Muchos y de alto calado. Así son los retos que debe empezar a concretar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuya asamblea anual, prevista para el año pasado pero aplazada por la pandemia, comienza hoy en Barranquilla.
Será el estreno en este tipo de eventos del representante de Estados Unidos, Mauricio Claver-Carone, quien fue elegido presidente del ente multilateral, nombramiento que rompió la tradición del organismo de tener en ese cargo a un latinoamericano.
Como se dijo la reunión número 61 de Gobernadores y la 35 Asamblea del BID Invest se realiza en medio de la coyuntura más compleja del continente y el mundo en las últimas décadas. De allí que este cónclave, que congrega a 48 países y se realizará en el centro de eventos Puerta de Oro, a orillas del río Magdalena, obviamente con un mecanismo en gran parte virtual, tendrá que aportar soluciones concretas y urgentes a los estados miembro que están en pleno proceso de reactivación económica. Naciones que si bien avanzan en vacunación siguen teniendo la crisis sanitaria como su mayor amenaza.
Por eso, la tarea fundamental de Claver-Carone es lograr un consenso en torno a la propuesta de capitalizar al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en unos US$8.000 millones, como ya lo planteó la semana pasada ante el Senado de Estados Unidos, país que es el mayor accionista.
La Asamblea será el escenario ideal para que representantes de los países miembros aborden por primera vez, no solo los efectos que ha traído la pandemia y los retos de la recuperación de la economía, sino también el rol que jugará el banco en todo este proceso que no será tan rápido como estaba previsto, más aún en momentos en que el plan de vacunación en la región avanza de manera lenta.
Precisamente tiempo atrás el BID anunció que movilizará US$1.000 millones para apoyar a los países de América Latina y el Caribe en la tarea urgente de adquirir y distribuir vacunas contra el coronavirus. Estos fondos complementarán los US$1.200 millones en recursos que la entidad comprometió en 2020, así como otros recursos ya programados para 2021. Todo con el fin de apoyar a los países a salvar vidas a través de medidas de salud pública, como pruebas y rastreos más efectivos de covid-19, y una mejor gestión clínica de pacientes.
Según Claver-Carone “estamos ampliando nuestro apoyo para ayudar a los países de América Latina y el Caribe a garantizar el acceso oportuno a vacunas seguras. Los próximos meses serán críticos para alterar el curso de la pandemia y apoyar la recuperación en nuestra región, por eso estamos siendo audaces y proactivos”.
En su programa de ayuda, el BID dijo que va a apoyar a los países en tres áreas principales: la compra de dosis de vacunas a través de esfuerzos multilaterales como el mecanismo Covax o con negociaciones directas de los países con las farmacéuticas; el fortalecimiento institucional para ayudar a los países a desarrollar mecanismos efectivos para el despliegue de la inmunización; y las inversiones para fortalecer la capacidad de vacunar y financiar los costos operativos. Para ello, el banco trabaja ya en estrecha colaboración con otras instituciones, como la Organización Panamericana de la Salud.
Las ayudas
Ya el año pasado, la entidad y el BID Invest y BID Lab (todos del Grupo BID) llevaron adelante un esfuerzo “histórico” para ayudar a sus 26 países miembros en América Latina y el Caribe a afrontar el impacto económico y social de la pandemia así como para sentar las bases para la recuperación y el crecimiento sostenible, mediante la aprobación de la cifra récord de US$21.600 millones en nuevo financiamiento.
En respuesta a la necesidad sin precedentes de la región -la más afectada del mundo por la Covid-19-, el Banco reformuló sus procesos y agilizó sus operaciones, logrando aumentos del 11% en aprobaciones de préstamos con garantía soberana y del 55% en desembolsos, comparados con 2019.
