Un ‘Hamlet’ colombiano lleva la poesía al radioteatro | El Nuevo Siglo
Diego Barragán, en compañía del elenco del escenario bogotano realizó esta adaptación durante la cuarentena estricta al principio de la pandemia.
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Domingo, 18 de Abril de 2021
Redacción Cultura

En medio del agobio por el cierre de las salas de teatro debido al inicio de la pandemia en el año anterior y con la sensación de monotonía de las presentaciones de obras online que no evocaban la misma emoción del performance en vivo, el Teatro Libre en cabeza de Ricardo Camacho decidió rescatar una tradición que hace décadas dejó de estar en el radar de los colombianos: el radioteatro.

“Cuando empezó todo esto de la pandemia estábamos llenos de planes, estrenos, proyectos, temporadas y toda la actividad del Teatro Libre y de repente nos quedamos sin nada. Nosotros decidimos no abrir las salas. Y en medio de esa incertidumbre empezamos a pensar en alternativas porque el grupo no podía parar. Entonces fue cuando a uno de los fundadores, Ricardo Camacho, se le ocurrió esta idea de hacer radioteatro”, le dijo a EL NUEVO SIGLO Diego Barragán, actor del escenario bogotano.

Así, durante parte de la cuarentena estricta que se llevó a cabo al principio de la emergencia, un ciclo de cinco adaptaciones a este formato de audio de obras de grandes clásicos de autores como Antón Chéjov, Nikolái Gogol y Nicolás Maquiavelo se gestó con ensayos a través de videollamadas, hasta llegar a Hamlet, uno de los clásicos de Shakespeare, el broche de oro con el que el Teatro Libre cerró esta temporada.

Dividida en cinco actos esta pieza es protagonizada por el príncipe Hamlet, quien desea vengar la muerte de su padre al tiempo que se pierde en el laberinto de sus delirios. La historia también narra cómo el espectro de su padre aparece y le revela que fue su hermano, Claudio, el responsable de su muerte. Claudio además se casó con la madre de Hamlet, la Reina Gertrudis, apenas un mes después de la muerte de su esposo. 

Así empieza un relato que no solo se centra en el deseo de venganza de Hamlet, sino que a partir de los monólogos del personaje central plantea reflexiones sobre la existencia, la condición humana y el sentido de la vida y de la muerte.   

Una versión colombiana

Para esta última obra del ciclo Camacho delegó a Diego como la persona que se encargaría de adaptar esta tragedia de Shakespeare, una de sus obras más largas, al radioteatro.

Una oportunidad que había añorado desde hace un tiempo, pues hasta ahora no había tenido la posibilidad de trabajar en algo “grande”, sino solo en proyectos de academia en su labor en el Departamento de Arte Dramático de la Universidad Central.  

“Creo que es de los personajes que todo actor y toda persona que se dedica a este arte quiere hacer. Hamlet encarna una cantidad de sentimientos, contradicciones e ironías. Todo esto lo hace con un manejo de las palabras impresionante”, señala Barragán.

Sin embargo, el actor al asumir esta última adaptación también estaba enfrentando varios restos. Uno de los más evidentes era el idioma, ya que asegura que al traducir el texto se pierde el sentido de varias expresiones de Shakespeare.

“El problema con Shakespeare es la barrera con el idioma porque pone toda la belleza, todo un mundo en el texto y el hecho de trasladarlo al español algo se pierde, ese juego con las palabras, los dobles sentidos y muchas cosas que se diluyen un poco”.

Para muchos este estilo que Shakespeare le imprime a las palabras con Hamlet es difícil de entender a simple vista o escucha en este caso. Según el actor especialmente para los colombianos.

Con esto en mente Barragán no solo se propuso mantener el espíritu y esencia de Hamlet, sino también encontrar una forma de hacer que el público colombiano no se perdiera en las retóricas complejas del texto original.

“Todo esto empieza con la idea de pensar en una versión que sea para el público colombiano y sobre todo para ser escuchada una sola vez. Si la persona se pone a pensar en una palabra difícil o en una figura retórica demasiado compleja, pues se pierde unos momentos del drama. Así decidí hacer una versión que fuera para Colombia y que a la vez no fuera tan larga”.

Luego de unos recortes en escenas y en personajes Diego logró resumir más de dos horas, de cinco que normalmente dura la puesta en escena original, dando como resultado una producción que se divide en cinco capítulos que se estrenaron diariamente hasta este domingo en el nuevo Escenario radial, la plataforma del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.

El regreso

Este formato, que fue por muchos años el entretenimiento de las familias colombianas hace mucho tiempo, regresó en una época difícil no solo para la salud, sino para varios sectores, en la que la industria cultural fue una de las más afectadas.

Un regreso que para Barragán significó la “salvación” durante un tiempo en el que no le encontraba sentido al camino hacia la virtualidad que tomaron varias instituciones culturales.

“Yo veía en pandemia las grandes súper producciones del National Theatre transmitidas, grabadas a siete cámaras, bellísimas todas, pero en realidad solo pensaba en que eso es cine, no teatro. Me concentraba en ver obras online y nada era interesante, para mí nada de eso llega a ser teatro”.

Por eso para el actor esta ‘reencarnación’ del radioteatro “es el rescate de la palabra, que siempre ha sido el centro del teatro y eso es clave porque he visto que en muchos sentidos el teatro se ha ido por el lado de la imagen, de la parafernalia, de los efectos y eso no es que esté mal, pero muchas veces se abandona la palabra y se nos olvida que de ahí sale todo el teatro occidental”.