Con los registros que se han dado a conocer del crecimiento en los últimos meses, parece como si la economía ya marchara a todo vapor y la pandemia hubiera desaparecido. Sin embargo, la realidad señala que la covid-19 persiste, pero el país ya está más vacunado, y por consiguiente preparado para seguir funcionando.
En efecto, así lo demuestra el crecimiento de 14,3% en julio. Sin duda, estas cifras reflejan la recuperación de sectores y un menor desempleo que en el séptimo mes del año bajó a 14,3%.
Asimismo, están los sectores que marchan a todo ritmo como la producción industrial que ya presenta un incremento de 20,1%, mientras las ventas del comercio aumentaron 26,9%.
Para el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, esto refleja que la reactivación económica va por buen camino e impulsada por iniciativas como los días sin IVA y la reforma tributaria que recién aprobó el Congreso.
Perspectivas
En este mismo sentido, la directora del Departamento Nacional de Planeación, Alejandra Botero, dijo sobre los impactos macroeconómicos que ya se tienen estipulados con el proyecto de reforma tributaria aprobado en Colombia, y mencionó que una de las actualizaciones más importantes tiene que ver con el hecho de que, tras haber sido aprobada la reforma tributaria, hay un cambio del pronóstico de crecimiento económico del país para 2021 y 2022.
“Las proyecciones gracias a esta ley las revisamos hacia arriba. Ahora estamos esperando un crecimiento de al menos el 7,5% de la economía y del 4,3% para 2022”, confirmó Botero.
Desde las perspectivas del Gobierno, estas previsiones están muy encima de las estipuladas en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, en el que se establecía un crecimiento del 6% para 2021, pero se mantiene estable para 2022.
Este último (el de 2022), recalcó Botero, es un crecimiento que se mantiene en una perspectiva conservadora.
En este mismo sentido, el equipo técnico del Banco de la República cree que el PIB va a aumentar un 7,5% este año. De hecho, la recuperación ha sido tan marcada que hay analistas, como Credicorp o Asobancaria, que consideran que la subida del PIB puede incluso pasar del 8%.
Comercio
Durante el primer semestre de 2021, el Producto Interno Bruto presentó un crecimiento del 8,8%, frente al mismo periodo del año anterior. Esta variación se explica principalmente porque el comercio al por mayor y al por menor (reparación de vehículos automotores y motocicletas; transporte y almacenamiento; alojamiento y servicios de comida) creció un 15,7%, lo que le permitió contribuir con 2,8 puntos porcentuales a la variación anual.
A su turno, el equipo de Investigaciones Económicas de Bancolombia ya proyecta que el PIB de Colombia aumentó 12,1% en agosto en comparación con el mismo mes de 2020.
Por su parte, en su más reciente edición del semanario Banca y Economía, titulado ‘Perspectivas de la economía colombiana: en franca recuperación’, Asobancaria actualizó al alza sus proyecciones para la actividad económica colombiana. La asociación ahora espera un crecimiento del PIB de 8,2% para 2021 (rango entre 7,9% y 8,5%) y de 4% para 2022.
El presidente de Asobancaria, Hernando José Gómez, dijo que “con este crecimiento hay una muy buena noticia y es que estaríamos recuperando los niveles de producción que teníamos precovid antes de lo que inicialmente habíamos proyectado”.
Este crecimiento del Producto Interno Bruto vendría jalonado por el consumo de los hogares, ya que se estima que este indicador tendría un crecimiento de 12,4% este año, con lo que volvería a estar en los niveles que tenía antes de la pandemia. Además, se espera un crecimiento de 8,1% en el componente de gasto público, explicado por el mayor esfuerzo del Gobierno para afrontar la crisis económica derivada de la pandemia; y se prevé un crecimiento de 10,2% en la inversión, sustentado en las diferentes muestras de mejora en la confianza empresarial.
Por el lado de la oferta, Asobancaria distingue tres grupos de sectores productivos: los que superarían los niveles de producción que tenían antes de la pandemia, los que los recuperarían y a los que aún les hace falta. Cabe destacar que en todos los sectores se espera un comportamiento positivo.
Le puede interesar: Apple y Google se plegaron a la ley rusa y otras breves
Entretenimiento
Entre los sectores que superarían los niveles de precovid, se destaca el de entretenimiento y recreación, que pasaría de decrecer a una tasa del 11,5% en 2020 a expandirse a una tasa de 34,5% en 2021, representando el mayor crecimiento entre las ramas de actividad. Además de esto, el sector de la administración pública crecería un 6,7%, la agricultura registraría una expansión del 3,6%, y el sector financiero crecería a una tasa del 3,8%.
Industria
En el segundo grupo, el de los sectores que, si bien se encuentran en su senda de recuperación, permanecerían en 2021 en niveles similares a los de prepandemia, se encuentran el de la industria (con un crecimiento esperado de 10,1%), comunicaciones (7,8%), servicios profesionales (7,1%), servicios públicos (4,9%) y servicios inmobiliarios (2,4%).
Entre los sectores más afectados por la pandemia y aún en senda de recuperación están el de la construcción (9,6%), el comercio (11,9%) y la minería (3,1%).
Dólar
Durante el último mes, el dólar se negoció temporalmente por encima de la barrera de los $4.000, pero dado el entorno externo más favorable gracias a un mensaje flexible por parte de la Reserva Federal, y los anuncios a nivel interno de posibles nuevos ingresos en dólares tanto por los recursos provenientes de la venta de ISA como los Derechos Especiales de Giro del FMI, hicieron que rápidamente la tasa de cambio se ubicara sobre los $3.800. Un factor que seguirá jugando en contra es el déficit de cuenta corriente que se ubica en el 6,3%. En este escenario, el proceso de recuperación, los altos precios del petróleo y las expectativas de futuras monetizaciones por parte del Gobierno, hace pensar que el rango de negociación para lo que resta del año seguirá entre los $3.700 y $3.900.
Presiones de inflación
En agosto, la inflación anual llegó a 4.44% desde 3.97% en julio, con lo que superó el límite superior del rango meta (entre 2% y 4%) por primera vez desde finales de 2017. Alzas motivadas principalmente por choques de oferta y de naturaleza transitoria en los alimentos y en los servicios públicos y materias primas. Sin embargo, la encuesta de IPC mensual del Emisor a los analistas para cierre de 2021 siguió al alza, pasó de 3.73% en julio a 4.22% en agosto, y en septiembre posiblemente puede subir más. Así, se ha modificado la estimación de cierre del año de 3.95% a 4.25%.
Con ello, este mes, luego de 11 meses de estabilidad, la Junta Directiva del Emisor decidiría incrementar la tasa de intervención de 1.75% a 2%. La persistencia al alza de la inflación y de sus expectativas, en un escenario de mayor control de la covid y señales de recuperación ayudará a la decisión.
“A nivel local, pensamos que las presiones en los precios pueden ser más persistentes, aunque confiamos que antes de terminar el año puede empezar a cambiar la tendencia. Esperamos el inicio de incrementos en la tasa de intervención en septiembre. Así mismo, incorporamos la aprobación de la segunda versión de la reforma fiscal, la cual incluirá un recaudo cercano a $15 billones de pesos”, sostienen los investigadores de Protección.