¿Qué tanta posibilidad hay de que Erdogan no gane? | El Nuevo Siglo
Foto Anadolu
Lunes, 15 de Mayo de 2023
Redacción internacional

UNA VICTORIA agridulce fue la del presidente Recep Tayyip Erdogan la presidencial turca de este domingo porque si bien derrotó las encuestas y fue el más votado -al igual que su partido en las legislativas-, su anhelo de lograr otros cinco años en el poder se dirimirá este 28, frente al candidato único de la oposición, Kemal Kiliçdaroglu.

El gobernante islamoconservador logró el 49,46% de los votos (0.5% por debajo del umbral requerido para ganar), casi tres puntos porcentuales que en la anterior presidencial, mientras la carta opositora sumó 44.88% y el tercero en contienda, el ultraderechista y nacionalista Sinan Ogan, 5.17%, cuyo apoyo podría decantar la balanza desde antes de las votaciones en cualquiera de los dos sentidos: ampliando la ventaja de Erdogan o impulsando al opositor para que dispute, voto a voto, el poder.

La futura presidencia de Turquía es clave para el país y la geopolítica euro-asiática, tanto por su ubicación territorial estratégica como por ser miembro de la Otan que, como se sabe, busca la ampliación hacia el este y el ingreso de Suecia se encuentra frenado por el condicionamiento del gobierno de Ankara. Además, el candidato opositor promete una vía política más democrática.

El escenario del 28M es tan incierto como inédito por razones de que van desde las posibles alianzas, las ventajas y/o desventajas de hacer campaña desde la presidencia y el poder de convencimiento, hasta mantener la alta participación ciudadana (88.9%, record en una presidencial) en esta segunda cita de las urnas, la primera vez que ocurre en ese país.

¿Qué tanta posibilidad hay de que el presidente Erdogan no gane en quince días? Aquí algunas claves y escenarios que podrían responder esa duda.

1. Con ventaja en el partidor. Es cierto que el presidente Erdoğan se enfrenta al mayor desafío de su carrera política y dos décadas en el Gobierno ante una oposición más unida que nunca, pero también lo es que mantiene su fuerza electoral y con grandes posibilidades de aumentarla por la ventaja que le da hacer campaña desde el poder, con el aparato estatal a su favor y los logros de su gestión. Derrotó las encuestas en esta primera vuelta la que planteada como un plebiscito sobre su figura y liderazgo lo fortalecieron, evidenciando su inamovible apoyo a nivel nacional, especialmente en el interior (se impuso en 51 de las 81 provincias) y en la votación en el exterior. Todo ello le permitió asegurar, desde el balcón: "creo sinceramente que seguiremos sirviendo a nuestro pueblo en los próximos cinco años".

2. Una alianza firme. El deterioro de la economía, la criticada gestión frente al terremoto y las acusaciones de creciente autoritarismo no lastraron, como esperaba la oposición, al candidato-presidente. El resultado electoral, tanto de la presidencial como de las legislativas, fue una muestra contundente de la fortaleza de su formación, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y la alianza que conforma con el Movimiento Nacionalista, el Partido del Nuevo Estado del Bienestar y el Partido de la Gran Unidad, que son colectividades islamistas y fundamentalistas más a su derecha. Todos a uno, con políticas y elementos identitarios, movilizaron masivamente el voto conservador. Para el economista especializado en mercados emergentes, Timothy Ash, la victoria de Erdogan y su alianza “fue asombrosa…Él tiene la fórmula mágica en estas ocasiones para ganarse a los nacionalistas, a los socialmente conservadores y a los musulmanes", agregó.

