LA DURA condena de la comunidad internacional ni la advertencia de Estados Unidos de que “la paciencia con Venezuela se está agotando” han hecho que el Consejo Nacional Electoral (CNE) publique las actas de la presidencial del domingo para revalidar su anuncio sobre el triunfo de Nicolás Maduro con el 51% de los votos.
Entre la impotencia de los millones de venezolanos que anhelaban el cambio, la escalada represiva del régimen contra los que salieron a las calles a reclamar la verdad sobre lo que ocurrió en las urnas y los reiterados llamados del mundo democrático tanto para que se sustente el resultado electoral como para que se frene la mano dura del régimen contra sus adversarios, un envalentonado Nicolás Maduro apareció ayer en el Tribunal Supremo de Justicia donde presentó un amparo ante la sala electoral, ofreció entregar “el 100% de las actas” de los cuestionados comicios y aseguró que los líderes opositores, que denuncian fraude basados en el examen minucioso al 84% de dichos documentos, “deben estar tras las rejas”.
"He dicho, como jefe político, hijo del comandante (Hugo) Chávez, que el Gran Polo Patriótico y el Partido Socialista Unido de Venezuela están listos para presentar el 100% de las actas. Muy pronto se van a enterar, porque Dios está con nosotros y las pruebas ya descubrieron”, dijo Maduro a periodistas en la sede de ese Tribunal y, luego desde el Palacio de Miraflores, repitió su discurso de complot extranjero contra su gobierno, así como en tono irónico y burlón indicó a Estados Unidos que “perdí la paciencia con ustedes”, en respuesta a una declaración del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Este funcionario manifestó en horas de la mañana “quiero señalar que nuestra paciencia, y la de la comunidad internacional, se está agotando. Se está agotando a la espera de que las autoridades electorales venezolanas digan la verdad y publiquen todos los datos detallados de estas elecciones para que todo el mundo pueda ver los resultados".
En contrario se refirió amablemente al llamado que le hizo el presidente colombiano Gustavo Petro, uno de sus aliados. "El presidente Petro (es) un hombre honorable, serio, lo escucho mucho, estoy en diálogo con él", arguyó.
Luego se jactó del que considera el valioso apoyo internacional que tiene él y su gobierno: "Tenemos un gran apoyo mundial de las principales potencias del mundo. (Está) Rusia a la cabeza y nuestros amigos de Irán, Bielorrusia, nuestros hermanos de Cuba, Nicaragua, Bolivia, del Caribe", indicó.
Pero con lo que no contaba Maduro fue con que, en la sesión de la Organización de Estados Americanos, OEA, donde pese a que se rechazó una resolución que pedía transparencia al gobierno venezolano en el escrutinio electoral, Estados Unidos reconociera a Edmundo González Urrutia como el ganador de la presidencial.
El jefe de la diplomacia estadounidense para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, afirmó ante el Consejo Permanente esa Organización, que “está claro que Edmundo González Urrutia derrotó a Nicolás Maduro por millones de votos", dando así validez a las actas electorales compartidas en internet por organizaciones de la sociedad civil y la oposición, que evidencian el fraude.
"La tabulación de esos resultados detallados muestra claramente una verdad irrefutable: Edmundo González Urrutia ganó con el 67% de esos votos frente al 30% de Maduro. Y sencillamente, no hay suficientes votos en las actas de recuento restantes para superar tal déficit", argumentó Nicholls.
Dijo que el gobierno venezolano de no querer compartir esos documentos, como exige la comunidad internacional y la propia ley venezolana, para ocultar su derrota. "O saben que los resultados reales demuestran que Edmundo González ganó claramente las elecciones y no quieren compartir los resultados. O saben que los verdaderos resultados demuestran que Edmundo González ganó claramente las elecciones y el CNE de Maduro necesita tiempo para falsificar resultados y respaldar su afirmación falsa", afirmó.
La resolución rechazada en la OEA incluía cinco puntos y pretendía reconocer "la participación sustancial y pacífica del electorado de Venezuela", mientras que el segundo punto instaba al CNE a publicar "inmediatamente los resultados de la votación de cada mesa electoral" y a llevar a cabo una "verificación exhaustiva de los resultados en presencia de organizaciones observadoras independientes"; el tercero declaraba como "prioridad absoluta" la salvaguarda de los Derechos Humanos en el país, especialmente el de manifestación pacífica sin que la población sufra represalias.
