Colombia llega a la votación de primera vuelta con incertidumbre y mucha desconfianza en el sistema electoral, pese a que la Registraduría Nacional hizo ajustes en el proceso y que el Consejo Nacional dice que hay garantías. Varias campañas han coincidido en sus dudas, lo cual es inquietante en unos comicios tan competidos y polarizados como los que vive Colombia.

El sistema electoral colombiano históricamente ha sido confiable, aunque como es natural en los comicios, especialmente en los nacionales, siempre se presentan reclamos y antes de las votaciones no faltan voces pregonando la inexistencia de garantías.

No obstante, nunca como en esta oportunidad se había escuchado prácticamente un coro en este sentido por parte de las diferentes fuerzas políticas, incluyendo a los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, entre otros. 

El punto de quiebre que originó esta situación fueron las elecciones legislativas del 13 de marzo pasado, debido a las inconsistencias que se presentaron, especialmente la gran diferencia de votos entre el reporte del preconteo y el escrutinio.

El asunto se puso más tenso porque en el escrutinio de las legislativas le aparecieron cerca de medio millón de votos al Pacto Histórico, lo cual fue mirado con suspicacias por otras fuerzas políticas. El Centro Democrático, el Partido Conservador y Verde Oxígeno pidieron un reconteo general, como también el expresidente Uribe, quien incluso consideró que pudo presentarse fraude.

En cuanto a estos resultados, el registrador nacional, Alexander Vega, dijo que entre el preconteo y el escrutinio hay cerca 1.026.000 sufragios de diferencia.

"Es que normalmente la diferencia es entre el 1 y 2 por ciento; estamos hablando del 7 por ciento, eso lo que hace la variación, pero que ha demostrado que no fue una falla técnica sino fue una actuación por parte de los jurados de votación en el diligenciamiento de los formularios”, aseguró Vega.

En este sentido, dijo que “se corroboró que 23 mil mesas, 23 mil formularios fueron mal diligenciados por los jurados de votación y, además, de esos 23 mil, encontramos 5.109 mesas donde se demuestra un posible dolo, porque además de diligenciarlos de manera equivocada, tacharon las votaciones de los candidatos (...) demostramos la mala intención no solo en el diligenciamiento sino que una vez consignaron la votación de los candidatos, tacharon las cifras".

Por su parte, el expresidente Andrés Pastrana dijo que “las cifras oficiales del Registrador apestan a fraude a favor del Pacto Histórico. El Gobierno debe contratar, con visto bueno de los actores de la elección, dos firmas internacionales independientes para el análisis forense de los procesos de la Registraduría”.

La desconfianza  alcanzó tal punto en algunos sectores políticos que, por ejemplo, el presidente del Senado, Juan Diego Gómez, pidió a los presidentes de las altas Cortes designar un registrador ad hoc para las elecciones presidenciales, en lo que coincidieron colectividades como el Partido Conservador y el Centro Democrático, así como los expresidentes Pastrana y Uribe, entre otros.

Esta iniciativa no tuvo eco ni tampoco prosperaron las medidas cautelares solicitadas en una acción popular ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca para suspender al Registrador Nacional.

El registrador Vega ha insistido en que no hubo fraude sino que la diferencia entre las cifras del preconteo y escrutinio en las legislativas se explica por errores de los jurados, pero que por ello se han tomado las medidas para entregar todas las garantías en las presidenciales.

Qué dicen los candidatos

Federico Gutiérrez, de la coalición Equipo por Colombia, dijo a pocas horas de ir a las urnas que “aquí tranquilo no está nadie porque las irregularidades de las elecciones legislativas no han sido aclaradas y no se le ha aclarado al país qué fue lo que pasó”.

Por su parte, el candidato de la coalición del Pacto Histórico, Gustavo Petro, manifestó a observadores internacionales que llegaron para las elecciones en Colombia, que “el hecho de que hayan rechazado a través de tácticas dilatorias, se haya impedido la auditoría técnica, mirar los algoritmos, el código fuente del software de preconteo y conteo en los escrutinios que hace la empresa privada Thomas Greg, y que lo hace desde hace 20 años, cuando ya la justicia colombiana determinó que ese software era débil y manipulable, pues nos genera muchas dudas sobre lo que va a pasar el domingo”.

Le puede interesar: Último debate evidenció diferencias de candidatos presidenciales

Mientras que Sergio Fajardo, candidato de la coalición Centro Esperanza, tras una reunión que sostuvo con la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos, explicó que “señalamos que este Gobierno no dio garantías durante la campaña. Al mismo tiempo, elevamos nuestra preocupación sobre la desconfianza de la ciudadanía en las recientes actuaciones del Registrador”, dijo.

Por su parte, Enrique Gómez, candidato del Movimiento Salvación Nacional,  dijo en un encuentro que tuvieron las campañas con la procuradora Margarita Cabello, tras las falencias que se registraron en las parlamentarias de marzo pasado, que “hemos planteado la necesidad de hacer un cambio en los jurados electorales que escogió el registrador Vega, garantizar su adecuada formación y preparación; revisiones de los software de escrutinio y de consolidación y transmisión de datos. Son medidas urgentes para que haya transparencia el próximo 29 de mayo".

Dijo también que "si el Registrador no renuncia, debe evaluar la Procuraduría su eventual suspensión del cargo, porque realmente no nos sirven las excusas. Nos sirve es el restablecimiento de la confianza y los resultados en el manejo de las elecciones".

Un pendiente

Una serie de cambios hizo la Registraduría Nacional dentro del plan de garantías para las elecciones presidenciales, buscando corregir de esta manera los errores que se cometieron en las legislativas (ver recuadro).

No obstante quedó un pendiente importante, como es la auditoría internacional al software de escrutinio que había solicitado el Consejo Nacional Electoral, para lo cual el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Hacienda, giró más de $3 mil millones, que es el costo de ese proceso según las cotizaciones que realizó la Registraduría Nacional con varias firmas.

La auditoría internacional al software no se pudo adelantar porque, según explicó el magistrado César Abreo, presidente del Consejo Nacional Electoral, no alcanzó el tiempo para hacer la contratación con la respectiva firma internacional. 

Incluso el propio presidente Duque, quien tras los resultados de las elecciones legislativas y la polémica pidió a la organización electoral dar pronta claridad sobre estas cifras, insistió en esta auditoría al software para las presidenciales, después de que se conociera que no se pudo contratar para las votaciones de este domingo.

Cambios

La Registraduría hizo una serie de cambios para prevenir errores en las elecciones presidenciales, como la modificación en el formulario E-14. Esta vez se entregará un solo formulario con ocho casillas, además del voto en blanco, con las fotos de los candidatos, sus nombres y partidos políticos.

De igual forma, se cambiaron 23 mil jurados de votación en las mesas que se pudo determinar se presentaron irregularidades en las elecciones legislativas.

Así mismo, se hará una doble verificación en la transmisión de las cifras del preconteo a la Registraduría, es decir, se dictarán dos veces los resultados desde las mesas de votación.