas de hacinación, de vulneración de derechos humanos y de cumplir con el acatamiento de la justicia.

ENS: ¿Cómo le fue a este sector durante el 2022?

MAD: Fue muy positivo, cerramos un año de un crecimiento ponderado de un 10 %, lo cual demuestra la fortaleza y la capacidad de innovación de prestación de nuevos servicios y de productos de la seguridad en escenarios, eventos públicos, donde la Policía antes prestaba el servicio. Hoy en día la seguridad privada es la que presta los servicios en los horarios nocturnos, en bares, discotecas, restaurantes. La seguridad cada vez es más importante desde que vimos que estaban atracando los restaurantes, los bares. La seguridad privada está allí para de verdad ser el blindaje de la sociedad, para proteger la economía, la producción, la diversión de la gente. Hoy se puede ir la gente tranquila, descansar en sus fincas, en sus paseos porque sus casas están seguras, porque tienen una alarma, una cámara, un vigilante. Entonces es un bienestar que se le brinda a la sociedad.

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ENS: Algunos congresistas quieren retirar el uso de animales para la vigilancia privada, ¿cuál es la posición del sector al respecto?   

MAD: En el imaginario está que las compañías de vigilancia explotan los caninos, que son maltratados, que sufren mucho al prestar el servicio, pero es el resultado de una información equivocada. Las empresas de seguridad trabajan con estándares de calidad mundial y cuentan con asesoría permanente, cuidado de los canes, protección; tienen un sitio donde habitan, donde duermen, donde descansan, tienen todas las comodidades de la prestación de este servicio. Cada perro tiene 200 millones de partículas olfativas, que no tiene el ser humano. ¿Cómo vamos a perder esa oportunidad, ese gran baluarte en la seguridad? Es un gran protector de la seguridad, la Policía y el Ejército del mundo los necesitan, por ejemplo, para la identificación de explosivos, para la identificación de cargamentos de drogas, para los rescates, para la vigilancia y protección de zonas complicadas donde no tiene acceso el ser humano. Y lo que estamos proponiendo es desmitificar ese proceso y, al contrario, mostrarle a la sociedad que las empresas de seguridad cuidan, protegen, quieren y estimulan a sus perros para que presten un excelente servicio, cuentan con apoyo psicológico, incluso un centro de retiro porque después de tres años de servicio ellos se retiran a disfrutar de su tranquilidad como si fueran perros pensionados.

ENS: ¿Cómo va el proceso para que la seguridad privada incursione en la vigilancia de las cárceles?

MAD: Vamos en un proceso muy bueno, pienso yo, porque los alcaldes ya tienen esa consciencia, ya han venido haciendo estudios de mercado, ya han venido solicitando propuestas de intervención de alianzas público privadas y ya se están empezando a manejar los primeros procesos en ciudades representativas como Medellín, Barranquilla,  Bucaramanga, Cali, donde la deficiencia y el hacinamiento es total. Yo pienso que en los primeros tres meses del año irán las primeras adjudicaciones.