Directriz que "propiciaba" los 'falsos positivos' fue derogada | El Nuevo Siglo
Foto tomada de Vanguardia.com
Lunes, 20 de Mayo de 2019
Redacción Web

Derogar la directiva interna en la que se pedía a los comandantes de las áreas de operaciones del Ejército comparar el número de bajas del año pasado con éste y que habría dado origen al informe del New York Times sobre los falsos positivos, ordenó el comandante de esa fuerza, general Nicacio Martínez.

El informe del periódico estadounidense causó revuelo político y militar en el país, lo que llevó de inmediato al ministro de Defensa, Guillermo Botero, a pronunciarse sobre el tema y pedir a la Fiscalía que investigue esa presunta denuncia sobre presuntos casos de ‘falsos positivos’ interpretado con base en la directiva interna mencionada.

El New York times sostuvo que el general Nicacio Martínez ha estado impulsando una nueva estrategia con la que se busca duplicar el número de criminales y guerrilleros dados de baja o capturados y que sería más tolerante con la baja de civiles en aras de favorecer las victorias en el campo de batalla.

Por razones de transparencia, entrego a la opinión pública el cuestionario del New York Times y las respuestas dadas al periodista frente al mismo.

El jefe de la cartera de Defensa aseguró que "el Ejército Nacional nunca sanciona por resultados operacionales. El Ejército Nacional sanciona cuando se viola la Ley y cuando se violan los estándares de Derechos Humanos y de Derecho Internacional Humanitario”.

El funcionario reiteró que el accionar de la Fuerza Pública tiene como finalidad la defensa de los ciudadanos, sobre la premisa de que “hay que controlar al agresor, sometiéndolo a la justicia y así se hace con base en la Constitución y las leyes”.

El Ministro también señaló que en el año 2007 fue expedida la Directiva 300-28, que hoy en día continúa vigente y que no ha sido modificada, la cual privilegia la desmovilización, en segundo lugar las capturas, y en tercer lugar la muerte en desarrollo de operaciones militares.

“Esto significa que lo ideal y lo que promueve la fuerza pública es que las personas se desmovilicen, y los que no se quieren desmovilizar serán capturados, y los que se resisten a las capturas o que de alguna manera ataquen a la fuerza pública pueden ser dados de baja en combate”, puntualizó Botero.

Sin embargo, Guillermo Botero manifiesta que existen imprecisiones en la investigación del periodista Nicholas Casey.

 

 

Por otro lado, sobre las presiones que denuncian diversos oficiales en el artículo del Times, dijo que no tiene reporte alguno: “Yo le he preguntado a los generales si algún oficial se les ha acercado a decirles que se sienten presionados, ellos me han afirmado categóricamente que no”. A lo que reiteró: “Espero que afirmaciones que perjudican a las Fuerzas Militares y, concretamente, al Ejército o a la Policía, sin el debido sustento, no vuelvan a ocurrir. Aquí de oídas, que el uno dijo, que el otro no dijo, que el ‘corre-ve-y-dile’ me parece que no son argumentos sólidos para poner en duda la extraordinaria labor del Ejército colombiano”.