Financiación congela negociación sobre el cambio climático | El Nuevo Siglo
AFP
Viernes, 16 de Junio de 2023
Redacción internacional

LA VOLUNTAD no fue suficiente para vencer el ya ‘eterno’ obstáculo de la financiación a la gigantesca lucha contra el cambio climático que volvió a paralizar las negociaciones internacionales a tan solo cinco meses de la gran conferencia anual del clima, COP 28, prevista para diciembre en Dubái.

Durante diez días, en la ciudad alemana de Bonn, los negociadores de casi 200 países intentaron cerrar la agenda provisional para Dubái, con escaso resultado.

Todas las partes firmantes de la Convención de lucha contra el cambio climático de la ONU, base de las negociaciones, están de acuerdo en que una transición energética es necesaria, pero la gran batalla es a qué precio, y bajo qué condiciones y calendario.

Al ritmo actual de las emisiones de gases de efecto invernadero, el planeta se encamina a un aumento de la temperatura media de +2,8° C de aquí a 2100, mientras que en la histórica COP de París en 2015 el objetivo prioritario era mantener ese aumento en un máximo de +1,5º C.

"El cambio climático no es un problema 'Norte contra Sur', es una marejada que no distingue a nadie", advirtió el secretario ejecutivo de la ONU Clima, Simon Stiell, al cerrar el jueves las negociaciones de Bonn.

La Unión Europea, apoyada en líneas generales por países latinoamericanos y estados insulares, quiso en Bonn volver a poner sobre el tapete los esfuerzos para reducir las emisiones, pero los países emergentes, liderados por China, India o Arabia Saudita, exigieron que se hable de dinero.

"La reticencia de los países desarrollados para comprometerse realmente" sobre la financiación fue denunciada por Cuba en nombre del grupo G77+China (que agrupa en realidad a 134 países en vías de desarrollo, más del 80% de la población mundial).

"Cada país tiene el derecho a seguir su propia vía de desarrollo y transición", explicó ese grupo, en el que conviven países que anhelan subirse al tren de los países emergentes y los países aún bajo modelos económicos autárquicos.

Cumbre de París 

"Respetamos nuestros compromisos en materia de financiación climática", declaró la UE, que recordó a los países pobres la necesidad de diversificar las fuentes de inversión.

La cuestión financiera es el tema de la cumbre de París para un nuevo Pacto Financiero mundial, este 22 y 23 de junio.

A esa cumbre están invitados mandatarios, responsables del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que mantiene un discurso enérgico contra las energías fósiles.

Los activistas, por su parte, mantienen la presión sobre el presidente de la COP28, que es a la vez el patrón de la compañía petrolera de Emiratos Árabes Unidos, Sultán al Jaber, quien acudió a Bonn los días 8 y 9 de junio.

"Llegó el momento de pasar de la escucha a la acción", estima Alden Meyer, veterano observador de las COP y experto del centro de reflexión E3G.

Sultan al Jaber mantuvo reuniones con delegaciones y reconoció que la reducción de las energías fósiles es "inevitable".

Los observadores no pierden la esperanza de que se fije una agenda clara de aquí a la COP28, que se celebrará después de una etapa decisiva.

En septiembre los países de la COP deben hacer el primer balance de sus acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero desde 2015.

"La diferencia entre los resultados políticos de Bonn y la dura realidad climática parece absurda", critica Li Shuo, experto de Greenpeace, que predice "turbulencias políticas en la COP28".

Los ecologistas consiguieron de todas maneras en Bonn que los participantes en las conferencias del clima, empezando por Dubái, declaren sus vínculos empresariales.



Estamos lejos: ONU

Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió que los países están muy lejos de cumplir sus compromisos con la agenda climática, por lo que instó -una vez más- e insta una vez más a poner fin a los combustibles fósiles y a reducir las emisiones en un 45% de aquí a 2030. 

 “En un momento en el que deberíamos acelerar la acción, se está retrocediendo. Y las políticas actuales están llevando al mundo a un aumento de la temperatura de 2,8 grados para finales de siglo. Eso significa la catástrofe”, sostuvo el funcionario ayer tras una reunión con líderes de la sociedad civil para abordar el clima y el uso de los combustibles fósiles. 

