Un grupo de refugiados de los miles que están saliendo de Afganistán huyendo, después de que los fundamentalistas talibanes tomaran el poder como colofón de una larga guerra interna, vendrán a Colombia y estarán de forma temporal mientras que Estados Unidos, que los recibirá en su territorio, hace los preparativos necesarios para su traslado. Así lo anunció ayer el presidente Duque, quien dijo que se está prestando una colaboración a esta potencia en un momento en que solicitó ayuda.
El Jefe de Estado hizo el anuncio en compañía del embajador norteamericano en Colombia, Philip Goldberg, quien agradeció el gesto de nuestro país y manifestó que es una muestra de la duradera amistad que han sostenido las dos naciones.
Sin embargo el presidente Duque no dio mayores detalles del número de afganos que llegará a Colombia, cuándo sería, así como si todos serán ubicados en una misma región o serán distribuidos en diferentes ciudades.
Duque señaló que en los próximos días las dos naciones afinarán los detalles de este proceso de carácter humanitario.
Informes de prensa de Estados Unidos indicaron que por lo menos 4 mil afganos estarían llegando al territorio colombiano en los próximos días.
"Colombia y los Estados Unidos han tenido una alianza histórica, una relación que diplomáticamente tiene 200 años de existencia. Nos han unido valores y objetivos comunes, nos ha unido la defensa de la democracia, nos ha unido la defensa de los derechos humanos”, destacó el presidente Duque.
De esta forma se materializan las conversaciones que Duque explicó “habíamos empezado a construir al más alto nivel”, ante el llamado que esta potencia le hizo a su gobierno con el fin de que Colombia también se una al grupo de países aliados que van a ofrecer apoyo a la administración de Joe Biden para llevar a Estados Unidos aquellas personas nacionales de Afganistán que le prestaron colaboración por años y que están en proceso de hacer un registro y un traslado migratorio.
Agregó el presidente Duque Márquez que esto se adelanta en estricta coordinación con Estados Unidos, al tiempo que advirtió que ese país va a sufragar todos los costos de la atención de los refugiados afganos y que "también estará contribuyendo con la agilidad en todos sus procesos para que la temporalidad permita que las personas que reciban este albergue lleguen rápidamente también a su país a regularizar su situación migratoria".
Duque dijo que con esta acción Colombia se une a la protección de los derechos humanos, la protección de la mujer "y por supuesto también a estar con nuestros aliados en los momentos en donde nos necesitan".
Por su parte el embajador Goldberg dijo que "estamos profundamente agradecidos por su generoso anuncio que señala la compasión del pueblo colombiano hacia los necesitados. Colombia es un gran amigo de Estados Unidos y le agradecemos que haya respondido a la llamada para proporcionar apoyo humanitario a los ciudadanos afganos que trabajaron con nosotros para difundir la democracia y la libertad en una región donde esos valores fundamentales, apreciados por nuestros dos países, escasean”.
Señaló Goldberg “quedan muchos detalles por supuesto, pero Estados Unidos está trabajando en todo el mundo para cumplir con nuestra obligación con los afganos en este momento tan difícil".
Finalizó diciendo el Embajador norteamericano que "la hospitalidad para este esfuerzo de corto plazo será colombiana, los costos estadounidenses. Estados Unidos mantiene su compromiso de proporcionar un refugio seguro a estos ciudadanos”.
Se ha conocido que hasta el momento en América Latina otras naciones que brindarán cobijo de forma temporal a los refugiados afganos mientras que llegan a Estados Unidos son Chile, México y Costa Rica.
Zozobra
Solo diez días después de que saliera de Afganistán el grueso de los militares norteamericanos, los talibanes empezaron el camino militar hacia la capital, Kabul, que estuvo marcado por la caída de todos los territorios en el norte y sudoeste del país, donde las fuerzas afganas mal preparadas y ante el constante debilitamiento del gobierno no pusieron resistencia.
De esta forma, los insurgentes que hace dos décadas se vieron forzados a dejar el poder por la invasión norteamericana llegaron a la capital precipitando la salida del país del presidente Ashraf Ghani y la creación del Consejo de Coordinación que se encargará de gestionar "una transferencia pacífica de poder".
Como consecuencia Estados Unidos ha organizado la salida de su personal diplomático y asistencial en ese país, pero también de afganos que colaboraron a los norteamericanos durante la ocupación, que ahora podrían ser por ello víctimas de los talibanes.