Mañana en la Comisión Tercera del Senado la legisladora María del Rosario Guerra realizará un debate sobre el impacto de la Ley 1816 de 2016 en la industria licorera. Esta norma estableció el régimen propio para el monopolio de licores.
De antemano a esta audiencia, Guerra destacó que a pesar de que el consumo en algunos licores ha bajado, los ingresos de los departamentos por el impuesto por el contrario aumentaron.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles son sus expectativas con el debate que citó sobre licores?
MARÍA DEL ROSARIO GUERRA DE LA ESPRIELLA: La Ley 1816 modificó sustancialmente la manera cómo se define el precio y se definen los tributos para los licores en el país. Después de casi 5 años es muy importante saber qué ha pasado con la puesta en marcha de la Ley, sus implicaciones sobre el recaudo de los departamentos y sobre otros sectores. Entonces, el sentido del debate es ese, es poder hacer un análisis al respecto.
Lo que nos está mostrando, muy diferente a lo que percibían los gobernadores, es que el recaudo se ha aumentado para las administraciones departamentales, y también está mostrando cómo en el caso de la definición del precio por el ajuste que ha venido haciendo el DANE de su metodología de cálculo, pues el precio ha desestimulado el consumo de algunos tipos de licores.
Por ejemplo, por gustos y por otras circunstancias tiene un mayor espacio hoy en el mercado los whiskies que lo que tiene el aguardiente, el aguardiente ha venido perdiendo mercado, en parte por los gustos y en otra parte por el cambio de reglas. Pero los ingresos de los departamentos han crecido.
ENS: ¿No es paradójico para la industria de licores que cuando recalculan la fórmula del precio se desestimula el consumo?
MDRG: Lo que pasa es que el DANE tuvo unas definiciones muy importantes calculando el precio final, y el precio final del cambio de fórmula es el de la última venta, algunos serán en los sitios de consumo, pero otros pueden ser en algunas empresas, en algunos establecimientos. Entonces ese es uno de los cambios fundamentales.
El otro es por el grado alcoholimétrico, el impuesto al valor y el específico se modificó de acuerdo al grado alcoholimétrico. Hubo una modificación en la fórmula de definición del precio de venta al público, y ahí el DANE la afinó ya en el gobierno del presidente Duque y dio más claridad, y eso ha sido importante.
Segundo, el recaudo para las gobernaciones se ha aumentado. Tercero es claro que ha habido un desestímulo al consumo, parte de lo que se buscaba era eso. Cuarto se ven unos cambios en el consumo colombiano más hacia licores destilados como el whisky, y una caída por ejemplo en el aguardiente, pero un ingreso importante en otro tipo de consumos, por ejemplo, el aumento de los vinos, etcétera.
Y eso es importante mostrar porque los importadores venían quejándose hace 2 años sobre el tema, creo que ya con los ajustes que ha hecho el DANE se ha regulado.
Lo que es claro es que la industria nacional sí es muy poquito lo que está aportando, el desarrollo de la industria nacional ha sido muy bajo, creo que esa es una de las cadenas donde el país tiene un potencial y debería fortalecerse más.
ENS: Se pensaría que la pandemia, por la cuarentena y el cierre de bares, afectó consumo de licores…
MDRG: Pero parece mentira, según el mismo estudio que hace el DANE se aumentó la distribución en el hogar, digamos el consumo directo en el hogar. Se redujo lo que se llama el canal Horeca, restaurantes, hoteles, ese se redujo, pero el del hogar en la pandemia se aumentó.
No alcanza a cubrir totalmente el que se tenía en el canal Horeca, pero sí se aumentó el consumo de licores en el hogar.
ENS: ¿Cómo se puede impulsar la industria de los licores en el país?
MDRG: El Ministerio de Comercio tiene la cadena como una de las prioridades para su desarrollo, sobre todo lo que tiene que ver con los tradicionales que son ron, aguardiente y algo en materia de vinos. Y cuando se aprobó el proyecto de ley de panela, ahí también quedaron unas consideraciones especiales para toda la parte de licores como consecuencia de las mieles de la panela.
Entonces sí creo que hay un margen de trabajo por parte del Ministerio para apoyar este sector. Y hay un tema que es fundamental y es que parte de los recursos se destinan a salud, y entonces todavía ahí hay que mirar las campañas. Mi posición es esa, creo que uno no puede estimular el consumo de licor, eso es absurdo estimularlo cuando uno está hablando de una vida sana.
Las campañas tienen que ser todavía mayores para que en los jóvenes haya mayor conciencia de los efectos del consumo de licor.