Recalcó que los países están muy lejos de cumplir sus promesas y compromisos, destacando que falta apoyo y cooperación para cumplir con la agenda climática. Al mismo tiempo advirtió que hay demasiada disposición a “apostarlo todo a ilusiones, tecnologías no probadas y soluciones milagrosas”.

 Ante todo, recalcó, para limitar la temperatura global a 1,5 grados hay que reducir las emisiones de carbono en un 45% de aquí a 2030.  

También ha recordado que esta situación tiene lugar mientras se violan los derechos humanos de los activistas climáticos. 

Agenda de Aceleración

Guterres destacó que bajo el Pacto de Solidaridad Climática todos los grandes emisores deberán hacer esfuerzos adicionales para reducir las emisiones, y los países más ricos apoyar a las economías emergentes para que lo hagan. 

Además, la Agenda de Aceleración propuesta por el Secretario General ofrece una hoja de ruta para potenciar estos esfuerzos: 

Los gobiernos deben acelerar sus plazos para llegar a cero emisiones netas, de modo que los países desarrollados cumplan con este objetivo lo más cerca posible de 2040, y las economías emergentes lo más cerca posible de 2050. 

Por otra parte, los países desarrollados deben cumplir sus compromisos en materia de financiación, adaptación y pérdidas y daños.

Guterres instó además a los países desarrollados a presionar a los bancos multilaterales de desarrollo para que adapten sus modelos de negocio, sus capacidades y sus enfoques del riesgo, y para que movilicen mucha más financiación privada a un coste razonable para los países en desarrollo, con el fin de permitir un aumento masivo de la inversión en energías renovables. 

“Esa inversión es la única manera de lograr una seguridad energética mundial independiente de las actuales fluctuaciones impredecibles del mercado”, añadió. 

El Secretario General enfatizó la importancia de eliminar progresivamente el petróleo, el carbón y el gas, y por el contrario fomentar la inversión en energías renovables. “El problema no son sólo las emisiones de combustibles fósiles. Son los combustibles fósiles, y punto”. 

Según Guterres, los planes de transición de la industria de los combustibles fósiles deben trazar el paso de una empresa a la energía limpia. “De lo contrario, no son más que propuestas para convertirse en destructores del planeta más eficientes”. 

De acuerdo con la Agenda de Aceleración, los gobiernos deben completar la eliminación progresiva del carbón para 2030 en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y para 2040 en el resto del mundo. Para ello, deben poner fin a la financiación internacional del carbón, tanto pública como privada y a la concesión o financiación de nuevos yacimientos de petróleo y gas.

En este sentido, Guterres señaló la necesidad de detener la expansión de las reservas de petróleo y gas existentes y apoyar la transición justa de los países en desarrollo afectados; asimismo, se deberá garantizar la generación neta cero de electricidad para 2035 en los países desarrollados y para 2040 en el resto. 

Otras medidas consisten en cambiar las subvenciones de los combustibles fósiles a las energías renovables, poner precio al carbono y establecer una eliminación progresiva a escala mundial de la producción actual de petróleo y gas compatible con las emisiones mundiales netas cero para 2050.

También recordó que la industria de los combustibles fósiles y sus facilitadores tienen una responsabilidad especial. “El año pasado, la industria del petróleo y el gas cosechó una ganancia inesperada récord de cuatro billones de dólares en ingresos netos. Sin embargo, por cada dólar que gasta en perforación y exploración de petróleo y gas, sólo cuatro céntimos se destinaron a energía limpia y captura de carbono... combinadas”.

Lo que acaba de ocurrir en Bonn es un hecho palmario de un obstáculo que parece insalvable y que es clave para tener éxito en esta lucha por la supervivencia humana./Redacción internacional con AFP

Al ritmo actual de las emisiones de gases de efecto invernadero, el planeta se encamina a un aumento de la temperatura media de +2,8° C de aquí a 2100, casi el doble del objetivo fijado en la cumbre de París./Foto ecologistasenaccion.com