En total, el BID aprobó US$12.600 millones para proyectos del sector público. BID Invest, el brazo del Grupo BID para el sector privado, complementó estos esfuerzos con US$9.000 millones (incluidos US$6.700 millones en aprobaciones y US$2.3 mil millones en movilización). Por su parte, BID Lab, la incubadora de innovación del Grupo, aumentó sus operaciones en un 40%, pasando de 90 a 126 proyectos, 20 de los cuales estaban relacionados con la pandemia.
Según la entidad, la respuesta del Grupo BID a la pandemia constituyó un total de US$8.076 millones y se centró en el financiamiento para satisfacer necesidades inmediatas de salud pública, garantías para las poblaciones vulnerables, productividad económica y empleo, y medidas fiscales para ayudar a mitigar los impactos económicos.
En su discurso sobre el estado del Banco ante el Directorio, Claver-Carone destacó iniciativas como la asistencia a los países para asegurar que contaran con equipo de protección personal (EPP) durante los primeros días de la pandemia y las garantías de ingresos mínimos para 750.000 adultos mayores en Bolivia.
La clave
El BID también proporcionó asistencia a países de Centroamérica y el Caribe que se vieron afectados por los huracanes Eta e Iota en noviembre.
“El 2021 será un momento crucial para que el Grupo BID demuestre su liderazgo en América Latina y el Caribe. Continuaremos trabajando con nuestros gobiernos para dar respuesta a la pandemia y reactivar el crecimiento económico mediante la creación de empleo y una mayor inversión en sectores dinámicos, como el nearshoring y la digitalización, al mismo tiempo que abordamos el cambio climático y cuestiones de género”, señaló el presidente del BID.
Sergio Díaz-Granados, director Ejecutivo del BID para Colombia y Perú, señaló que la reunión de este año tiene dos aspectos positivos muy importantes.
El primero, que Alberto Carrasquilla, Ministro de Hacienda, es el encargado de la presidencia de esta asamblea, por ser Colombia el anfitrión, posición desde la cual coordinará y facilitará las discusiones
Lo segundo, que dichas discusiones parten con la buena noticia de que ya fue presentada ante el Senado de Estados Unidos la iniciativa para lograr una capitalización del BID que, sin duda, le dará un mayor músculo financiero para apoyar a la región, en una coyuntura económica bastante complicada a consecuencia del coronavirus.
Según Díaz-Granados, el año pasado Colombia se consolidó como el tercer destino de las operaciones en Latinoamérica y el segundo en desembolsos del organismo multilateral, con lo cual se ratifica la importancia del Banco en el desarrollo del país.
Entre los asistentes a esta reunión figuran, además de Claver-Carone, los presidentes Iván Duque, de Colombia, y Jair Bolsonaro, de Brasil, y Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La agenda de Colombia
La gerente para Colombia de la Asamblea del BID y ministra de las TIC, Karen Abudinen, resaltó que “esta será una oportunidad de oro para atraer mayor inversión extranjera y posicionar a nuestro país y a Barranquilla, como epicentro de inversiones en la región, generando nuevas oportunidades para las empresas colombianas, lo que significará más empleos”.
Este espacio, denominado Circuito Colombia, se celebrarán cerca de 30 conversatorios, paneles y conferencias, distribuidos en cuatro ejes temáticos, que contarán con prestigiosos participantes especialistas en economía, infraestructura, salud, justicia y medio ambiente.
Entre los contenidos de la agenda se destacan:
- Resiliencia climática en Colombia y los países del Caribe, abordando el impacto de los huracanes en el Caribe colombiano y las labores de reconstrucción de las islas de San Andrés y Providencia.
- Infraestructura, tecnologías limpias y descarbonización
- Infraestructura y comercio, como claves en la reactivación y la recuperación de empleos post pandemia.
- Retos hacia la modernización y transformación digital de la justicia.
- Cambio climático y biodiversidad.
- Gobierno digital y equidad, abordando los asuntos de transformación digital, jóvenes e inclusión, la igualdad de género, la importancia de la diversidad y equidad racial.