Seis muertes por conducir en embriaguez este año en Bogotá | El Nuevo Siglo
De acuerdo con movilidad, este año han muerto tres motociclistas y tres peatones a razón de conductores tras el volante bajo el efecto del alcohol.
Cortesía: Accidentereclamacion
Martes, 12 de Julio de 2022
Redacción Bogotá

Sin lugar a dudas en Bogotá todas las medidas que se han puesto en marcha para reducir los accidentes viales ocasionados por los excesos del alcohol están surtiendo efecto y las cifras así lo demuestran.

Ciertamente accidentes como el que protagonizó durante el fin de semana el cantante de música popular Freddy Burbano siguen ocurriendo (al parecer estaba bajo los efectos del alcohol cuando se estrelló contra un taxi en el que iba una joven de 21 años, quien perdió la vida en forma inmediata), pero ya no son pan de cada día.

Por el contrario, estos son casos cada vez más esporádicos, y así lo confirmaron las cifras que EL NUEVO SIGLO le solicitó a la Secretaría Distrital de Movilidad. De acuerdo con esta cartera, durante el último año y medio se han registrado en Bogotá un total de 28 fatalidades en el tránsito con hipótesis de aparente estado de embriaguez por parte de la persona que está detrás del volante.

Entre enero y junio del 2021 se presentaron en la ciudad un total de 22 fallecimientos a razón de esto, mientras que en los primeros seis meses de este año se registraron seis siniestros viales en los que al parecer el conductor estaba en estado de embriaguez y alguien perdió la vida, para una reducción de 16 muertes ocasionadas por esta conducta irresponsable.

Pero ¡ojo! que una cosa son las fatalidades y otra muy distinta son los comparendos. Por tal motivo, vale referir que, también de acuerdo con la cartera de Movilidad, durante lo corrido de este año se han desarrollado más de 450 puestos de control en vía con la Policía de Tránsito de Bogotá y se han impuesto alrededor de 970 comparendos por conducir en aparente estado de embriaguez, una cifra significativamente baja si se compara con el parque automotor que circula en la capital (2.400.000 vehículos).

Con relación a los actores viales que fueron víctimas de estos siniestros, tanto el año pasado como este los motociclistas fueron los más perjudicados, seguidos por los peatones. A este respecto, la Secretaría indicó que ha reforzado en la ciudad los operativos de control por embriaguez en horarios nocturnos, en vista de que estos son los más críticos en términos de siniestralidad en la ciudad.

Medidas efectivas

La disminución en las cifras de accidentes de tránsito relacionadas con el exceso de alcohol, ¿a qué se ha debido? Dicho de otra manera, ¿qué se está haciendo bien? De acuerdo con el subsecretario de Cultura, Henry Murraín, este es uno de los temas más antiguos que tiene Bogotá en su conversación cívica sobre cultura ciudadana y no manejar bajo los efectos del alcohol es un mensaje que ya está completamente interiorizado por la ciudadanía.

“La conversación sobre la cultura ciudadana en la movilidad, específicamente en lo relacionado con el exceso de alcohol, no es una conversación nueva. Son 25 años y por eso estas cifras han venido bajando significativamente en las últimas dos décadas. Este es un tema que ya tiene una conversación consolidada después de estar reflexionando sobre los comportamientos de los conductores”, comenzó por referir a EL NUEVO SIGLO el subsecretario Murraín, quien añadió a este respecto que la capital colombiana está mucho mejor que la mayoría de ciudades latinoamericanas.


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“Frente al promedio de América Latina, la ciudad de Bogotá tiene una tasa de muertes por accidentes de tránsito mucho más baja”, indicó, y explicó por qué en estos momentos el mensaje de no manejar bajo los efectos del alcohol se está reforzando en forma constante pero ya no es prioritario.

Y no es el foco en este momento porque lo que el Distrito ha visto es que este es un mensaje que ya está muy consolidado en la agenda ciudadana, entre otras cosas porque ha sido replicado por una cantidad de instituciones claves tales como colegios, universidades, empresas, bares, discotecas, restaurantes, que se han sumado al mensaje institucional inicial, convirtiéndose en fuentes replicadoras de “si va a tomar no maneje”.

Ciertamente la alcaldía de Antanas Mockus trazó una línea inicial, pero este es un tema al que se han sumado muchos agentes clave para atender la problemática y de ahí que ya sea una conversación pública de ciudad. Por ejemplo, en esta Administración nosotros nos hemos concentrado en el mal parqueo porque no solo no tiene dolientes, sino que tampoco tiene una conciencia cívica similar. De hecho, nuestra meta es la de instalar conversaciones que se afiancen como la de no manejar en estado de embriaguez”, concluyó el subsecretario Murraín.

Y solo para poner en contexto el número de comparendos arriba referido, este año la razón por la cual se han impartido más comparendos ha sido por el mal parqueo (C-02, Estacionar un vehículo en sitios prohibidos), para un total de 43.403 multas. 

El costo de los comparendos

Otro de los factores que ha incidido sobre la cultura ciudadana de no manejar bajo los efectos del alcohol está relacionado con el costo de las sanciones, pues la de conducir en estado de embriaguez es una de las infracciones más costosas.

A este respecto la Ley 1696 establece que si hecha la prueba de alcoholemia las autoridades de Tránsito establecen que el conductor se encuentra en alguno de los grados de embriaguez, deberá pagar desde 90 salarios mínimos vigentes (si es detenido la primera vez con cero grado de alcoholemia), hasta los 1.440 salarios mínimos y cancelación permanente de la licencia de conducción (si lo detienen por tercera vez conduciendo en tercer grado de embriaguez).

Y otras de las acciones que han sido altamente efectivas en la disminución de los conductores bajo el estado de embriaguez, y que por consiguiente son más propensos a ocasionar accidentes, en las calles de Bogotá, son los servicios de conductor elegido que hoy por hoy ofrecen no solo los establecimientos comerciales que expenden bebidas alcohólicas, sino los diferentes seguros de vida que se pueden adquirir.