Además de los emblemáticos frailejones, en los páramos de Colombia habitan cerca de 4.000 especies de plantas, una magia biodiversa que corresponde al 15 por ciento del total de especies registradas en el territorio nacional.
Sin embargo, reconocer las plantas del páramo no es una tarea sencilla, por lo cual el Instituto Humboldt elaboró una herramienta de fácil consulta y acceso para que aficionados, expertos y ciudadanía puedan acercarse más al universo de la botánica.
Se trata de la segunda edición de la Bitácora de Flora de los páramos colombianos, una guía visual de esos cuadernos en donde los científicos anotan avistamientos de especies, características del espacio, los objetos que están analizando o incluso como una guía de datos e ideas para sus investigaciones.
En este caso, en la Bitácora de Flora se presentan fichas con información sobre las diversas plantas de páramo, sus formas de crecimiento, familia, especie, autor que describió la planta por primera vez, nombre común con el que se conocen en los territorios, una breve descripción física que permite hacer la correcta identificación, su distribución geográfica y categoría de amenaza - un dato adicional para esta edición.
Según Hernando García Martínez, director del Instituto Humboldt, esta guía es un insumo clave para consulta de investigadores, autoridades ambientales, turistas y población local interesada en profundizar su conocimiento acerca de la flora del páramo, su distribución e interacción con otras plantas y animales.
“Incluye además las principales especies de plantas invasoras, con el ánimo de que sus usuarios puedan dar alertas tempranas sobre su presencia e iniciar las labores de control y posterior mantenimiento de la regeneración vegetativa”, dijo.
Las plantas de páramo, por las bajas temperaturas y alta radiación solar, han desarrollado estrategias de adaptación como vellosidades para mantener el calor y reducir la pérdida de humedad, así como la producción de ceras o pequeñas escamas.
“La mayoría tiene hojas pequeñas y rígidas y son comunes las formas como rosetas o individuos leñosos, muy eficientes al capturar la niebla e infiltrar el agua que va a alimentar los nacimientos de quebradas y ríos de las que se surten poblaciones que habitan en las partes bajas de la montaña”, precisó García.
Esta biodiversidad se ve amenazada a escala local, principalmente por la expansión de la frontera agrícola, la minería, la aplicación de agroquímicos, la introducción de especies de plantas invasoras como el pino, la acacia, el retamo, y por fenómenos globales como el incremento de temperaturas debido al calentamiento global.
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¿Cómo se usa la Bitácora de Flora?
La bitácora está disponible para descarga libre en el portal del Repositorio del Instituto Humboldt; puede visualizarse sin ningún problema en el celular o tableta y así llevarla en las salidas al páramo.
En su versión impresa, la Bitácora de Flora, segunda edición, cuenta con un pequeño cuadro de texto en el que se puede hacer anotaciones para que luego el usuario pueda retomarlas en casa y complementar los datos que obtuvo en campo.
Para ampliar esta información y conocer la guía de lectura, haz clic en este enlace “Paso a paso de Bitácora de Flora”
“Esperamos que esta publicación siga contribuyendo a una mayor apropiación social de este ecosistema y a qué todos los interesados, especialistas y aficionados se enamoren del páramo. Esperamos que esta guía se convierta en una herramienta útil para los diferentes actores que trabajan en pro de su conservación y desarrollo sostenible”, dijo César Marín, autor de la Bitácora de Flora.
Esta segunda edición fue lanzada con el apoyo del proyecto Páramos: Biodiversidad y Recursos Hídricos en los Andes del Norte, financiado por la Unión Europea y coordinado por el Instituto Humboldt.