3. Mayoría parlamentaria. Erdogan no solo fue el presidencial más votado este domingo y, como señalamos parte con ventaja para el balotaje, sino que su partido, el AKP, logró el 35.58% de los votos para el legislativo, lo que presenta 267 diputados. Si se adicionan los resultados de los partidos afines, la alianza gobernante será mayoría con 324 de los 600 escaños. Mientras, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), de Kiliçdaroglu, sería la principal formación de la oposición con un 34.94% y 212 escaños, mientras que la Alianza Laborista y de la Libertad lograron 64 asientos. El partido ultranacionalista de Sinan Ogan, el que tendría la llave del poder para los próximos cinco años, se hizo a 50 curules. Este escenario entierra las principales reformas de la oposición, como son reformar la Constitución y suavizar el presidencialismo, al tiempo que se convierte en un viento de cola a favor de Erdogan para la segunda vuelta, ya que se apostará por un presidente que cuente con mayoría parlamentaria. El mapa electoral mostró que la alianza gobernante ganó en las regiones de la costa del Egeo y en la capital, Ankara y específicamente el de Erdogan en el interior de Anatolia, mientras el Partido de la Izquierda se impone en las orientales, de mayoría kurda.

4. Condiciones del tercero. Claro y de lejos perdedor en la presidencial, pero con el peso que representa el apoyo a uno y otro candidato para el 28M, Ogan no descartó “consultas” con ambos. Y aunque es más afín ideológicamente al candidato de la oposición, hay alta probabilidad de que se decante por el oficialista, ya que su inamovible para apoyar a Kiliçdaroglu, es que se comprometa a no hacer concesiones al prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP), lo que será imposible ya que éste le habría aportado el 10% de los votos. “Tenemos ciertas líneas rojas (para apoyar a cualquier candidato), como luchar contra el terrorismo y devolver a los refugiados. Ya hemos expresado antes estas condiciones", sostuvo este exparlamentario ultraderechista, cuya bancada ha apoyado al gobierno. Persiste la duda si el hoy excandidato pueda direccionar los 3 millones de votos de sus seguidores. Y aunque ello no fuera así, es claro que la gran mayoría se decanta por el nacionalismo más cercano a Erdogan que a su retador.

5. Campaña, a todo vapor. Con el optimismo propio, cada candidato inicia dos semanas de intenso proselitismo, donde se prevé se remarcarán sus promesas y críticas. Buena parte de los analistas creen que a Kiliçdaroglu y su alianza les será difícil ganarle terreno a Erdogan en este corto lapso. Es probable que el presidente se aproveche de su fuerte índice de aprobación, su sorpresiva victoria en el Parlamento y la ventaja que le supone su cargo para asegurarse una reelección", apuntó Emre Peker, de la consultora Eurasia Group, al tiempo que destacó que el resultado obtenido por la alianza gobernante sugiere que las "cuestiones de identidad, terrorismo y seguridad tuvieron éxito con la amplia base electoral de Erdogan y la ayudaron a compensar sus escasos resultados económicos". Para el analista e riesgos económicos Anthony Skinner, el resultado del domingo subrayn la dificultad de medir la opinión pública en el país de 85 millones de habitantes, muy polarizado, por lo que “hay que ser cauteloso al observar las encuestas”. El optimismo de ambos candidatos no cede. "No desesperen…Nos levantaremos y ganaremos estas elecciones juntos", dijo a sus simpatizantes, mientras el candidato-presidente se mostró confiado en lograr cinco años más.

6. Con el ojo en la economía. Consciente de son inaplazables medidas para mejorar la economía, Erdogan prometió frenar la fuerte inflación que azota al país,  que ha sido uno de sus flancos más débiles, pero que no impactó tanto como esperaba la oposición en el apoyo electoral. Turquía enfrenta una difícil situación por el 43% de alza en el costo de vida, una de los más altos a nivel global, así como por la depreciación de su moneda local (lira). El costo de los créditos, sobre todo inmobiliario, ha frenado ese programa otrora bandera del presidente, por lo que el sector de la construcción de vivienda está semiparalizado. Sin embargo, el mandatario apuesta por una reactivación al igual que grandes obras de infraestructura, las que han caracterizado sus dos décadas en el poder y han convertido a Turquía en un país moderno, acorde al siglo XXI. /Redacción internacional