Esta especie es el ave insignia de la institución a su vez es la más grande de las águilas del continente americano y la más poderosa del mundo.  Por esta razón se vienen realizando labores que permitan su reproducción y de esta manera conservarla.

En el Aviario Nacional, ubicado a 50 minutos del Centro de Cartagena de Indias, en la isla de Barú, se encuentran 170 especies de aves y cerca de 1700 ejemplares. Entre ellos se destaca el águila arpía.

Esta imponente ave se encuentra bajo unas condiciones especiales las cuales fueron adaptadas a sus necesidades. Es una ágil cazadora con sus garras, que pueden llegar a medir más de 10 cm. de largo; tiene patas iguales de gruesas a la muñeca de una persona adulta, la longitud de sus alas es de aproximadamente dos metros de envergadura, su cuerpo puede alcanzar más de un metro de largo y pesa cerca de 10 kilos.

Y es que esta exótica especie es el ave insignia de la Fuerza Aérea Colombiana. Incluso el uniforme pixelado que emplean los más de 12 mil hombres y mujeres que la integran, lleva su nombre. 

Y es que, al ser considerada como un símbolo inspirador para la institución, la FAC ha realizado varios esfuerzos en diferentes regiones del país, tendientes a su protección. Traslados cuando han resultado heridas o afectadas, apoyo a instituciones que propenden por su conservación y gestiones con organizaciones para su reproducción, son solo algunas de las acciones que han realizado.

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Por esto, que las Fuerzas Militares por medio del Comando Aéreo de Combate N.3, ubicado en Malambo, Atlántico, luego de visitas técnicas y comités temáticos, decidió acompañar las labores logísticas, organizacionales y de apoyo para que el ave pueda reproducirse. 

Y es que una de las más grandes dificultades del Arpía es precisamente su comportamiento reproductivo ya que solo lo hacen después de llegar a los cinco años de edad y una vez establecen su pareja, normalmente se quedarán con ella el resto de su vida, lo cual puede ser hasta por 35 años. Pero han existido episodios en donde no aceptan a un macho por lo cual se dificulta en poder aumentar su población. 

Es así como se han realizado coordinaciones con autoridades y organizaciones ambientales nacionales e internacionales, para poder llevar hasta el aviario un macho que ayude a reproducir la especie. En el pasado, y durante dos años se hizo el intento con uno que se encuentra en el zoológico de Barranquilla, pero por desgracia no hubo empatía entre ellos.

Actualmente las Fuerzas Militares han adelantado gestiones las cuales esperan que prontamente den resultados positivos que permitan aumentar la población de esta águila y así contribuir al desarrollo de la especie y como aporte a la biodiversidad del ecosistema en Colombia y américa latina, que es donde principalmente se encuentra el ave insignia de la Fuerza Aérea Colombiana.