‘Empresas no podrán resistir ‘guarapazo’ del mínimo y reforma laboral’ | El Nuevo Siglo
EL PRESIDENTE de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, destaca el papel del Banco de la República en su control de la inflación. /@JaimeA_Cabal
Viernes, 15 de Noviembre de 2024
Gustavo Veloza

El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Jaime Alberto Cabal, ha sido uno de los dirigentes gremiales más críticos con el Gobierno ante la actual situación económica del país y sobre todo por las reformas que actualmente cursan en el Congreso como la laboral.

Sin embargo, ante las expectativas que se abren ante las negociaciones del salario mínimo para el 2025, dijo a EL NUEVO SIGLO que, ante las grandes pretensiones de algunos sectores como los sindicatos y la postura del Gobierno, es poco probable que se llegue a una concertación.

Asimismo, considera que el crecimiento potencial de la economía, cercano al 2%, no será suficiente como para generar empleo, pero al mismo tiempo reconoce la labor del Banco de la República por su papel en la disminución de la inflación y en el recorte de las tasas de interés. El dirigente espera que, para este fin de año, los comerciantes recuperen en algo las pérdidas que han tenido este 2024.

Salario Mínimo

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué opina sobre el incremento del salario mínimo para 2025?

JAIME CABAL: Para mirar el contexto de una cifra del incremento del salario mínimo en el país, en este momento es muy importante poder hacer un análisis de la situación económica que se está viviendo tanto presente como futuro en ese contexto. Lo primero que hay que decir es que ese escenario de salarios de dos dígitos que hubo en el pasado ya no es viable ni es posible ni es razonable teniendo en cuenta la disminución acelerada que ha venido teniendo en los últimos meses la inflación, especialmente en el último dato con una inflación que ya en el año corrido va en 4,44% y en la anualizada de 5,41%. Es de prever que vamos a tener una inflación alrededor del 5% y eso no da ningún margen para satisfacer las pretensiones de los sindicatos y seguramente del Gobierno para que ese incremento del salario sea de dos dígitos.

ENS: ¿Es decir que ya no hay coyuntura para que las empresas soporten altos incrementos?

JC: El año pasado y el antepasado hubo demasiada generosidad, casi de 45 puntos por encima de los niveles de inflación, pero en este momento con la situación de las empresas, especialmente aquellas que más contratan trabajadores como es el comercio, la industria, la construcción, no hay cabida para un salario tan exorbitante como los del pasado. Es decir que escasamente debería pensarse en los niveles de inflación y si la productividad es positiva tal vez un punto más.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que estamos en un proceso de trámite de una reforma laboral que ya con los artículos aprobados va a incrementar los costos laborales, aproximadamente entre un 18% y un 25% dependiendo del tipo de empresa.

Y esto si tenemos un salario mínimo con un incremento alto, pues tendríamos, si prospera la reforma laboral, que estar sometidos a unos costos laborales de cerca de 30% a 40% más el año próximo. Si tenemos en cuenta esto, pues obviamente muchísimas empresas, especialmente las micro, pequeñas y medianas, no podrán resistir ese guarapazo del mínimo y la reforma laboral.

ENS: ¿Es decir que con ese panorama las empresas quedarían muy afectadas, las pondría contra las cuerdas?

JC: Pone en peligro no solo la inviabilidad de las empresas, sino también el propio empleo, porque muchas empresas no van a poder soportar esos costos y lo que se va a producir es obviamente una terminación de plazas de trabajo, de empleos, que es lo que Fenalco, desde el primer día que se radicó esa reforma, ha venido diciendo. Esta es una reforma que va a generar desempleo en vez de generar puestos, que va a generar más informalidad en vez de formalidad, o sea que por esa razón consideramos que, en principio, pues obviamente el incremento del salario mínimo tiene que ser un elemento muy razonable y muy ajustado a la realidad económica del país en el día de hoy.

No habría concertación

ENS: ¿Por lo que usted dice tampoco se va a lograr una concertación para establecer el mínimo del 2025, sobre todo cuando los sindicatos piden aumento de dos dígitos?