El cuarto punto subrayaba la importancia de "proteger y preservar todos los equipos utilizados en el proceso electoral", especialmente las actas impresas y los resultados, mientras que el quinto hacía referencia a la "solidaridad con el pueblo venezolano" y solicitaba al Gobierno venezolano la protección de las instalaciones diplomáticas.
Pero no prosperó ya que pese a haber obtenido 17 apoyos, se abstuvieron 11 países, entre ellos Colombia y Brasil que son considerados por el gobierno norteamericano claves para negociar una transición democrática, mientras que cinco más no asistieron a la reunión extraordinaria.
Los votos a favor de la resolución fueron de Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam. y Uruguay, mientras que los que la evitaron, además de los anteriormente señalados, fueron Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Bolivia, Dominica, Granada, Honduras, San Cristóbal y Nieves, y Santa Lucía.
El Ministro de Exteriores del Perú, Javier González-Olaechea, fue quien se mostró más indignado por esta votación durante un largo discurso donde atacó a quienes se abstuvieron.
"Después nos preguntamos por qué nuestros ciudadanos, y especialmente nuestros jóvenes, no nos creen a los políticos", dijo. "Todos aquí presentes, incluidos los ausentes y los que se han abstenido, votaron a favor de la Carta Democrática (de la OEA), instrumento pensado para abortar los regímenes que se quieren perpetuar en el poder", recordó.
Entre tanto, el Centro Carter, especializado en la observación de elecciones, concluyó que las elecciones celebradas en Venezuela "no pueden considerarse democráticas" porque "el proceso no cumplió las normas internacionales de integridad electoral en ninguna de sus fases y violó numerosas disposiciones de sus propias leyes nacionales. Las elecciones se celebraron en un entorno de libertades restringidas para los actores políticos, las organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación. A lo largo de todo el proceso electoral, el CNE demostró una clara parcialidad a favor del partido en el poder”.
Represión no cesa
Mientras las calles de Caracas fueron tomadas ayer por los chavistas, en menor número que las movilizaciones del lunes y martes que realizaron los venezolanos que anhelaban el cambio en el poder, la principal líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, denunció que aumenta la escalada represiva del régimen.
"Alerto al mundo sobre la escalada cruel y represiva del régimen, que hasta hoy cuenta con más de 177 detenciones arbitrarias, 11 desapariciones forzadas y al menos 16 asesinatos en las últimas 48 horas", escribió en la red social X.
Agregó que la respuesta del "régimen" a la "contundente e inapelable victoria electoral" de la oposición venezolana en las elecciones del 28 de julio es "el asesinato, el secuestro y la persecución", "crímenes" que "no quedarán impunes".
Asimismo, afirmó que esto representa una "respuesta criminal" por parte del Gobierno de Nicolás Maduro a las manifestaciones de las últimas horas que se producen "en familia" y "en comunidad para defender su decisión soberana de ser libres".
El gobierno, a través del fiscal general Tareck William Saab, recordó que en las protestas también murió un militar, 77 funcionarios han resultado heridos y se ha detenido a 1.062 personas.
Un grupo de organizaciones internacionales que incluye a Amnistía Internacional y Freedom House indicó en un comunicado que "ante el uso desproporcionado de la fuerza que se ha documentado por parte de las fuerzas de seguridad venezolanas" exige a las autoridades "respeto y garantía del derecho a la libertad de expresión, reunión y protesta pacífica".
A las denuncias de la oposición, Maduro responsabilizó a Machado y González, aseguró que "nunca jamás" llegarán al poder y que “deben estar tras las rejas”.
"Señor González Urrutia, dé la cara, salga de su escondite, no sea cobarde, señora Machado... Ustedes tienen las manos manchadas en sangre", señaló el ‘reelecto presidente’ ante corresponsales extranjeros, quien inclusive fue más allá al vincular al Tren de Aragua con las protestas opositoras.
Héctor Rusthenford "El niño" Guerrero es uno de los criminales más buscados en Venezuela, después de que el gobierno de Caracas asegurara haber desmantelado la banda con una intervención en una cárcel desde la que operó por años el grupo.
"El famoso niño Guerrero está en el sur de Caracas dirigiendo las operaciones, ahorita se está moviendo, está tratando de huir para Colombia… (A Guerrero) los gringos lo quebraron, sacaron el decreto amenazándolo y declarándolo terrorista y le dijeron: vas a Venezuela haces algo para que te salves", expresó Maduro.