Resultado de legislativas en España: La minoría absoluta | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Domingo, 23 de Julio de 2023
Pablo Uribe Ruan

A veces las encuestas fallan más que los mismos votantes que tachan equivocadamente el número del candidato rival. Los resultados de las generales en España, ayer, han sido tan sorprendentes como los resultados del Brexit en Reino Unido en 2016 o el plebiscito sobre los Acuerdos de La Habana en Colombia.

Lejos de las estimaciones, el Partido Popular sólo alcanzó 136 escaños y ha perdido la oportunidad de lograr una mayoría absoluta en conjunto con Vox (33 escaños). Ni su máximo líder, Alberto Núñez Feijóo, ni la dirigencia nacional se atrevieron a llamar el resultado como un fracaso. Es cierto, el partido fue el más votado, pero la opción de que Pedro Sánchez tenga más posibilidades de formar gobierno, opaca cualquier celebración.

Son varias las razones de este amargo resultado. La extrema confianza que adoptaron sus dirigentes al conocer las probabilidades que les daban los sondeos es una de ellas así como la falta de claridad frente a su potencial aliado Vox. También la escasa participación de Núñez Feijóo en debates y la incapacidad de entender la estrategia de una izquierda atomizada en varios grupos, pero unida bajo una figura que si algo sabe es renacer de las cenizas.

Un partido puede creerse favorito, pero nunca adelantarse a los posibles nombres de los ministros o los vicepresidentes. En las últimas semanas, el PP se creyó en el Palacio de la Moncloa. Con llamativa confianza, Núñez Feijóo pronunció discursos desde un edificio en el que a su espalda se veía la sede presidencial.

Al otro lado, Sánchez corría una maratón de Bruselas -cumbre de la Celac- a Extremadura y Andalucía. Enviando su mentor, Rodríguez Zapatero, previamente al terreno, el socialista quería ganar voto a voto en esa última región y repuntar en apoyos. Sin timidez.

Son dos maneras de ver y hacer la política, y en una de ellas ha fallado el cálculo entre lo que dicen los asesores y lo que genera la calle. No ir a los debates, por pura estrategia, tampoco sirve de mucho. Menos si el rival se ha grabado con dineros públicos su propio documental y sabe lo valioso que es un minuto de televisión.

En el aire, queda una España dividida en votos y escaños por mitades casi idénticas, pero unas de ellas -el socialismo- con más chance de formar gobierno por la adhesión de casi todas las fuerzas nacionalistas e independentistas. Las minorías absolutas.

La paradoja, además del pinchazo de las encuestas, es que la gobernabilidad del país queda en manos del partido de Carles Puigdemont, un político que ha liderado el independentismo catalán y quiere la ruptura de una España que busca su unidad.