Familiares de las víctimas del peor desastre ferroviario de Taiwán en décadas realizaron este sábado oraciones en el lugar del accidente, mientras los equipos de rescate retiraban los vagones destrozados del tren.

Según el último informe, el accidente que mató a 51 personas e hirió a casi 190, fue causada por un vehículo de mantenimiento que se habría deslizado por un terraplén hasta las vías. 

Se sospecha que el conductor no tiró lo bastante fuerte del freno de mano por lo que el vehículo se deslizó 20 metros hasta las vías del tren, sin embargo, el conductor del vehículo fue liberado bajo fianza después de haber sido interrogado por los fiscales. Se le prohíbe salir de Taiwán en espera de una investigación adicional.

Cerca de 100 familiares celebraron una emotiva ceremonia de oración cerca del lugar del accidente.

Contexto: Crece a 51 muertos en descarrilamiento de tren en Taiwán

Con respecto al hecho, el socorrista Chang Zi-chen, dijo que "el vagón número ocho fue el que más daños sufrió con más muertos"

"La mitad del vagón estaba abierto y los cuerpos estaban apilados", agregó. Los rescatistas pasaron horas extrayendo víctimas y sobrevivientes.

Entre los fallecidos se encuentra un ciudadano francés y dos estadounidenses, en tanto dos japoneses y un residente de Macao resultaron heridos. La víctima más joven tenía cuatro años.

Sobrevivientes dieron testimonio aterrador de su terrible experiencia dentro del tren.

"Vi cuerpos y partes de cuerpos por todas partes, es realmente devastador", dijo un hombre llamado Lo al periódico Apple Daily.

Morgues en Hualien trabajaron toda la noche preparando cuerpos para entregarlos a familias devastadas.

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Los pasajeros de la parte trasera del tren salieron ilesos. "Sentí como si hubiera habido una violenta y repentina sacudida y caí al suelo. Rompimos la ventana para subir al techo del tren y salir", declaró una mujer.

Los rescatistas trabajaron durante horas para socorrer a los pasajeros atrapados en el túnel. 

Duelo en el país

El Ministerio del Interior ordenó que todas las banderas se bajaran a media asta durante tres días, mientras que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, visitaba a los heridos en los hospitales de Hualien. 

"Las agencias gubernamentales están haciendo un esfuerzo total con la esperanza de minimizar el impacto del desastre para que los fallecidos puedan descansar en paz y los heridos puedan recuperarse pronto", agregó el ministro.