JC: Sí, es decir yo creo que los sindicatos se quedaron acostumbrados a los escenarios económicos del pasado y eso no es viable en este momento. Por esa razón creemos que no va a ser fácil llegar a una a una concertación y creemos que seguramente el salario saldrá por decreto.

Crecimiento

ENS: Respecto al rumbo de la economía, ¿considera que el crecimiento va a estar por mejor y que va a permitir generar empleo?

JC: En la economía colombiana está probado que para que haya generación de más puestos de trabajo, vía crecimiento económico, ese crecimiento tiene que estar por encima del 4% o 5%, y este año escasamente se llegará al 2% o un poco menos del 2%. Con ello ese es un escenario de no generación de empleo como lo estamos viendo en este momento. Insisto que el comercio, la industria, la construcción, que son los mayores generadores, están en cifras negativas. Es decir, las posibilidades de más empleo con el crecimiento de este año, pues prácticamente son nulas.

ENS: ¿Cree que para esta última parte del año podrían mejorar las ventas del comercio para frenar un poco las pérdidas?

JC: Esa es una esperanza más que un optimismo que tenemos frente a lo que resta del año, particularmente lo que es el Black Friday de la temporada decembrina, que como está demostrado, siempre aporta a un mejor comportamiento del comercio. Sin embargo, ya muchos sectores del comercio perdieron el año porque no alcanzan a compensar las pérdidas acumuladas con meses de crecimiento negativo. Digamos que algunos sectores han repuntado y pueden tener mejores resultados en noviembre y diciembre. Incluso algunos a partir de octubre, han tenido una reacción como el sector de vehículos, como el de bienes durables y semidurables, equipos de cómputo, electrodomésticos y aparatos eléctricos. Pero lo que son sectores como el de alimentos o como el de moda, de confecciones de calzado, cuero, papelería, insumos de la construcción y acabados de la construcción, son sectores que están todavía en saldo rojo y no alcanzan a compensar con las ventas de noviembre y diciembre.

jaime alberto cabal

Efecto inflación y tasas

ENS: ¿Es decir que el sector se está beneficiando más por el manejo de esa política monetaria por parte del Banco de la República que por medidas del Gobierno?

JC: Para nosotros ha tenido mucho más por efecto el manejo que le ha venido dando el Banco de la República a la inflación, que por actos de cualquier medida o cualquier apoyo del Gobierno nacional.

ENS: Con este panorama gris que usted dibuja, ¿qué perspectivas tiene el sector del comercio para el próximo año?

JC: Esperamos un escenario más positivo por la baja de las tasas de interés, eso va a ser bueno para la economía, pero en medio de un escenario de incertidumbre, principalmente por las iniciativas del Gobierno y sobre todo por lo que va a pasar con la reforma laboral. Insisto que eso tendría un efecto totalmente negativo y nocivo para la economía y para las empresas, pero también tengamos en cuenta que hay un proyecto de reforma tributaria que está ahí en el tintero o de ley de financiamiento que traería muchos perjuicios también a la economía y obviamente, pues esos dos escenarios hacen que haya todavía incertidumbre económica y política en el año 2025.

El pacto por el crédito

ENS: ¿Ha funcionado el pacto del crédito entre el Gobierno y los bancos para reactivar el sector del comercio?

JC: La verdad no. Hemos recibido muchas señales por parte del Gobierno de no interesarle el sector y por esa razón, pues no ha habido un beneficio en ese sentido. Ahora lo que sí es positivo y quisiera resaltarlo de cara a la finalizar el año y de cara al inicio económico del año entrante, es que la disminución de la inflación está trayendo una rebaja con cautela de las tasas de interés del Banco de la República, que seguramente con los últimos datos podrá acelerar un poco más la tendencia a la baja. Esto abarata mucho el crédito, no solamente productivo, de capital de trabajo para las empresas, sino también el crédito de consumo, particularmente el de las tarjetas de crédito, que en un porcentaje muy alto utilizan los colombianos, los hogares colombianos para comprar en el comercio.