Pese a los altibajos que ha tenido al comienzo de este año, la economía colombiana ha logrado sobreaguar al impacto de la pandemia y los efectos de los suministros y problemas con mercados externos por la guerra en Ucrania.
Muestra de ello es que tanto el Banco de la República, como el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la OCDE, han revaluado sus últimas proyecciones.
Precisamente, la semana pasada el Banco de la República decidió elevar de 4,3% a 4,7% sus proyecciones para el crecimiento del 2022.
En su informe de política monetaria, el Emisor señala que “los indicadores disponibles muestran que la actividad económica mantiene el impulso que traía del año anterior. Mientras que el indicador de seguimiento económico (ISE) para enero señaló un crecimiento anual del 7,8%, la encuesta mensual de industria y comercio mostró que la actividad manufacturera presentó en enero una expansión anual del 15,1%, y las ventas reales del comercio minorista se incrementaron en 20,9%”.
De otra parte, el Banco considera que “la tasa de desempleo en el total nacional bajó de 15,5% en febrero de 2021 a 12,9% en febrero de 2022. En este contexto, el equipo técnico revisó al alza su pronóstico de crecimiento para 2022. Esta revisión implica en los modelos del equipo técnico que los excesos de capacidad productiva continuarían reduciéndose a un ritmo más rápido de lo previsto, especialmente si el producto potencial de la economía ha sido afectado por el rezago de la inversión y los fuertes choques de oferta”.
Banco Mundial
Respecto a las proyecciones de crecimiento en el país, el Banco Mundial espera que la economía colombiana crezca 4,3% en 2022; además el director del organismo para Colombia, México y Venezuela, Mark Thomas, ha resaltado la importancia de “hacer más verde el modelo de crecimiento, es decir, adaptar su desarrollo y canasta de exportaciones a las demandas de un mundo más bajo en carbono”.
Respecto a América Latina y el Caribe, el organismo multilateral dice que el crecimiento económico de la región se recuperó a un estimado de 6,7% en 2021, pero también se desacelerará en este 2022 a 2,6%, pero tomará un pequeño impulso en 2023 con un crecimiento del PIB de la región de 2,7%.
Fondo Monetario Internacional
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional, señala que las proyecciones de crecimiento de la economía colombiana serán superiores al 5,8%.
De acuerdo con el directorio ejecutivo del FMI, “la recuperación económica de Colombia en 2021 fue una de las más dinámicas en la región y se prevé que mantenga su ímpetu en 2022, impulsada por un firme consumo de los hogares y la continua recuperación de la inversión y las exportaciones”. Además, destacó que Colombia sería la economía que más crecería en el 2022 con un alza del 4,5% de su producto interno bruto, luego de un crecimiento de 10,2% en 2021, de acuerdo con las estimaciones del organismo económico.
Respecto a América Latina, la entidad dijo que la región estaría creciendo un 2,4% en 2022, lo que supone una rebaja de 0,6 puntos porcentuales frente a la anterior previsión (3%) que el organismo internacional pronosticó en octubre de 2021.
OCDE
De acuerdo con el último informe presentado, no hay cambios respecto a las perspectivas que se habían dado a conocer en diciembre de 2021. La organización estima que la economía colombiana crezca 5,5% para 2022 y 3,1% para 2023, de acuerdo a lo anunciado en la presentación de un nuevo estudio sobre el país. Así mismo, afirma que Colombia tiene pendiente mejorar el índice de desempleo, que terminaría según sus propias proyecciones en 11,8% al finalizar el año.
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El Gobierno
La proyección oficial de crecimiento de PIB dentro del plan financiero del Gobierno nacional es de 5% para el cierre de este año.
Sin embargo, el presidente Iván Duque afirma que el PIB en Colombia podría crecer hasta un 6%.
De otra parte, los directivos del Banco de la República señalan que “las expectativas de inflación han continuado aumentando para el corto plazo como lo mostró la encuesta mensual del Banco de la República. En ella los analistas económicos tuvieron, en la mediana, respuestas de una expectativa de inflación total de 6,42% para 2022 (4,48% en la encuesta de enero) y de 3,83% para 2023 (3,50% en la encuesta de enero)”.
Manifiestan que “los efectos acumulados de los choques recibidos se han visto también traducidos en un aumento de las diferentes medidas de expectativas de inflación a mediano plazo. En el caso de las medidas derivadas de los mercados financieros, entre enero y marzo las expectativas de inflación BEI (descontando primas de liquidez y de riesgo de inflación) aumentaron de 3,68% a 4,57% y de 3,65% a 4,14% para los plazos de 2 y 5 años, respectivamente”.
Respecto a las tasas de interés, señala el Emisor que “existe consenso en la Junta Directiva sobre la necesidad de seguir avanzando en el proceso de ajuste de la política monetaria, mediante un aumento de la tasa de interés que contribuya a mantener las expectativas de inflación en niveles acordes con la meta y a moderar la difusión de los choques de oferta y los aumentos en precios internacionales hacia otros rubros de la canasta familiar, tal como se refleja en el aumento de los indicadores de inflación básica”
El aumento de los intereses
En la última Junta Directiva del Emisor, cinco directores respaldaron un aumento de 100 puntos básicos en marzo, y consideraron que se trata de un ajuste significativo de la tasa de interés, que replica la decisión adoptada en enero y con lo que la cifra llegó a 5%. Estos directores estiman prudente mantener el ritmo de aumento que se utilizó en la Junta de enero, teniendo en cuenta la incertidumbre que rodea el contexto internacional, la necesidad de continuar con la recuperación del nivel de empleo y la importancia de preservar el fortalecimiento de la economía colombiana, luego del duro golpe causado por la pandemia.
Al mismo tiempo, juzgan que es un ritmo suficiente como parte de un proceso gradual para controlar el incremento de las expectativas de inflación, las cuales para 2023 y en adelante muestran un descenso frente a los niveles actuales de inflación. Estas menores expectativas sugieren que se mantiene la credibilidad en la política monetaria, y que la meta de inflación sigue siendo un ancla para la formación de precios.
Los directores perciben un riesgo de que los contratos nominales que actualmente se firman y suelen acordarse a un plazo de un año incorporen las mayores expectativas de inflación y agregan que el aumento persistente de los costos de producción podría afectar la capacidad productiva de la economía. Además, expresaron su preocupación respecto a que el retiro más acelerado de lo previsto del estímulo monetario en los Estados Unidos coincide con incrementos en las primas de riesgo para Colombia, este último asociado en gran medida a la incertidumbre política.