En el marco de la pandemia los bares, las discotecas y, en términos generales, los establecimientos que expenden bebidas alcohólicas y brindan entretenimiento nocturno, fueron los primeros en cerrar y los últimos en abrir, con lenta gradualidad y en un comienzo con diversas restricciones horarias.

Para una industria cuya participación en el Producto Interno Bruto (PIB) a nivel nacional es de tres billones de pesos (cifras al cierre del 2021), ¿ya se recuperaron del tsunami derivado del covid-19? Aún no; pero la reactivación avanza por buen ritmo.

“Las marcas que tienen presencia en Bogotá, Cali, Medellín, Cartagena y otras ciudades como Santa Marta y Villavicencio, muestran una recuperación del 100%, que ha sido muy rápida, sobre todo este año. Ahora, en el promedio general de toda la ciudad, Bogotá está al 80% de las cifras que tenía antes de la pandemia. Son las empresas con presencia nacional las que están al 100% porque son marcas más ágiles, más reconocidas y con mayor afluencia de público. Pero el resto de los comerciantes, de acuerdo con el último observatorio económico que hizo Asobares, con corte a junio de este año, está en el 80%”, comenzó por advertir a EL NUEVO SIGLO el presidente de la Asociación de Bares de Colombia, Camilo Ospina.

Tejido empresarial

Ahora, con la intención de aumentar esa participación en la economía nacional en alrededor de un 20% al cierre de este año, Asobares está trabajando por recuperar las unidades empresariales que se perdieron, para lo cual el sector se remitió a las cifras de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB).

Para tener las cifras claras, de acuerdo con el Registro Mercantil de la CCB publicado en el 2021, en el 2019 estaban registradas con el código de actividad 5630 (expendio de bebidas alcohólicas para el consumo dentro del establecimiento), un total de 10.665 empresas (1.495 cancelaciones).  

En el 2020 el registro bajó a 6.279 compañías (1.381 cancelaciones) y en el 2021 se evidenció un repunte con un total de 7.533 empresas registradas (1.028 cancelaciones). Esto significa que en el primer año de la pandemia los cierres de bares fueron del 42,13%, pero el aumento de la actividad entre ese año y el 2021 fue del 19% de recuperación.

“Bogotá perdió el 29% del tejido empresarial de bares y sectores afines. Eso se traduce en cerca de nueve mil unidades de negocios que cerraron en la ciudad capital. Ahora bien, nos hemos ido recuperando. Cerca del 50% de esas unidades perdidas en el 2020 e inicios del 2021 ya se volvieron a crear pero con algunos matices”, puntualizó el presidente Ospina.

A este inmediato respecto advirtió que la pandemia fue un antes y un después para la adaptación de los negocios, en especial en lo relacionado con el tema de la comida, al punto en el que hoy los gastrobares son la figura mayoritaria del sector, y el 43% de los afiliados a Asobares hacen parte de esta modalidad de oferta.

“Fue gente que adaptó su oferta al mercado y ahí encontraron una fórmula exitosa para recuperarse. El resto de negocios que cerraron no sabemos si volverán a abrir. Por lo pronto, en términos de registro de la Cámara de Comercio, todavía no se han creado”, puntualizó el presidente Ospina.

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Mercado laboral e informalidad  

Ahora, con relación al mercado laboral, lo primero que hay que decir es que la pérdida de empleos ocasionada por el covid-19 fue de cerca de 110 mil, que se han venido recuperando gradualmente, privilegiando sobre todo la empleabilidad de mujeres y jóvenes. No obstante, la informalidad sigue siendo un problema para esta actividad comercial.

“Nuestro sector es intensivo en la contratación de mujeres y de jóvenes. Siempre lo ha sido. De acuerdo con el estudio que hizo Asobares en su Observatorio Laboral y de Impacto Económico, el 51,74% de los empleos están siendo ocupados por mujeres. Y con relación a la contratación de jóvenes entre los 18 y los 28 años, la participación laboral está en el 41,72%”, precisó a este respecto el presidente de Asobares. 

Además, confirmó que en el 2020 la participación laboral de las mujeres estaba en el 43,46% y de los jóvenes en el 33,99%, lo que significa que en ambos grupos poblacionales se incrementó, en un 8,28% y en un 7,73%, respectivamente, del 2020 al 2021.

Y otro dato que ha puesto en evidencia la recuperación gradual del mercado laboral del sector está relacionado con las personas que se están ocupando por el desarrollo de esta actividad comercial.  

“En el 2020 se generaban 2,4 ocupados por cada empleo formal de nuestro sector. Eso quiere decir que por cada mesero o administrador contratado para bares y restaurantes, se ocupaban 2,4 personas, fuera el distribuidor, el de seguridad, el de logística, etc., todos aquellos servicios por la activación del sector. El año pasado subimos de ese 2,4 a 3,1 ocupados por cada empleo formal que se generó. Así que no hay que tener en cuenta solamente el empleo interno que genera nuestro sector, sino lo que irrigamos en el resto de actividades económicas y laborales”, reiteró Ospina.

Advirtió que esto es clave en la medida en la que este es un sector que no solo fomenta la creación de empresas y de emprendimientos. “Muchos de nuestros proveedores son locales, somos plataforma para el nacimiento de artistas y estamos contratando segmentos sociales clave para la reactivación económica del país”.

Por último a este respecto, Asobares se refirió a la informalidad laboral, la cual se robusteció por la suma de la pandemia, de la vacunación y del paro nacional, lo que generó una inestabilidad en la parte operativa de los locales.

“El empresario no sabía si podía abrir, o si abría y sería cerrado a los 15 días por un nuevo pico de contagios o una nueva medida de bioseguridad. Eso llevó a que la informalidad laboral aumentara. Esa informalidad pasó entonces del 79,74% en el 2020 al 84,32% en el 2021 y es algo en lo que estamos trabajando”, precisó Camilo Ospina.

Por último, con relación al alza de la gasolina que tiene contemplada el Gobierno nacional, Asobares explicó que mucho de la venta que se hace son licores importados, y los licores nacionales dependen de la importación. 

“El empresario tiene una presión inflacionaria de cerca del 15% y no somos ajenos a cualquier incremento en el transporte vía aumento del ingreso de la gasolina. Los empresarios están ante dos caminos: o asumen el incremento porque están en un tope de sus precios de venta según el público objetivo de su negocio, o se lo trasladan a los consumidores. Esas son las dos grandes preguntas que hoy se hacen los empresarios”, concluyó el presidente de Asobares, Camilo Ospina.

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El presidente de Asobares, Camilo Ospina./Cortesía

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Hoy los gastrobares son la figura mayoritaria del sector. El 43% de los afiliados a Asobares hacen parte de esta modalidad de oferta./Alcaldía de Bogotá