García | El Nuevo Siglo
Sábado, 16 de Febrero de 2019

“La Promesa Incumplida” es un título que origina curiosidad cuando se refiere al capítulo de una obra dedicada a nuestro país. Se trata de ¿Cómo Mejorar a Colombia? 25 ideas para mejorar el futuro (Ariel, Universidad Nacional de Colombia, Editorial Planeta Colombiana, Bogotá, 2018), a cargo de Mauricio García Villegas (editor), autor del escrito entre comillas. García cita a José María Samper, compatriota del siglo XIX: “el Estado colombiano es un fenómeno de los grandes centros urbanos”, a lo sumo de “las villas o pueblos grandes” y, en esos lugares, “no hay repúblicas” pero sí poder personificado por gamonales, tinterillos y curas o sacerdotes.

Previa esta introducción, se indica que “la promesa incumplida” fue formulada por Simón Bolívar y demás próceres de la independencia: “construir una república unitaria, regida por la voluntad del pueblo y expresada en una sola ley” que sería la Constitución Nacional. Por el contrario, tenemos “dos países, uno legal y otro ilegal regidos por normas y poderes distintos” en los que hay informalidad, corrupción, virtud, desarreglo con violencia, clientelismo, ausencia de cultura nación y, mientras esto no se resuelva, narcotráfico, captura del sistema electoral, incapacidad para adelantar las requeridas grandes reformas; García Villegas acentúa la carencia de Estado en la  periferia, lo cual viene desde la Colonia, siguió en la fase republicana y se observó en la década de los setenta del siglo pasado en que surgieron poderes ilegales en la periferia v.g. guerrillas, narcotraficantes, paramilitares, políticos asociados.

Las instituciones colombianas desaparecen en las planicies bajas y las selvas. Buena parte de la periferia está en poder de los delincuentes y, también, zonas en las grandes ciudades v.g. Antioquia. Hay cuatro categorías de Estados Irregulares: 1) Estado local en disputa en el que los actores armados compiten con el Estado, 2) Estado local paralelo donde la guerrilla impera en lo rural y el Estado en lo urbano, 3) Estado local cooptado: normalidad aparente con instituciones municipales capturadas por las mafias o los terratenientes y 4) Estado local abandonado donde no hay actores armados y las autoridades municipales carecen de facultades directivas.

Las élites gobernantes se instalan en las ciudades y se olvidan de la periferia, se origina maridaje entre la clase política y los terratenientes y se obstaculiza la necesaria reforma agraria. Se sobrestima la importancia de los derechos y se subestiman los deberes, se perjudica el bien común por la falta de compromiso con el Estado. Se requiere controlar el territorio para consolidar la paz, las leyes no son suficientes, construir Estado legítimo en la periferia, usar Ejército, fiscales, supremacía de la ley, trabajo comunitario.