El arte joven se toma la FUGA | El Nuevo Siglo
EL ESPECTADOR se encontrará con chigüiros en barro y arcilla junto a un pozo de petróleo, un recorrido de la FUGA hasta el lugar donde se encontraba la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada.
FUGA
Miércoles, 16 de Agosto de 2023
Agence France Presse

DEL 10 AGOSTO al 2 de septiembre se realizará en las salas de exposiciones de la FUGA (calle 10 N° 3-16) el primer ciclo del Premio Salón de Arte Joven, con la participación de cuatro proyectos que aspiran a doblegar los sentidos funcionales y simbólicos de los espacios asignados.

El espectador se encontrará con chigüiros en barro y arcilla junto a un pozo de petróleo, un recorrido de la FUGA hasta el lugar donde se encontraba la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada, un proyecto escultórico, digital y electrónico que tiene como protagonista a un pixel y una instalación en la que el público experimenta diferentes sensaciones a través del sonido.

“La FUGA como plataforma para artistas emergentes, tiene dentro de su portafolio de estímulos varias convocatorias para apoyar a los jóvenes creadores. Uno de estos es el Salón de Arte Joven, dirigido a artistas menores de 35 años con el fin de apoyar la circulación de la obra de artistas emergentes. Este año tendremos dos ciclos, con una variedad de lenguajes que dan cuenta de la creación bogotana contemporánea”, comenta Margarita Díaz, directora de la FUGA.



Artistas

Oscar Orlando Villalobos Forero

Lagos de Ariporo - Sala 0

Plantea el modelado de 20 chigüiros en barro y arcilla instalados en torno a un pozo que simula ser de petróleo. Por la evaporación del agua en las figuras, estas se quebrarán con el paso del tiempo, en una alusión a los ecosistemas alertados. La instalación asume la selva como escenario de la vida a escala territorial, en Ariporo, y planetaria, como una forma de denunciar la crisis ambiental por cuenta de la deforestación y el calentamiento global.

Mario Andrés Orbes Montenegro

Urcunina, Monumento atemporal/Monumento Vivo - Sala 1

Mediante la construcción de un personaje festivo que temporalmente ocuparía el lugar de la escultura pública de Gonzalo Jiménez de Quesada derribada en 2021 durante el Paro, se ofrece una mirada alternativa a los cánones de lo permanente y hegemónico al cuestionar el valor de los monumentos y su temporalidad mediante un híbrido entre la artesanía y prácticas contemporáneas como el performance y la instalación.

Daniel R. Blanco

La historia del pez rojo - Sala 1.5

Proyecto escultórico, digital y electrónico, transmedia y de reciclaje electrónico con la intención de comunicar sensaciones líquidas desde la percepción orgánica de un fenómeno digital: un pixel que parece nadar y vuelve líquido un entorno digital en reemplazo de lo natural. El proyecto se sitúa en los estudios recientes de eco crítica o crítica ambiental que pasa a entornos artificiales.

María Leguízamo Cuellar

Viene el desastre - Sala 2

La artista, mediante una inusual relación entre sonidos, cuyas referencias no son fáciles de identificar y la idea de que la voz tiene la capacidad de erosionar estructuras sólidas, propone una instalación en la que el espectador como fantasma, explora la dimensión escultórica del sonido, específicamente, la voz humana, mediante un guion de ficción que activa sonidos y estos a su vez, algunos mecanismos en objetos cotidianos, creando un ambiente de tensión en el espectador para que llegue a considerar que algo está por ocurrir, sin terminar de entender que será.