Marcelo D’salete: pluma que exalta la historia negra en Brasil | El Nuevo Siglo
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Lunes, 20 de Mayo de 2019

La pasión por contar historias a partir de imágenes, el arte y la lucha por darle voz a grupos menos favorecidos son los pilares de los comics del ilustrador brasilero Marcelo D’salete, quién se ha propuesto plasmar en historietas la violencia que vive la cultura afro en Brasil.

El artista de comics, autor de Noite Luz (2008), Encruzilhada (2011), Cumbé (2014), su obra más reconocida que aborda el periodo colonial y la resistencia negra contra la esclavitud en Brasil y Angola Janga (20179, su último libro el cual habla sobre la guerra de los Palmares, habló con EL NUEVO SIGLO sobre el propósito de sus obras, y su técnica a partir de imágenes como propuesta de otra forma narrativa. 

EL NUEVO SIGLO: En Cumbé y Angola Janga, su última obra, ¿cómo logra el equilibro entre la realidad y la ficción?

MARCELO D’SALETE: Angola Janga es un trabajo muy tenso que demoró más tiempo. Tiene 430 páginas que hablan específicamente sobre la guerra de los Palmares. Generalmente encaro sus caras como obras de ficción. Son inspiradas en hechos y cuestiones históricas, la idea es tratar esos hechos a partir de personajes que lo vivieron y tienen unos detalles sobre cómo eran los intereses de esos personajes, sus miedos, sus objetivos y lo hago todo a través de la ficción. La guerra de Palmares es un caso más emblemático porque son relatos de las personas que van a instruir en los Quilombos. La idea principal fue coger los relatos e imaginar el Quilombo de Palmares a partir de las personas que vivieron allí, que eran más de 10 mil personas, casi 20 mil.

ENS: ¿Por qué sintió la necesidad de volver a recordar esa época de esclavitud?

MD: Es fundamental recoger y tratar esas historias hoy en día. Es importante que tengamos personas vinculadas y que tengan origen directo en esos grupos para contar sus historias. En Brasil gran parte de la historia de la esclavitud es contada por personas que no son negras, que no son indígenas, autores blancos usualmente que crean personajes, situaciones y escogen ciertos hechos para hablar de eso. Es algo extraño que no se le dé el espacio para que varias personas de esos grupos puedan hablar sobre sus historias y su mundo a partir de sus perspectivas. Es claro que existen intereses políticos, de algunos grupos para no dar ese espacio para que ese tipo de literatura, de publicación y de formato de libro esté dentro del mundo literario brasilero y también en otros lugares.

Cortesía

ENS: ¿Cómo decir todo lo que se quiere a partir de una imagen con poco texto?

MD: Tengo una pasión grande por la historia y por contarla a partir de imágenes. Pienso que ese modo de narrar historias tiene un punto muy interesante porque la imagen te permite una forma de lectura, de narrativa que crea posibilidades enormes e infinitas.

Desde que empecé hacer historietas tenía el interés de que esas historias fueran contadas principalmente a partir de esas imágenes. Dentro del universo de las historietas es fácil encontrar obras que generalmente el texto termina siendo preponderante y la imagen solo acaba siendo como un adorno, como algo que ilustra el texto. La idea es que la persona vea la imagen y comprenda la historia a partir de la imagen y de sus posibilidades de lectura para mí es muy importante.  Es muy común que las personas hablen que estamos en un mundo con el celular, con acceso a redes sociales y a otras millones de imágenes que vemos diariamente.  Pero no siempre se leen esas imágenes con la profundidad que requieren, solo nos quedamos en la superficie.

ENS: ¿Por qué en estas historias de violencia y esclavitud solo usa el blanco y el negro?

MD: Considero que es una elección de tipo más estético y tiene que ver con algunos artistas que admiro bastante en el universo de las historietas y en el gráfico. Con seguridad tiene que ver con obras de varios artistas que logran crear una narrativa solamente con el blanco y el negro, de una forma muy compleja. Soy una persona que está aprendiendo mucho, estoy trabajando con mis narrativas y mis ilustraciones y creo que voy hacer más cosas sobre esa línea. También voy a trabajar con color, pero siento que no he saciado mis ganas de todo lo que quiero explorar en términos del blanco y negro, de las posibilidades de contar más historias en ese formato.

ENS: ¿Al contar estas historias busca cerrar algunas heridas que dejaron esos hechos violentos?

La historia de Brasil, así como gran parte de Latinoamérica, es de guerra y disputas de grupos, es una historia extremadamente violenta. Pero existe una línea en mis historias que se trata de apagar y borrar esos conflictos, esos ataques continuos especialmente en los menos favorecidos, intenta crear una idea de armonía social y racial que no sucede realmente, que es una mentira. Es una línea de ataque continua en la historia de Brasil y mi tentativa en estas obras es traer y revelar un poco ese Brasil que muchas veces es sensible. La historia de Palmares es bien conocida en Brasil, pero si le preguntas a una persona quienes fueron los principales personajes y otros detalles de lo que pasó, las personas no te sabrían decir. Solo te dirán la persona importante y ya, solo saben el nombre sin saber más, por eso he decidido hablar estos hechos.

ENS: ¿Cómo ve la industria del cómic y las historietas en Latinoamérica?

MD: Considero que en Brasil se ve un crecimiento de autores de orígenes diferentes haciendo historietas y una apertura mayor a diferentes temas dentro de las historietas. Brasil tiene un historietista que se llama Maurice D’souza, es importante cómo él crea una obra sobre la historieta es algo para niños y se hizo en una generación diciendo lo contrario, que en Brasil la historieta es algo diferente, complejo, es una literatura que puede ser para niños, personas jóvenes como para adultos y personas viejas. Está en ese momento de cambio de crear obras en historias complejas a diferentes públicos y mostrando que las historietas necesitan más espacio.