* Reactivar economía, empresa de todos
* Campaña clave para buen final de año
La estrategia de reactivación social y económica de Colombia pasa necesariamente por aumentar los índices de consumo de los hogares, disminuir los inventarios del comercio, la industria y demás rubros de bienes, productos y servicios, así como por apoyar de manera decidida los emprendimientos, negocios y demás actividades formales.
Los últimos datos del Dane revelan que la recuperación productiva va viento en popa, al punto que en el segundo trimestre de este año el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 17.6%. Sin embargo, no ocurre lo mismo con el empleo, ya que la tasa de desocupación está en 14.4%, con más de tres millones de colombianos sin trabajo y otro tanto en el llamado ‘rebusque’. A ello se suma que tanto las mediciones de pobreza monetaria como de pobreza multidimensional evidenciaron un ascenso en ambos flancos, aunque afortunadamente no en las proporciones catastróficas que se podrían pensar debido al demoledor impacto de la pandemia y sus coletazos a todo nivel.
Como se dijo, mantener la senda de la recuperación productiva es imperativo. Y en ese marco resultan esperanzadoras apuestas como la reforma de Inversión Social que está tramitando el Congreso, que tiene como eje central la ampliación de los programas de asistencia a las clases más vulnerables y a las empresas. Pero también es urgente generar un clima de negocios que permita aumentar los niveles de ventas del comercio, la industria y demás sectores. En ese orden de ideas, las campañas lanzadas la semana anterior por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, así como por Colombia Productiva y gremios como Fenalco, Andi y Cámara de Comercio de Bogotá se constituyen en un importante empujón a la economía real.
Mediante las campañas “Orgullosos de nuestras empresas” y “Compra lo nuestro” se busca incentivar el consumo de productos y servicios hechos en Colombia, además de sensibilizar a los ciudadanos sobre la importancia de ser solidarios y apoyar a las empresas, emprendimientos y micronegocios que contra viento y marea han soportado el embate pandémico y hoy por hoy son el motor de la generación de empleo, así como de la reactivación económica.
Estas iniciativas para promocionar el consumo de productos nacionales no son exclusivas de Colombia. Por el contrario, no pocos de los planes de contingencia que se han activado en Europa, Estados Unidos y otras latitudes para poder prender sus economías tienen esta estrategia como uno de sus ejes centrales. Y no sólo como una herramienta para poder recuperar los empleos perdidos por el efecto recesivo de la crisis sanitaria, sino como puntal de lanza en la implementación de nuevos nichos productivos que se han ido consolidando en medio de esa nueva realidad derivada de la pandemia del coronavirus.
Se trata de una estrategia de doble vía, ya que por un lado se brinda a las empresas instrumentos para impulsar su formalización, facilitar su ingreso al comercio electrónico, acelerar su transformación digital, acceder a mercados locales y externos y definir canales de conexión más directos y eficaces con otras compañías complementarias y, obviamente, con los consumidores finales. El otro flanco se refiere a crear en las familias colombianas la certeza de que al adquirir productos y servicios hechos en nuestro país, no sólo se está accediendo a buena calidad y precios, sino que entre todos estamos empujando a Colombia para superar la grave crisis del último año y medio. Para ello es clave acceder a la plataforma de “Compra lo nuestro” que tiene un directorio empresarial con más de 25 mil compañías y micronegocios, sin duda la red más grande de este tipo en América Latina.
Como siempre lo hemos recalcado en estas páginas, la recuperación social y económica del país es un esfuerzo conjunto y complementario entre el sector público y el privado. Cada uno tiene un rol determinante en esta cruzada. Este tipo de campañas permiten activar acciones en ambos sectores, más aún ahora que se acerca la temporada de final de año, en donde las esperanzas de miles de empresas, pequeñas, medianas y grandes, están puestas en un incremento sustancial de las ventas, luego de que el remate del año pasado haya sido particularmente dramático por cuenta del clima recesivo y las restricciones sanitarias. Incluso si alguien dudara de la pertinencia de esta clase de esfuerzos, habría que recordar que de las muy pocas coincidencias entre los planes de recuperación económica de los presidentes Donald Trump y Joe Biden, el de incentivar a los estadounidenses a comprar productos nacionales, es quizás la más visible.