En Colombia, según cifras de Fedesarrollo, de 100 graduados de bachillerato en el país, solo 39 logran acceder a educación superior, es decir, que, para la educación superior, la deserción es del 46%. De igual manera, la deserción en educación superior supera el 70 % para estratos 1 y 2, siendo menor al 10 % para estudiantes de estratos 4, 5 y 6, se explica en un documento de la entidad.
Existen factores comunes entre los jóvenes que disminuyen la tasa de retención estudiantil en la educación superior. Pueden ser, problemas financieros puesto que el costo de la educación superior es cada vez más elevado, lo que hace que muchas personas no tengan la capacidad de costearla; la falta de oportunidades laborales después de graduarse de la universidad que puede desalentar a algunos jóvenes a continuar con sus estudios; la falta de información sobre las opciones de educación superior y los beneficios que puede traer a largo plazo; ambiente poco motivante y desinterés por la educación tradicional.
Otro factor, podría ligarse a la falta de conexión: piensan que está desactualizada o desconectada de la nueva era digital o tecnológica. Otra razón que puede desestimular el interés de los jóvenes por los programas universitarios es la falta de claridad en su orientación profesional, propia de la edad o de una visión o proyección de futuro a corto plazo, que puede llevar a postergar la decisión o generar dudas frente a qué camino continuar.
“Más que un desencanto por la educación tradicional, considero que hay una idea errónea frente a la educación superior en términos de actualización, opciones de aplicación práctica y de temporalidad de la misma. La educación actualmente tiene metodologías agiles, modelos de enseñanza basados en problemas, casos, retos, proyectos. A las Instituciones de Educación Superior se nos exige tener medios educativos, infraestructura y tecnología adecuada para desarrollar los planes de estudio de los programas académicos” comenta Alexandra Mejía Guzmán, vicerrectora Académica y de Investigaciones de la Universidad de América.
Ante ese panorama, la Universidad de América fruto de la estrategia denominada “Legado, Transformación e Innovación” liderada por el rector Mario Posada García-Peña, y que arrancó en el 2020 con la actualización del Plan de Desarrollo de la Institución y su visión, a través de la cual se compromete con “… la formación de líderes globales reconocidos por su excelencia académica … “, dando respuesta a retos como la virtualización, el enfoque STEM+H y el modelo de extensión, último ídem a partir del cual prevé el acompañamiento durante el tránsito de la vida universitaria a la vida laboral o hacia el emprendimiento.
De igual manera, para la Universidad de América la actualización de su Proyecto Educativo Institucional y la Política de Lineamientos Curriculares, permitió que todos sus programas, sus perfiles de egreso, planes de estudio y cursos estén articulados por resultados de aprendizaje y competencias que tienen una clara aplicabilidad práctica y desarrollo de metodologías agiles en el aula.
En esta línea, UAmérica también renovó su planta de laboratorios existentes y creó nuevos espacios para este fin, entregando a su comunidad universitaria 25 aulas dotada con tecnología de punta; transformó un bloque de aulas en un nuevo Centro de Procesos e Innovación para la Industria Sostenible – CEPIIS y su tradicional biblioteca se convirtió en un CRAI: Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación, buscando con ello que la experiencia de formación universitaria sea lo más cercana a la experiencia profesional.
“La educación que impartimos desde la Universidad de América prepara a los estudiantes desde lo disciplinar fomentado la educación en valores, las competencias blandas y la formación integral como un camino a la consolidación de la movilidad social de los individuos y su entorno cercano. La cantidad de personas que ingresan a la educación superior en Colombia es preocupante y es un gran desafío para las universidades, por lo tanto, es importante motivarlas a través de novedosas metodologías para su aprendizaje.” puntualizó la vicerrectora Mejía.